Aulas contra el acoso escolar

Escuelas e institutos despliegan actividades y talleres para empoderar a los alumnos en la autoestima y la empatía para frenar los casos de ‘bullying’

Alumnos de la escuela Ítaca de Badalona recrean un conflicto durante un taller contra el acoso escolar.Gianluca Battista

“Hay un chico de clase que chincha y a veces me peleo con él. Si insulta a mi familia, ¿qué vas a hacer, quedarte con los brazos cruzados?”, plantea un alumno de 4º de primaria ante la pregunta de la educadora sobre conflictos en el colegio, quien seguidamente cuestiona: “¿Y la violencia es la solución?”. “Se lo puedes decir al profe, pero no puede insultar a la familia porque nosotros no lo hacemos”, responde otra alumna. “Si hay un conflicto podemos sentarnos y hablarlo”, propone una compañera en tono conciliador.

La conversación forma parte de los talleres de prevención ...

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“Hay un chico de clase que chincha y a veces me peleo con él. Si insulta a mi familia, ¿qué vas a hacer, quedarte con los brazos cruzados?”, plantea un alumno de 4º de primaria ante la pregunta de la educadora sobre conflictos en el colegio, quien seguidamente cuestiona: “¿Y la violencia es la solución?”. “Se lo puedes decir al profe, pero no puede insultar a la familia porque nosotros no lo hacemos”, responde otra alumna. “Si hay un conflicto podemos sentarnos y hablarlo”, propone una compañera en tono conciliador.

La conversación forma parte de los talleres de prevención del acoso escolar que realiza la Fundación JOV en una decena de centros educativos, entre ellos, la escuela Ítaca de Badalona. Se trata de sesiones dinámicas —de una hora semanal a lo largo de un trimestre y durante tres años— centradas en tres ejes: el autoconocimiento y potenciar la autoestima, que conozcan sus puntos fuertes, y el trabajo de valores como el respeto o la bondad. “Por un lado, debemos hacer fuertes a los niños, para evitar que sean víctimas de acoso. Pero también educarlos en valores y en la bondad, porque entonces hay comportamientos que no te entran en la cabeza”, resume Sofía Vila, psicóloga y directora de la fundación.

El acoso escolar es una lacra de la que difícilmente se escapa ningún centro, aunque solo saltan al dominio público casos extremos o en un punto de no retorno como los recientes vividos en Sallent o La Ràpita. Y es que las cifras son alarmantes: el Departamento de Educación atendió 167 casos de acoso solo en el primer trimestre de este curso. Y los Mossos gestionan alrededor de un centenar de denuncias anuales, según datos de 2021.

Las escuelas hace tiempo que trabajan con iniciativas de resolución de conflictos y lucha contra el bullying. “Cuando hay un conflicto hacemos que hagan un escrito y reflexionen cómo lo tendrían que haber resuelto, desde hablar con el profesor, irse y huir del conflicto… Pero no lo pueden hacer en caliente, dejas que se calmen y entonces reflexionan”, explica Gemma Carreras, directora de la escuela Ítaca.

En este centro empezaron a impartir estos talleres justo después de la pandemia, cuando vieron el impacto que había tenido en los alumnos más vulnerables, que, en este centro, calificado como de máxima complejidad, son muy numerosos. “Son alumnos con mochilas muy pesadas, con situaciones muy complejas”, lamenta la docente. “Les enseñas a sobrevivir. Pero deberíamos tener más psicólogos porque los profesores no llegamos a todo. Te crea frustración ver a niños con problemas y no poderlos ayudar más. Y estos alumnos están pidiendo ayuda a gritos”.

Por eso, una de las claves que enseñan en estos talleres es que los niños sean capaces de reconocer sus emociones. “Es importante también ayudar al que agrede, porque si hace lo que hace posiblemente es que tiene rabia dentro y él tampoco está bien, algo le pasa. También tenemos que intentar comprenderlo”, explica a los alumnos Mireia Balcells, la educadora de la fundación que imparte el taller. La directora asegura que la estrategia está dando sus frutos: “Los alumnos reconocen más sus emociones y así pueden detectar qué les pasa y el origen del problema. Y ven que el conflicto no es el patio, sino otra cosa que les preocupa”.

