El Parlament podrá activarse para la investidura la primera quincena de agosto
Rull pondrá en marcha este miércoles la cuenta atrás para repetir las elecciones con un pleno que certifica la falta de candidato a la investidura
La Mesa del Parlament ha decidido este martes que la institución podrá activarse para celebrar una sesión de investidura la primera quincena de agosto aunque normalmente esas dos semanas se consideran periodo no hábil. Con esa medida, el órgano rector de la Cámara ha descartado la posibilidad de que los grupos cierren un pacto tácito de no firmar ningún acuerdo entre el 8 y el 18 de agosto para poder irse de vacaciones. La Cámara visua...
La Mesa del Parlament ha decidido este martes que la institución podrá activarse para celebrar una sesión de investidura la primera quincena de agosto aunque normalmente esas dos semanas se consideran periodo no hábil. Con esa medida, el órgano rector de la Cámara ha descartado la posibilidad de que los grupos cierren un pacto tácito de no firmar ningún acuerdo entre el 8 y el 18 de agosto para poder irse de vacaciones. La Cámara visualizará este miércoles con un breve y veloz pleno de apenas 45 minutos esa investidura fallida en la que se escenificará que empieza a correr el reloj de una posible repetición electoral si los grupos no alcanzan un acuerdo antes del 26 de agosto incluido.
Josep Rull, presidente del Parlament, firmará este miércoles y leerá ante el Pleno la resolución del “acto equivalente” a esa investidura fallida tras constatar que ningún candidato ha reunido los apoyos necesarios para ser designado president. La fórmula ya se utilizó en 2020 tras la condena y la inhabilitación del expresident Quim Torra para activar la carrera hacia las elecciones. Esa fue una situación excepcional que se ha alargado a esta legislatura: el socialista Salvador Illa, que busca armar una mayoría de izquierdas con ERC y los comunes; y el expresident Carles Puigdemont pidieron la semana a Rull más tiempo para conseguir los votos. En la sesión, todos los grupos intervendrán cinco minutos salvo los dos que convivirán en el Grupo Mixto: la CUP, cuatro, y Aliança Catalana, la extrema derecha independentista, dos, que abrirá la sesión.
El PSC reivindica que es el único que puede aunar la mayoría de 68 escaños mientras Junts esgrime que la suya es la más “operativa” porque la suma de los escaños independentistas (59) supera a los de la alianza entre PSC y comunes (48). ERC, que tiene la clave, usará su turno de palabra para remarcar la idea que defiende desde la noche electoral: que son los socialistas y los de Puigdemont quienes tienen que mover ficha para formar Govern, aunque ahora les ve con interés en forzar una repetición electoral. Los republicano, además, denunciarán lo que consideran la “incapacidad política” de los candidatos para poder presentarse al debate de investidura.
Todos los partidos pronostican que, de haber un debate para elegir president, se celebrará al límite y a final de agosto. No es la primera vez que sucede algo así en la Cámara catalana. El expresident Carles Puigdemont fue investido en 2016 justo cuando se agotaba el periodo un domingo 10 de enero en una jornada que se habilitó al ser en periodo no hábil. La Mesa estudiará ahora el impacto que tendrá su decisión entre la plantilla de trabajadores por si deberán estar de guardia en el caso de que se convoque el Pleno.
Por lo pronto, el legislativo catalán sigue con su vida orgánica, sin tener claro si la legislatura avanzará. La Mesa ampliada, integrada por todos los grupos de la Cámara, ha decidido este lunes también modificar y actualizar los baremos para adjudicar los cargos de los grupos parlamentarios. En total, se distribuirán 36 puestos -dos más de los que había en la actualidad- y el Parlament aumentará el gasto mensual en 2.739 euros y en total al año en 38.354 euros. La distribución se hace en función de los cargos de presidente de grupo (2.936 euros de suplemento al mes), portavoz (2.803 euros euros), portavoz adjunto (1.847) y dirección, equivalente al portavoz “c” (1.369 euros).
PSC y Junts, los dos únicos con más de 30 diputados, tendrán 10 cargos -antes tenían 8- mientras ERC pasa de ocho a siete pese a haber perdido 15 escaños. El PP tendrá tres -pasa de un portavoz a dos- mientras Vox y los comunes mantendrán tres. Quien se queda sin cargos es la CUP, que pierde los tres que tenía. Aliança Catalana (AC), que debuta esta legisaltura, no tendrá ninguno. Los anticapitalistas, con cuatro escaños, se han constituido en subgrupo para no tener que convivir con AC, en sus antípodas ideológicas, y tener un poco más de autonomía. La CUP no renuncia a que, finalmente, ERC o Junts le ceda un diputado para disponer de grupo propio.
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