El alcalde de Tossa de Mar considera que la llegada de 200 inmigrantes perjudicará el turismo
“Este mes de septiembre es fundamental cerrar bien la temporada, esta noticia no nos va bien”, ha asegurado Martí Pujals
La llegada de migrantes pendientes de que se resuelvan sus peticiones de asilo vuelve a provocar polémica en Cataluña. El alcalde de Tossa de Mar (Girona), Martí Pujals, de Junts, critica que el Gobierno haya decidido ubicar en un céntrico hotel de su localidad a 200 inmigrantes subsaharianos, porque considera que es un contingente “desproporcionado” para una población pequeña y que puede afectar a la temporada turística. En las próximas horas está prevista la llegada de estas personas, que han pedido asilo por motivos humanitarios y que llegaron a las Islas Canarias y a otros puntos fronterizos desde la costa africana. Junts, el partido del alcalde, ha dado cobertura a las quejas del edil desde el Congreso de los Diputados, donde ha denunciado que el Gobierno “oculta los criterios de redistribución” y “abusa” de la solidaridad de Cataluña.
Para Pujals, la noticia perjudicará la llegada de turistas a la población costera: “Este mes de septiembre es fundamental cerrar bien la temporada, esta noticia no nos va bien”. “No pasaría nada si estuviéramos a 15 de octubre”, y ha explicado los migrantes estarán en Tossa durante un mes hasta que se analice su caso y se hagan los reagrupamientos familiares correspondientes.
El edil no ve bien que los migrantes previstos para Tossa -un municipio con menos de 6.000 habitantes- sea el mismo que el de localidades vecinas como Lloret de Mar o Blanes, que superan los 40.000 habitantes. También cree que puede ser dañino para la destinación, teniendo en cuenta “su fragilidad”. “Cualquier información negativa afecta, como pasó con la sequía el no poder llenar las piscinas o el saber que en algunas localidades hay carteles en contra del turismo”, añade. El alcalde asegura que quieren “ser solidarios con la gente que lo necesita”, pero pide “proporcionalidad y transparencia” al Gobierno y sostiene que el destino turístico necesita “normalidad”, para no afectar a las reservas negativamente.
Según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, se trata de 200 adultos, hombres y también alguna mujer, procedentes de Mali, Níger y Nigeria, según ha avanzado SER Catalunya. “No acaban de llegar a las Canarias, aunque algunos llegaran allí, hay de otras zonas y hace un tiempo que están en el país”, aseguran desde el Ministerio. En concreto han detallado que el martes llegarán un centenar y el miércoles, el centenar restante. Inicialmente, según el alcalde, el Hotel Tossa Center, en el centro de la localidad, tiene hecha una reserva para un mes, sin embargo, desde el Ministerio mantienen que “el recurso es temporal no se sabe si se va a prorrogar”. Este sería como el caso de Lloret, donde están desde hace siete meses y según fuentes municipales no han tenido ningún incidente.
La gestión de la estancia de estos inmigrantes correrá a cargo de la fundación APIP-ACAM, con sedes en Valencia, Zaragoza y Barcelona y especializada en el ámbito del derecho de asilo, mientras que el Gobierno se encargará de la financiación. APIP-ACAM, también se encargará de facilitar la reubicación o el reagrupamiento familiar de estos demandantes de asilo con familiares que estén en otros puntos de España o Europa.
España cuenta desde hace años con un sistema de acogida de protección internacional y temporal. Las personas solicitantes de esta protección, si carecen de recursos económicos suficientes, tienen derecho a las condiciones de acogida necesarias con la finalidad de satisfacer sus necesidades básicas en condiciones de dignidad. Las condiciones de acogida incluyen un itinerario de actuaciones y servicios organizados en una red de recursos y centros distribuidos por el territorio nacional, con el doble objetivo de garantizar las condiciones de acogida y facilitar la progresiva autonomía e inserción social de las personas destinatarias.
Así, Tossa de Mar se sumará esta semana a otros municipios gerundenses que han recibido en los últimos meses inmigrantes que han pedido asilo. El año pasado, unos 75 inmigrantes fueron ubicados en un hotel de l’Estartit. Entre octubre y diciembre del año pasado, a través de Cruz Roja, se alojó en Blanes a dos contingentes de 200 personas, sobre todo chicos jóvenes en un hotel de la zona más turística. No hubo ningún incidente. Antes de Navidad llegaron 75 solicitantes de asilo a Figueres (Alt Empordà), también se alojaron en un hotel contactado por Cruz Roja. Según fuentes municipales, algunos siguen todavía allí. A Lloret de Mar, en febrero también llegaron 200 inmigrantes y se instalaron en un establecimiento hotelero, donde permanecen todavía. También han llegado a otros puntos del Estado: a mediados de agosto Mondariz-Balneario, un pequeño pueblo de unos 700 habitantes a 35 kilómetros de Vigo acogió a 180 malienses.
Tossa de Mar cuenta con unas 24.000 plazas entre hoteles, campings, apartamentos y viviendas de uso turístico y en septiembre hay unas 15.000 personas. Su alcalde, que supo de la llegada de los inmigrantes a través de una llamada del delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, el sábado a las tres de la tarde, también ha lamentado el momento del año escogido. “En octubre no nos habría generado la problemática que genera ahora”, apunta. “Estamos en plena temporada, los destinos turísticos son muy frágiles y pensamos que nos puede afectar a la hora de hacer las reservas porque la gente va por impulsos y puede escoger otro destino porque cree que hay algún conflicto”, añade. En general no ha habido problemas en ningún municipio de acogida de los consultados, sin embargo, algunos alcaldes sí se han quejado de ser “los últimos en enterarse”.
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