La tos ferina se expande por el norte de Barcelona
Salud detecta 205 nuevos casos con diagnóstico microbiológico en la ciudad de Terrassa. Hay 12 colegios como focos infecciosos
Después de detectar la semana tres brotes de tos ferina en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), el departamento de Salut de la Generalitat ha informado de nuevos casos en la ciudad de Terrassa (Barcelona). Hasta 200 infectados, entre adultos y niños, se han declarado en el municipio, donde hay 12 colegios como focos principales. Según un portavoz de Salut, son casos leves y se han activado los protocolos de actuación. Para controlar la expansión de la ...
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Después de detectar la semana tres brotes de tos ferina en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), el departamento de Salut de la Generalitat ha informado de nuevos casos en la ciudad de Terrassa (Barcelona). Hasta 200 infectados, entre adultos y niños, se han declarado en el municipio, donde hay 12 colegios como focos principales. Según un portavoz de Salut, son casos leves y se han activado los protocolos de actuación. Para controlar la expansión de la tos ferina, una enfermedad que provoca episodios de tos convulsiva, se realizan aislamientos y tratamientos con antibióticos. También la vacunación en caso de que el paciente no haya recibido la inyección, según su calendario vacunal. Desde el Servicio de Vigilancia Epidemiológica territorial del Vallès Occidental y Vallès Oriental, se está realizando “un gran esfuerzo de control”, priorizando el abordaje de las personas más vulnerables. “Hay que recordar que no es una enfermedad grave, tiene un tratamiento eficaz y no hay ninguna persona ingresada”, aclara un portavoz.
Cataluña vive desde la pandemia una nueva ola de esta enfermedad infecciosa, causada por una bacteria (la Bordetella pertussis), que es especialmente grave en bebés y puede provocar vómitos, diarreas y episodios de pérdida de consciencia en el peor de los casos. Aunque tiene síntomas similares a un resfriado, el portavoz de Salut advirtió hace una semana que los niños que han sido inmunizados completamente pueden llegar a padecer neumonía. En la comunidad, se han detectado más de 350 infectados, teniendo en cuenta los nuevos casos de Terrassa, en los casi dos meses que llevamos de 2024. En todo el año pasado se registraron 530 contagios, según el último informe de la Agencia de Salud Pública. Además, la cifra de brotes también está cerca de superar el 2023: de los 45 focos infecciosos en enero y febrero frente a los 67 que hubo el año pasado.
La tos ferina es una dolencia cíclica que aparece cada cuatro o cinco años. “Se expande cuando la protección de la vacuna decae durante la adolescencia y hay varios jóvenes con las defensas bajas en un entorno cerrado como una escuela”, explica Toni Trilla, epidemiólogo del Hospital Clínic, quien advierte que la atención de esta enfermedad, fácilmente transmisible por vía aérea, debe recaer en los bebes recién nacidos y en los niños menores. Mantener al día el calendario vacunal sistemático es vital para evitar contagios en el futuro. “Si dejamos de vacunarnos, las enfermedades vuelven. La cobertura inmunológica es más que correcta, aunque se produzcan brotes como estos de vez en cuando”, asegura el epidemiólogo.
Las pautas médicas contra esta enfermedad están establecidas desde 1984 en el calendario vacunal sistemático. Desde entonces, se administran dosis a los dos, cuatro y 11 meses. A los seis, 14, 40 y 65 años se dan otras dosis de recordatorio. Sin embargo, y pese a que la cobertura inmunológica en los primeros años de vida ronda el 95%, en 2011 se detectó un enorme repunte de los casos: la tasa de afectados se quintuplicó en un año, pasando de 325 casos en 2010 a 1.572 en 2011. Desde entonces no baja del millar de enfermos al año y en 2015 alcanzó un gran pico con 3.435 casos, el más grande desde que se comenzó la vacunación en 1984. Aquel año hubo 5.745 casos.
Tras haber un brote en un recinto cerrado, como un colegio o una guardería, la unidad de vigilancia epidemiológica recomienda no tener contactos íntimos en la clase y ni en los deportes de equipo. Los niños y profesores del ámbito educativo con un cuadro clínico sospechoso o, que sean casos confirmados de tos ferina, deben iniciar el tratamiento antibiótico y no asistir al centro educativo durante cinco días desde el inicio del tratamiento.
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