PSC y Junts ponen en jaque el impuesto catalán a los cruceros con sendas enmiendas la totalidad
La tasa por la emisión de óxidos de nitrógeno fue la condición de los comunes para pactar los Presupuestos
El impuesto con que el Ejecutivo catalán aspira a gravar las emisiones de los grandes barcos, especialmente de los cruceros, no tendrá una tramitación plácida en el Parlament y, de hecho, es posible que ni siquiera llegue a superar el primer paso del recorrido legislativo. Tanto los socialistas, el primer grupo de la oposición, como los exsocios de Junts per Catalunya han optado por presentar sendas enmiendas a la totalidad del texto registrado por el Gover...
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El impuesto con que el Ejecutivo catalán aspira a gravar las emisiones de los grandes barcos, especialmente de los cruceros, no tendrá una tramitación plácida en el Parlament y, de hecho, es posible que ni siquiera llegue a superar el primer paso del recorrido legislativo. Tanto los socialistas, el primer grupo de la oposición, como los exsocios de Junts per Catalunya han optado por presentar sendas enmiendas a la totalidad del texto registrado por el Govern, marcando así perfil ante el Gobierno de Pere Aragonès. Aunque aún no hay fecha para la votación, la decisión de ambos pone en jaque la tasa de carácter ambiental que el Consell Executiu aprobó el pasado mes de noviembre.
Según ha adelantado la agencia EFE y ha confirmado este diario, los socialistas creen que el nuevo impuesto dejaría a Cataluña en una situación competitiva inferior con respecto, por ejemplo, del Puerto de Valencia La tasa, indican fuentes de esa formación, “no cuenta con el consenso del sector” y su efectividad como medida de control de la calidad del aire no es clara. El impuesto grava las emisiones de óxidos de nitrógeno y por ejemplo un crucero que atraque en cualquier puerto catalán tendría que pagar unos 1.500 euros por día, mientras que un petrolero tendría que abonar en torno a los 3.000 euros.
Fuentes de la dirección de Junts han explicado a este diario que este martes registrarán su enmienda a la totalidad en la Cámara catalana, después de que pidieran una prórroga para poder presentarla. Esquerra, con solo 33 diputados de 135, necesita el sí o del PSC (33 diputados) o de Junts (32) para, junto con En Comú Podem, sumar la mayoría necesaria para sacar adelante la medida. Los comunes, de hecho, habían puesto la creación de este impuesto como condición para aprobar los Presupuestos de la Generalitat en 2022.
El Gobierno mantenía el acuerdo con los comunes para sacar adelante el impuesto, que finalmente llegó al Consell Excutiu el pasado mes de noviembre. Las arcas catalanas recibirían un total de 7,5 millones de euros en el primer año completo de recaudación. Las dilaciones en los términos para presentar las enmiendas a la totalidad dan muestra del debate al interior de las bancadas sobre el alcance del nuevo impuesto. Los comunes criticaron desde un principio que no se fuera más ambicioso con el coste cobrado por cada kilo de óxidos de nitrógeno. El PSC, al final, se ha mantenido en su idea de que es lascivo para la competitividad de la Generalitat en una industria de tanto peso como la del turismo de los cruceros.
El departamento de Acción Climática, que en su día defendió tener ya cerrado el consenso con el sector y la oposición, tendrá entonces ahora que maniobrar para salvar el impuesto en extremis. El debate a la totalidad aún no tiene fecha en la agenda de la Cámara.
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