Los audiólogos se reivindican como pieza necesaria para la sanidad: “El déficit auditivo es un problema grave”
Los expertos reclaman fomentar la formación e investigación en el sector, que este curso tendrá el primer grado universitario en España en Vic
Ricard C. sabía que los audífonos eran caros, pero no pensaba que lo fueran tanto. “Me compré unos que costaban 4.800 euros y los estoy abonando a plazos”, dice. Tiene 79 años y hace unos meses que sus hijos le convencieron para que probara estos dispositivos. Le decían, explica, que estaba perdiendo capacidad auditiva porque había dejado de participar paulatinamente en las conversaciones. “Quizás tenían razón”, comparte. Fue a un establecimiento de salud auditiva del barrio ...
Ricard C. sabía que los audífonos eran caros, pero no pensaba que lo fueran tanto. “Me compré unos que costaban 4.800 euros y los estoy abonando a plazos”, dice. Tiene 79 años y hace unos meses que sus hijos le convencieron para que probara estos dispositivos. Le decían, explica, que estaba perdiendo capacidad auditiva porque había dejado de participar paulatinamente en las conversaciones. “Quizás tenían razón”, comparte. Fue a un establecimiento de salud auditiva del barrio de Sants de Barcelona, donde reside, e inició los pasos para terminar con audífonos en las orejas. “Me hicieron pruebas y me dijeron que tenía un 40% de pérdida auditiva. El problema es que estos aparatos son caros y nos supone un esfuerzo económico”, insiste el usuario. Ni se planteó pasar por el circuito de salud pública.
Los expertos consultados admiten que la falta de contenidos auditivos en la cartera de servicios públicos convierte parte de la salud auditiva en una cuestión de dinero. Quien no puede pagar unos audífonos no recupera sus facultades perdidas. “El factor económico es un gran factor discriminatorio”, lamenta Francesc Roca-Ribas, jefe del servicio de otorrinolaringología del hospital Germans Trias de Badalona. “En Cataluña tenemos un concepto de sanidad igualitaria y el déficit auditivo es un problema sanitario grave”. La Generalitat de Cataluña asume los diagnósticos y terapias de seguimiento de personas con procesos agudos o crónicos e incluye determinados implantes cocleares, pero solo financia los audífonos a personas de hasta 26 años. El doctor reivindica la necesidad de implementar la figura de los audiólogos en el sistema sanitario para “mejorar la atención a los pacientes” y lidera el primer Grado de Audiología del Estado, que se imparte a partir de este septiembre en la Universitat de Vic- Universitat Central de Catalunya. Esta figura ya está consolidada en otros países europeos, mientras que actualmente en España se ofrece mayoritariamente una formación profesional de grado superior de dos años. “Muchas audiometrías y pruebas de oído recaen en enfermeras y auxiliares que no tienen la formación necesaria”, alerta Roca-Ribas.
El debate sobre la convivencia entre audiólogos y otorrinolaringólogos genera cierto recelo entre algunos profesionales, pero Sheila Templado, presidenta de la Sociedad Española de Graduados en Audiología, defiende su complementación. “Los audiólogos pueden ofrecer aquellas funciones técnicas que no debería hacer un otorrinolaringólogo porque degradan su profesión a funciones técnicas”, responde Sheila Templado, presidenta de la Sociedad Española de Graduados en Audiología. Cita una colección de responsabilidades: evaluación de los pacientes con acúfenos, valoración funcional de las pruebas de diagnóstico audiológico, ejecución y coordinación de los programas de screening neonatal, entre otras tareas. “El diagnóstico, la prescripción del correcto tratamiento y la rehabilitación, entre otros, seguirán siendo responsabilidad de los profesionales capacitados para ello”, remarca Juan García-Valdecasas, presidente de la Asociación Española de Audiología (AEDA). Jaume Padrós, presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, también se postuló hace unos meses a favor: “Los audiólogos supondrían un buen apoyo para los especialistas”
Según un informe de 2021 de la Organización Mundial de la Salud, una de cada cuatro personas sufrirá problemas auditivos en 2050. El informe subraya la necesidad de actuar con rapidez para “prevenir y resolver” las pérdidas auditivas, ampliando el acceso a los servicios de atención otológica y a la pérdida de audición de la población. El propio Departamento de Salud avala que disponer de audiólogos podría disminuir las listas de espera para cribajes auditivos y vestibulares en un 40%.
Roca-Ribas alerta que la actual lentitud de la sanidad para responder a los problemas auditivos es un riesgo para los pacientes. “El circuito es muy largo: para hacerse una audiometría deben derivarte de Primaria al otorrinolaringólogo y hay una lista de espera enorme”, apunta. Según datos de Salud, la espera media en Cataluña son 91 días. El doctor señala que “cuando se detecta un problema importante, el paciente es derivado al hospital donde te hacen nuevas audiometrías por el tiempo que ha pasado”. Según el dirigente del hospital Germans Trias, “si un paciente tiene un problema únicamente auditivo el médico le ofrecerá un control periódico, pero para ponerse unos audífonos deberá ir a los centros privados”. Y en estos centros, dice, “van a comisión para vender sus audífonos”. “El problema de audición sale del circuito de la sanidad y entra en el mercado”, subraya.
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