Ripoll, cuna de los autores del 17-A, rinde homenaje por primera vez a las víctimas

La alcaldesa ultra de Ripoll (Girona), Sílvia Orriols, no quiere que su pueblo sea recordado solo por ser la cuna de los autores de los atentados de Barcelona y Cambrils, sino también por ser un lugar de reconocimiento y memoria hacia las víctimas de la masacre. El municipio que vio nacer y crecer a Younes Abouyaaqoub y al resto de la célula yihadista que perpetró el 17-A ha rendido homenaje por primera vez, coincidiendo con el séptimo aniversario de los ataques, a los afectados. Lo ha hecho inaugurando un monolito con el nombre de los 16 asesinados en unos ataques que, además, dejaron 350 afectados por heridas físicas y secuelas psicológicas.

Orriols, líder del partido de extrema derecha Aliança Catalana, ha afirmado que el acto de este domingo sirve para “contrarrestar el vergonzoso homenaje” de 2018, que “parecía más enfocado a los familiares de los asesinos que de apoyo a las víctimas”. En el primer aniversario, con la herida en la convivencia muy reciente, el Ayuntamiento organizó unas jornadas por la convivencia entre vecinos y con la comunidad musulmana. En un tono más institucional, la alcaldesa ha asegurado que comparte “el dolor y el anhelo de justicia de las víctimas” y se ha sumado a las voces que consideran que quedan muchos interrogantes por resolver. “Siete años después, no se ha llegado al fondo de la verdad ni se ha hecho justicia en los tribunales”.

Al homenaje no han asistido miembros del Gobierno catalán, a diferencia de lo que ocurrió en el acto institucional celebrado el sábado, 17 de agosto, en La Rambla de Barcelona. Unas 300 personas, entre vecinos y afectados, se han unido al encuentro en Ripoll. Una de ellas es Iolanda Ortiz, vecina del municipio de Campdevànol, que ha subrayado que para las víctimas el recuerdo del 17-A sigue muy vivo: “No se le puede pedir a una persona que tiene una vivencia similar que pase página porque está viva”. Su hijo también ha hablado en el acto y ha denunciado, como llevan haciendo las víctimas estos últimos años, el abandono y el olvido de las instituciones.

El monolito, cubierto por una bandera catalana, ha sido destapado por la alcaldesa y por otra de las víctimas del 17-A, Elisabet Caritg. “En honor y memoria de las víctimas de los atentados terroristas de 2017″, reza la escultura, que incluye los nombres y apellidos de las 16 víctimas mortales de Barcelona y Cambrils. La mayoría (14) murieron durante el atropello masivo en La Rambla. Younes Abouyaqoub salió de Ripoll ese día al volante de una furgoneta alquilada e irrumpió en el paseo barcelonés hasta que el vehículo homicida quedó detenido sobre el mosaico de Joan Miró. Más tarde, cuatro compañeros de la célula se dirigieron en coche hasta Cambrils y sembraron el pánico en el paseo marítimo hasta que fueron abatidos por la policía.

Los atentados dejaron una profunda huella en Ripoll, que aún no ha superado del todo el trauma. El hecho de que los autores de los atentados fueran vecinos, de origen extranjero pero aparentemente integrados en la vida del pueblo, levantó suspicacias. Y sirvió de excusa a Orriols a armar un discurso de odio contra los musulmanes que, a la postre, le ha servido en parte para alcanzar la alcaldía en las elecciones del año pasado, donde su partido fue el más votado. Orriols, además, ha logrado irrumpir con Aliança en el Parlament con un discurso de rechazo frontal a la inmigración. El pasado enero, el consistorio dirigido por Orriols declaró personas no gratas a los tres condenados por los atentados: Driss Oukabir, Mohamed Houli y Said Ben Iazza.

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