El juez concede a la cadena Meliá la gestión del hotel Juan Carlos I

El magistrado da la razón a la propiedad y resuelve de forma anticipada el contrato de gestión con Fairmont

El hotel Rey Juan Carlos I, cerrado por falta de turistas a consecuencia de la covid.Albert Garcia (EL PAÍS)

El laberinto judicial en el que está envuelto el hotel Juan Carlos I no ha acabado todavía, pero la salida está más cerca. El Juzgado Mercantil número 11 ha decidido dar la razón al propietario del establecimiento, Barcelona Project’s, y resolver de forma anticipada el contrato que había firmado con la cadena Fairmont Hotels & Resorts y que suponía que esta explotara las instalaciones hasta 2039. De esta forma, los propietarios pueden sacar adelante el acuerdo suscrito el año pasado con Meliá, de modo que esta pueda explotar el complejo hotelero ubicado en la zona alta de Barcelona, que pa...

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El laberinto judicial en el que está envuelto el hotel Juan Carlos I no ha acabado todavía, pero la salida está más cerca. El Juzgado Mercantil número 11 ha decidido dar la razón al propietario del establecimiento, Barcelona Project’s, y resolver de forma anticipada el contrato que había firmado con la cadena Fairmont Hotels & Resorts y que suponía que esta explotara las instalaciones hasta 2039. De esta forma, los propietarios pueden sacar adelante el acuerdo suscrito el año pasado con Meliá, de modo que esta pueda explotar el complejo hotelero ubicado en la zona alta de Barcelona, que pasaría pasaría a llamarse Gran Meliá Miranda de Pedralbes. La sentencia se puede recurrir al Juzgado de lo Mercantil número 11 y Fairmont ya ha expresado su intención de hacerlo, aunque Meliá tiene intención de reabrir el hotel a partir del próximo año y antes, en octubre, su centro de convenciones.

La actual situación del establecimiento se inicia con la crisis del coronavirus, cuando el hotel se vio obligado a cerrar su actividad con la emergencia sanitaria. No obstante, el hotel no puedo reabrir con normalidad superada esa fase porque acumulaba deuda financiera impagada, arrastraba también impagos con la Seguridad Social (en total, unos 150 millones de euros) y tenía que afrontar inversiones para renovar las instalaciones. En ese mismo periodo, Barcelona Project’s del hotel cambió de propietarios.

Se negoció un posible acuerdo, pero se cargaba sobre la propiedad del inmueble las inversiones necesarias. Al ser imposible, Fairmont decidió dar por suspendido el acuerdo para prestar servicios en el hotel. En septiembre del año pasado la propietaria del hotel acabó decidiendo presentar concurso voluntario de acreedores, en cuyo proceso se ha acordado un plan de viabilidad, se ha acordado un convenio para reducir de forma significativa las deudas y se acordó ceder la gestión a Meliá.

Fairmont ya ha presentado una apelación a la sentencia que aprobó el convenio de acreedores y ahora hará lo mismo con el fallo dictado por el juez José María Fernández Seijo acerca del cambio de gestión. El magistrado también ha negado la petición de Fairmont, que reclamaba 19 millones como indemnización y le carga las costas del proceso. La gestora hotelera considera que la sentencia interpreta erróneamente la suspensión de la actividad que se tuvo que hacer durante la pandemia, al defender que Barcelona Project’s no pagaba los seguros obligatorios del inmueble y no había aseguradora que quisiera emitir nuevas pólizas. En un comunicado, Fairmont hace referencia a la “mala fe” de la propiedad del inmueble en la resolución del contrato de explotación.

Fernández Feijo defiende que la resolución del contrato “era conveniente para la viabilidad de la actividad empresarial tanto si la concursada contaba con una alternativa clara y definitiva como si no contaba con alternativas”, con el único objetivo de fijar un calendario y una estrategia de reapertura. Respecto a la negativa a la indemnización solicitada por Fairmont, la niega porque su actividad solo se podía retomar si el propietario efectuaba inversiones, con una condiciones “que no eran las [originales] de 2014 yt porque “la proyección de daños presentada parten de la supuesta reanudación de la actividad durante este año, cuando no de podía reanudar hasta 2024. “Considero que no hay prueba directa o indirecta que mer permita considerar acreditado que Fairmont sufriría un perjuicio injustificado como consecuencia de la resolución del contrato”, concluye.

Meliá Hotels Internacional (MHI) gestionará el emblemático hotel Juan Carlos I de Barcelona, construido durante los preparativos de los Juegos Olímpicos. La intención del grupo es potenciar la comunicación con los jardines de la antigua Torre Melina, que se integrarán en el establecimiento, con el objetivo de crear un “exclusivo resort urbano”. Además, se prevé la apertura de un restaurante gastronómico de autor. El consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer, aseguró en su día que el proyecto pretende crear un verdadero “hotel-destino” para público de ocio y de negocios.


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