En la escuela Ítaca participan en los talleres alumnos de 3º a 5º de primaria. Al final de la sesión del pasado 23 de marzo, los alumnos de tercero recrean un conflicto. En este caso, un niño zarandea a la compañera sin motivo aparente. Ella le dice que pare, que le molesta. Le pregunta por qué lo está haciendo y le recuerda que, si no le gusta que lo molesten, él tampoco debe hacerlo. El niño finalmente pide perdón. “¿Y estás contento cuando lo haces?”, le pregunta la educadora. “No. No lo volveré a hacer”, concluye el niño.

Los pequeños acaban contentos el taller. “Aprendemos mucho sobre las emociones y al final salimos más relajados”, comenta Aaima. “Cuando tienes un conflicto no te lo tienes que guardar, porque entonces duele”, añade Israa.

Taller de prevención del ciberacoso impartido por los Mossos en el instituto Estany de la Ricarda de El Prat de Llobregat. MASSIMILIANO MINOCRI

El riesgo del móvil

Una de las actividades habituales son las charlas por parte de policías. Algo que no siempre resulta efectivo. “Se hizo una encuesta preguntando a los alumnos a quién explicaban los problemas que tenían y el 80% respondió que a sus compañeros, así que nos dimos cuenta que nuestro mensaje no llegaba y que debíamos hacer un cambio de estrategia”, admite Víctor Corbatón, mosso de la Oficina de Relaciones con la Comunidad de la comisaría de El Prat de Llobregat. Con esta premisa, los Mossos d’Esquadra pusieron en marcha el programa De tu a tu, en que los agentes forman a un pequeño grupo de estudiantes de los últimos cursos de ESO para que, posteriormente, sean estos los que realicen las charlas a sus compañeros de etapas inferiores. “No es lo mismo recibir un consejo de un adulto que de un amigo, de un igual, es una relación de tú a tú. Desde entonces llegamos a más jóvenes y detectamos más casos”, añade Corbatón.

El instituto Estany de la Ricarda de El Prat de Llobregat participa en el programa desde su creación, en 2014, y también en varias iniciativas más también relacionadas con la lucha contra el bullying. El pasado 29 de marzo, cinco alumnos de 3º de ESO se estrenaban y recibían la primera de las cuatro sesiones previstas sobre Internet segura, en que tratarán el acoso escolar, el ciberacoso, situaciones de discriminación o acoso sexual. Y es que la presencia de los móviles en manos de adolescentes está haciendo de altavoz y amplificador de los casos de acoso escolar. “Les damos a los niños un móvil, pero no un carnet para saber usarlo. Y cada vez se los damos antes. Y el móvil es la puerta de entrada a la pornografía, al juego… Pero no se puede vetar el acceso a Internet, así que lo que hay que hacer es enseñarles a usarlo”, defiende Josep Maria Felip, director del instituto.

Al empezar la sesión, los alumnos visualizan diferentes vídeos que recrean algunas de estas problemáticas. “Esto realmente pasa. Cuando lo haces tú te sientes bien, pero si te lo hicieran a ti no te gustaría, y la gente lo pasa mal, hasta hay quien se quita la vida para no sufrir más”, reflexiona Eric. “La víctima se debe sentir devastada porque ver que todos están contra ti tiene que ser duro”, añade su compañero Andreu.

¿Y los amigos? Ellos son clave para acabar con esta lacra. “Los amigos dejan solo a quien sufre acoso por temor a que ellos también se conviertan en víctimas. Pero si los amigos no le siguen las bromas al acosador, el problema se detiene. Por eso es importante que expliquéis a los amigos que ellos pueden acabar con el acoso”, anima el agente. Sara lo sabe bien. Asegura que ha sufrido episodios de bullying. “Pero amigos hay pocos y la mayoría te dejan plantada”, lamenta.

Al final de la primera sesión, los alumnos valoran la charla. “Es importante tener herramientas para controlar lo que pasa y si podemos pararlo, mejor”, tercia Eric, cuyo hermano mayor también participó como formador hace unos años. Pero lo que han aprendido es bidireccional. “También nos ayuda a concienciarnos a nosotros de no acosar a nadie”, remata Andreu.

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