Castelldefels desmantela el carril bici que une el centro del pueblo con la playa

El Ayuntamiento de Castelldefels, gobernado por el PP y Som Castelldefels, ha comenzado esta semana las obras en la avenida de la Pineda que incluyen desmantelar parte de la zona pacificada hace unos años, donde se ganó espacio al coche con un carril bici segregado y de doble sentido, que une el centro del pueblo con la playa. La plataforma ‘L’avinguda de la Pineda no es toca’ denunció este martes, con un acto de protesta, que todo el proyecto de reforma de esta vía se ha realizado con poca transparencia y señaló que antes de las vacaciones el consistorio había anunciado que comenzarían en septiembre, no la última semana de agosto.

Con la reversión de este carril, que utilizan alumnos de varias escuelas e institutos, Castelldefels actúa en la línea de otros ayuntamientos gobernados por la derecha, como Valladolid, Logroño, Valencia, Elche, Valladolid, Gijón o Palma, que modificaron infraestructuras de movilidad ciclista, o Murcia, que no ejecutó inversiones pactadas y para las que tenía subvenciones europeas. Castelldefels fue una ciudad pionera, y ya en 2011, desmanteló el carril bici del paseo marítimo.

Cristina Rovira, de la plataforma vecinal de la avenida de la Pineda, critica que el consistorio defiende la necesidad de conectar mejor la red ciclista y que crezca, “pero en realidad relega los carriles a vías secundarias, sin sombra y los planea sin segregarlos del tráfico a motor”. La protesta del martes se convocó en solo 24 horas, al enterarse la plataforma de que las obras habían comenzado el lunes. Tras presentar alegaciones que no fueron estimadas, la reversión del carril ha sido denunciada ante los tribunales de lo contencioso administrativo. Antes, la plataforma pidió medidas cautelares para frenar el comienzo de las obras, pero fueron denegadas. Rovira señala la “opacidad y poca transparencia” de todo el proceso “para poner fin a la pacificación de la avenida”. En declaraciones a TV3, el concejal de movilidad, Pedro Paredes, argumentó que la intervención “pretende que el tramo inicial de la avenida sea compartido [bicis y coches], para ayudar a descongestionar el centro de la ciudad, que el tráfico pueda salir y no se masifiquen las posibilidades para ir a la playa y salir de la ciudad”.

El proyecto, explica la plataforma vecinal, está licitado en su primer tramo y aprobado entero, comprende un fragmento clave del carril bici, cuando pasa por debajo de las vías del tren, una bajada y subida como hay en otros municipios de costa con una fuerte pendiente ahora segregada con piezas de plástico, que pasará a ser una vía compartida con los coches. “Es un carril que utilizan muchas familias para ir a las escuelas e instituto, porque conecta el centro con la playa en una ciudad que es zona educativa única”, afirma Rovira. Y señala que el proyecto “no tiene memoria ni justificación” y se entró a votación en el pleno municipal a última hora, sin dar tiempo a la oposición para reaccionar. “Hemos calificado este martes como el día de la vergüenza. Esta obra supone un retroceso en derechos para la ciudadanía de Castelldefels, dar marcha atrás con un carril perjudica la salud, la calidad del aire y la seguridad de las personas que lo utilizan y los peatones”, resume.

Desde el Bicicleta Club de Cataluña (BACC), Eduard Parera, expresa “gran preocupación por la desaparición de esta infraestructura ciclista, además en agosto, como en Logroño el año pasado, y se suma a otras ciudades que desmantelan carriles bici”. “Es incomprensible que en 2024 nos encontremos dando pasos atrás en la movilidad de la bici, cuando hay que promover los medios de transporte más sostenibles. Ir en bici no puede suponer una carrera de obstáculos, o con carriles compartidos: necesitamos infraestructuras seguras y segregadas, la pintura no es infraestructura”. Parera destaca además que “estos pasos atrás de revertir carriles afectan a toda la ciudadanía, no solo a la que pedalea, porque comportará mayor uso del coche”.

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