Los Boixos Nois amenazan a los ultras del Espanyol que saltaron al campo

La policía investiga a los radicales de ambos clubs después de la invasión del terreno de juego

El momento de la invasión del campo del Espanyol.Associated Press/LaPresse (APS)

La invasión del campo del Espanyol el pasado domingo, en un derby en el que el Barça se proclamó campeón de liga, sigue teniendo consecuencias. Los Boixos Nois, los seguidores ultras del Barcelona, amenazan ahora a los radicales del Espanyol a los que han identificado en las imágenes del salto al terreno de juego. En los últimos días, se ha hecho viral la grabación de un boixo que exige a un aficionado del equipo b...

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La invasión del campo del Espanyol el pasado domingo, en un derby en el que el Barça se proclamó campeón de liga, sigue teniendo consecuencias. Los Boixos Nois, los seguidores ultras del Barcelona, amenazan ahora a los radicales del Espanyol a los que han identificado en las imágenes del salto al terreno de juego. En los últimos días, se ha hecho viral la grabación de un boixo que exige a un aficionado del equipo blanquiazul que se borre un tatuaje. “Si no te lo quitas, te voy a apuñalar”, advierte.

Los Mossos investigan ahora tanto el salto al terreno de juego, en el que participaron un centenar de personas, como las amenazas vertidas por los radicales contrarios, que considera un agravio que saliesen con la intención de agredir a los jugadores del FC Barcelona. Los Boixos Nois, explican esas mismas fuentes, han incrementado en los últimos años su actividad, siempre fuera del Camp Nou, donde tienen prohibida la entrada como grupo. La mayoría de los altercados los protagonizan en las inmediaciones del estadio, lo que ha supuesto también en ocasiones sanciones para el club azulgrana por la afectación al resto de aficionados.

El autor del audio amenazante al ultra del Espanyol, Francisco P., conocido como Paco el Gordo, ya ha protagonizado otros altercados. Hace un año, fue detenido por los Mossos d’Esquadra, junto a dos boixos más, acusado de ser una de las personas que destrozó un bar de la afición del Espanyol, Los Cazadores, en Cornellà, en una supuesta respuesta a un ataque previo. También entonces, corrió como la pólvora otro audio suyo: “Os hemos roto el bar… Vamos a quedar hoy. Vamos a limar asperezas hoy. ¿Cómo lo queréis? Si quieres a mano pelada, a mano pelada. Si lo queréis a cuchillo, a cuchillo. A lo que queráis. […] Estáis haciendo de una cosa de fútbol una guerra en la calle y al final os haremos daño de verdad. Sois una afición vosotros y nosotros somos delincuentes”.

La Policía Nacional también detuvo a Francisco P. en una operación en noviembre de 2021 centrada en la actividad ultra de los Boixos y la extrema derecha, con una quincena de detenidos. Entonces quedó en libertad con cargos, en un caso que investiga los delitos de organización criminal, blanqueo de capitales, tráfico de drogas y proxenetismo. De 44 años, acumula antecedentes desde joven por delitos como lesiones, amenazas, hurtos, conducción temeraria, asociación ilícita, obstrucción a la justicia, receptación... Francisco P. fue uno de los condenados en la sentencia de la Audiencia de Barcelona contra Los Casuals, una facción de los Boixos Nois, liderada por Ricardo Mateo, dedicada a extorsionar a empresarios del ocio nocturno y a propinar palizas por encargo. Fuentes policiales confirman que sigue bajo las órdenes de Mateo y que con ese tipo de audios pretende escalar posiciones en la organización.

Entre el hooliganismo ultra y la organización meramente criminal, hace años que los Boixos Nois están en el radar de la policía. Convertidos en la afición futbolística más temida, los radicales del Barça salieron de la pandemia con ganas renovadas y musculatura. “Han revivido”, explican fuentes policiales. Se puede ver en los corteos (una manifestación de hooligans), y también en la cantidad de enfrentamientos que han protagonizado, con peleas con otras aficiones, en Barcelona, en desplazamientos fuera e incluso directamente contra los Mossos d’Esquadra.

Fuera del ámbito meramente deportivo, también han causado problemas de peleas y amenazas en la zona Castelldefels y Gavà, vinculada a la seguridad en el mundo del ocio nocturno, explican fuentes policiales. En el pasado, fueron investigados por la utilización de jóvenes, bautizados como minicasuals, para provocar altercados en discotecas de Barcelona y alrededores. Si querían que los disturbios y la mala fama acabasen, tenían que contratarlos con ellos. Algunos empresarios les denunciaron por extorsión.

Uno de los últimos episodios protagonizados por los Casuals se produjo el pasado 9 de mayo, cuando un grupo de una decena de personas liderado por Ricardo Mateo -condenado en su día a 12 años de cárcel- se plantaron en la puerta de la Audiencia Provincial de Barcelona para mostrar su apoyo a un amigo al que juzgaban por tentativa de homicidio y amenazar a los que le acusaban. Los Mossos tuvieron que intervenir para que la cosa no fuera a mayores. El incidente se quedó en insultos y escupitajos.

En 2013, durante el juicio a Mateo y el resto de casuals se vivió uno de los episodios más graves que se recuerdan en una sala de vistas. El 27 de mayo de 2013, en una de las últimas sesiones, los acusados interrumpieron la vista para protestar por un despliegue de seguridad que consideraban excesivo y protagonizaron un intento de motín. Tras un intercambio de agarrones y forcejeos con los Mossos, algunos acabaron por los suelos. La escena se saldó, seis años después, con penas mínimas. También en ese juicio, recuerdan fuentes policiales, la mayoría de los testigos se desdijeron y no declararon contra los acusados, lo que supuso una reducción considerable de las penas de hasta 120 años que solicitaba para ellos la Fiscalía.

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