Los delitos sexuales aumentan un 27% en Barcelona frente a 2019

Las cifras generales indican que la delincuencia en Barcelona se reduce (14,6% menos) en comparación con 2019, el primer año previo a la pandemia que estadísticamente es comparable con 2022. Pero si la lupa se centra en la violencia sexual, los datos siguen la tónica general preocupante de los últimos balances policiales, con un crecimiento del 27%. La alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, ha asegurado en la rueda de prensa después de la junta local de seguridad que parte de ese aumento se debe a que más mujeres se atreven a ...

Las cifras generales indican que la delincuencia en Barcelona se reduce (14,6% menos) en comparación con 2019, el primer año previo a la pandemia que estadísticamente es comparable con 2022. Pero si la lupa se centra en la violencia sexual, los datos siguen la tónica general preocupante de los últimos balances policiales, con un crecimiento del 27%. La alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, ha asegurado en la rueda de prensa después de la junta local de seguridad que parte de ese aumento se debe a que más mujeres se atreven a denunciar lo que antes no contaban a la policía, una “cifra oculta” aflorada. En la última década, este tipo de delitos ha aumentado un 65% en Cataluña, sin que exista una explicación en profundidad de a qué se debe.

La policía catalana ha puesto en marcha de diversos planes para la concienciación y la prevención ante este tipo de violencias, como el que incide en las zonas de ocio nocturno, con rutas de seguridad y centrados en la víctima. Las cifras presentadas este jueves señalan que la violencia en el ámbito del hogar ha crecido un 40,9 % (de 1.310 denuncias a 1.846). En cuanto a la violencia de género, mantiene una tendencia al alza cada año y, con respecto al año 2019, estos hechos crecieron un 24,5 %, de 2.329 a 2.903, un aumento apreciable en prácticamente todas las áreas de este delito. Entre las tipologías de violencia de género, suben especialmente los maltratos y la violencia habitual en el hogar en un 58 % (de 707 a 1.121), y la ruptura de la condena en un 53 % (de 230 a 353).

Pese al aumento de los delitos de naturaleza sexual, el conjunto de hechos ilícitos en la capital catalana durante el año 2019 ha disminuido un 14,6% en 2022. Barcelona registró el año pasado 193.286 delitos frente a los 226.366 en 2019, uno de los peores años en cuanto a delincuencia en la ciudad, que vivía inmersa en una dinámica de crecimiento de la inseguridad, que frenó en seco debido a la pandemia y paró completamente toda la actividad, también la de los delincuentes. Desde entonces, las denuncias han ido creciendo paulatinamente sin alcanzar los números de tres años antes.

La caída de hechos ilícitos está relacionada principalmente con el descenso de hurtos y sustracciones con violencia en la vía pública, pero también con los robos con fuerza en el interior de domicilio y en establecimientos comerciales. Los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona realizaron el año pasado 22.154 detenciones, una media de 61 al día, e investigaron a 51.309 personas, una media diaria de 140. En comparación con 2019, las detenciones bajaron solo un 1% y los investigados crecieron un 2%. Los hurtos, con unos 260 casos al día, son prácticamente la mitad de todos los hechos delictivos en la ciudad (49%) y bajaron un 26,6 % en comparación con 2019 (de 129.151 a 94.826). Los robos violentos se redujeron un 13%, con unos 30 casos al día de media (11.188). En el 87% de los casos no se utilizaron armas y el 2% de las víctimas necesitaron asistencia sanitaria. En la mayoría de las cosas, el objeto robado en la calle es un teléfono móvil (45%), seguido de los relojes (7%).

Las lesiones, en cambio, aumentaron el año pasado un 11%, sobre todo a causa de peleas donde se detecta el uso de armas blancas. Los Mossos han puesto en marcha un plan específico para frenar la situación. Solo en Barcelona, los hechos penales instruidos con una navaja o un objeto similar han aumentado un 32% (un 44% en toda Cataluña) y suponen un 26% del total de procedimientos respecto a toda Cataluña. La Guardia Urbana compró el año pasado más de 50 detectores de metal para prevenir la posesión de armas blancas en la calle y los Mossos han licitado también varias compras de este tipo de palas para retirarlas antes de que se usen en un delito. Por otra parte, las estafas en Barcelona han aumentado un 30,7 %, un delito que mayoritariamente se comete por Internet y que desde 2019 ha mantenido una tendencia al alza.

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