El líder de los Casuals, Ricardo Mateo, queda en libertad provisional tras siete meses en prisión
El juez que dirige la macrocausa contra los ‘ultras’ del Barça impone una fianza de 12.000 euros a cada uno de los 12 encarcelados
Ricardo Mateo, el histórico líder de los Casuals —la facción más violenta de los ultras del FC Barcelona— quedará en libertad después de siete meses en prisión preventiva, según un auto al que ha accedido EL PAÍS. El juez de Barcelona que investiga la macrocausa contra esta facción de los Boixos Nois por diversos delitos (secuestros, extorsiones, tráfico de drogas) ha acordado la puesta en libertad provisional bajo fianza de Mateo y de los otros 11 miembros de la organización que permanecían presos. Eso no significa ...
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Ricardo Mateo, el histórico líder de los Casuals —la facción más violenta de los ultras del FC Barcelona— quedará en libertad después de siete meses en prisión preventiva, según un auto al que ha accedido EL PAÍS. El juez de Barcelona que investiga la macrocausa contra esta facción de los Boixos Nois por diversos delitos (secuestros, extorsiones, tráfico de drogas) ha acordado la puesta en libertad provisional bajo fianza de Mateo y de los otros 11 miembros de la organización que permanecían presos. Eso no significa que todos ellos van a quedar libres, puesto que esta causa se desgajó en varios procesos judiciales. Sí lo hará en todo caso Mateo, que solamente está siendo investigado en este procedimiento.
Mateo fue detenido el 1 de agosto de 2023, casi dos meses después del gran golpe que los Mossos d’Esquadra asestaron a un grupo que nació en las gradas del Camp Nou y, con el paso del tiempo, se transformó en un grupo criminal especializado en asaltos a narcotraficantes y en propinar palizas por encargo. El día del operativo, los agentes no le encontraron en su domicilio y el juez ordenó su busca y captura. Los policías le encontraron en la terraza de un bar en Platja d’Aro (Girona). Se había teñido de rubio para eludir la persecución policial.
El juez ordenó su ingreso en prisión preventiva y ahora, siete meses después, ha revocado esa decisión a petición de las defensas. En un auto dictado este jueves, el titular del juzgado de instrucción 12 de Barcelona, Sergio Escalona, acuerda la puesta en libertad bajo fianza de 12.000 euros (una cantidad que tendrá que abonar cada uno de ellos) de Mateo y de los otros 11 casuals que permanecían en la misma situación. Para evitar el riesgo de que se den a la fuega, el juez ha ordenado que se les retire el pasaporte y se les prohíba salir de España.
Uno de los afectados por esta medida es Francisco Pérez, alias Paco el Gordo, que tiene un papel central en esta investigación. Sus conversaciones fueron clave a la hora de reconstruir los delitos presuntamente cometidos por los investigados. Paco el Gordo, sin embargo, permanecerá en prisión porque está implicado también en otros procedimientos (uno de ellos, por homicidio) en los que también ostenta esa condición.
La parte de la investigación que queda en manos del magistrado Escalona se sigue por los delitos de organización criminal, extorsión, secuestro, lesiones, desórdenes públicos vinculados al deporte, tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas. El juez basa su decisión de poner a los casuals en libertad provisional en el hecho de que la causa está “muy avanzada”, puesto que ya ha tomado declaración a todos los investigados y también a la presunta víctima del secuestro, y solo espera recibir unos informes sobre sustancias estupefacientes y sobre los dispositivos electrónicos intervenidos en el operativo policial.
A favor de la puesta en libertad juega el hecho de que, a petición de la defensa de Francisco Pérez, la Audiencia de Barcelona haya limitado la información que debe extraerse de su teléfono móvil. A esa circunstancia debe sumarse una petición de nulidad, igualmente promovida por las defensas, a propósito de la sonorización del vehículo de Paco el Gordo y de la grabación de sus conversaciones. El juez considera que, teniendo en cuenta “el tiempo que los investigados llevan en prisión” (nueve meses; siete en el caso de Mateo) y el “arraigo” de los investigados en España, el riesgo de fuga (uno de los tres motivos que justifican la prisión provisional) se ha reducido.
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