La palmera que mató una joven en Barcelona fue revisada por el Ayuntamiento en marzo y no se detectaron anomalías

El árbol no constaba en el registro de datileras que podrían causar problemas y el Consistorio admite que el “riesgo cero no existe”

Altar en recuerdo a Samira, la joven que murió en la confluencia de la calle Joaquim Costa con a plaza Emili Vendrell al romperse una palmera. Foto: ALBERT GARCIA | Vídeo: EPV

El Ayuntamiento de Barcelona ha dado explicaciones un día después de que la caída de un trozo de palmera matara a la joven Shamira, de 20 años, en la confluencia de la calle de Emili Vendrell con la de Joaquim Costa, en el barrio del Raval. “El pasado 14 de marzo nos llegó una queja vecinal alertando de que la palmera tenía un nido y podía ser peligrosa. El 22 de marzo la brigada no vio anomalías; tampoco las vio el 24, en una nueva revisión, y se cer...

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El Ayuntamiento de Barcelona ha dado explicaciones un día después de que la caída de un trozo de palmera matara a la joven Shamira, de 20 años, en la confluencia de la calle de Emili Vendrell con la de Joaquim Costa, en el barrio del Raval. “El pasado 14 de marzo nos llegó una queja vecinal alertando de que la palmera tenía un nido y podía ser peligrosa. El 22 de marzo la brigada no vio anomalías; tampoco las vio el 24, en una nueva revisión, y se cerró la incidencia”, ha destacado Francesc Jiménez, gerente de Parques y Jardines. Jiménez ha admitido que no saben por qué se cayó la palmera y que han pedido a una empresa externa al Consistorio que realice una investigación.

Este viernes por la tarde amigos y vecinos de la chica de 20 años se han reunido en el Raval para recordarla y han hecho un minuto de silencio en su memoria. Entre otras entidades, ha convocado el acto Metzineres y también ha acudido la exconcejal de Vivienda Lucía Martín. Una amiga de la joven ha explicado a Europa Press que Saimira vivió en un centro de menores hasta que cumplió los 18 años, y que ahora acudía a un centro de día a comer y ducharse, pero no tenía una vivienda donde dormir.

En Barcelona hay 250.000 árboles, de los que 12.000 son palmeras y, de ellas, 2.600 son palmeras datileras. En agosto de 2020 otra palmera datilera mató a un hombre en la Ciutadella. Desde 2014 no se plantan este tipo de variante en la ciudad. “Después de agosto de 2020 revisamos todas las palmeras datileras. 354 generaron alguna duda y desde entonces tenemos en el radar 58 que revisamos periódicamente. La palmera que cayó ayer no estaba entre estas”, ha admitido el gerente. “No sabemos por qué ha caído. Hay árboles que se revisan anualmente y además tenemos protocolos muy estrictos pero reconocemos que el riesgo cero no existe y la sequía está afectando a nuestros árboles. Estamos aprendiendo sobre la marcha”, ha concluido Jiménez.

La alcaldesa accidental de Barcelona, Maria Eugènia Gay, ha asegurado que se ha abierto un expediente informativo y contratado a una empresa para averiguar por qué cayó la palmera. Este viernes no quedaba ni rastro del árbol, que fue cortado por los Bomberos de Barcelona. La palmera medía nueve metros y el trozo que se rompió y cayó sobre Shamira era de tres metros.

Jiménez ha destacado que a partir del lunes se estudiarán, sobre todo, las palmeras datileras de la ciudad y se tomarán decisiones. La palmera que mató a Shamira se fracturó por un estrechamiento del tronco. Algo que, según el gerente de Parques y Jardines, es habitual y no entraña peligro: “En Barcelona tenemos protocolos que son muy seguros. La normativa nos dice que hay que retirar una palmera si presenta un estrechamiento del 40% y nosotros las retiramos cuando llegan al 30%. Somos estrictos pero el riesgo cero no existe y la sequía afecta mucho a nuestros árboles”. La palmera de la calle Joaquim Costa no había llegado al porcentaje de estrechamiento marcado para ser retirada.

Una agente de la policía urbana de Barcelona en la zona del suceso, el jueves.Marta Perez (EFE)
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El gerente de Parques y Jardines ha admitido que pese a que desconoce por qué cayó la palmera, hay factores que pueden influir: “Por un lado, la sequía, que está sometiendo a las plantas a estrés hídrico, luego el ligero estrechamiento de la parte alta de la palmera y la presencia de un nido de cotorras”. Jiménez mantiene que este tipo de palmeras están sufriendo “roturas súbitas en zonas como Elche” debido al estrés hídrico provocado por la sequía.

Maria Eugènia Gay ha informado de que la palmera en cuestión fue podada por última vez —según el Ayuntamiento esa tarea se hace cada cuatro años— el 28 de noviembre de 2020 y se la sometió a un test de oscilación un año después. Estos test se efectúan cada dos años en palmeras que no presentan, a priori, problemas como la de la calle de Joaquim Costa. El jefe de gestión de arbolado, Joan Guitart, aseguraba este viernes que el nido no era de grandes dimensiones y la palmera no presentaba ni hongos ni síntomas de haber sido atacada por una plaga. La palmera de Joaquim Costa no se regaba habitualmente, ya que el protocolo del Consistorio es regar los árboles hasta que tienen cuatro años y a partir de ahí se considera que el árbol está lo suficientemente formado como para poder captar con sus raíces agua del subsuelo.

Shamira, una trans que vivía en la calle

Gustavo Eguia es el propietario del pequeño bar a pie de calle Komo en Kasa. El jueves escuchó el ruido de la palmera caer: “No le dio a la barrendera de milagro, pero cayó sobre la chica”, recuerda con lágrimas en los ojos. Eguia llamó a emergencias. “Yo conocía a esa chica. Tenía problemas y vivía casi de la caridad. Le tomé el pulso, pero no había nada que hacer”.

El Ayuntamiento de Barcelona también tenía constancia de la fallecida antes del accidente. Se hacía llamar Shamira y tenía 20 años. Era una mujer trans, de padre argelino y madre gitana y no tenía domicilio. De hecho, había vivido en centros de menores e incluso dormido en la calle. “Era habitual de esta plaza. Cogía comida de algunos centros y se la comía sentada allí, junto a la palmera”, recuerda Eguia. El jueves no estaba sentada, sino que pasaba por allí en el momento en que cayó el árbol. Justo a una calle de donde tuvo lugar el accidente se encuentra la cooperativa Metzineres, que ayuda a mujeres con problemas de drogadicción. Shamira era una de las usuarias y venía de allí en el momento del accidente.

La Fundación Arrels -una de las entidades que trabaja en Barcelona con las personas sin hogar- ha publicado un tuit lamentando la muerte de Shamira y recordando que con su deceso ya son cuatro las personas sin hogar que han muerto este verano en la capital catalana.

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