Barcelona permitirá ubicar pequeños almacenes de paquetería o taquillas de entrega de compras por internet en los aparcamientos

El plan especial urbanístico contempla nuevas actividades en parkings subterráneos para liberar espacio público

Taquillas para recoger compras hechas por internet en un aparcamiento municipal de Barcelona, en una imagen de archivo.Albert Garcia Gallego

Plazas de aparcamiento subterráneo de rotación que se usen para almacenar pequeña paquetería (centros de microdistribución), taquillas para recoger compras hechas por internet (incluso comida refrigerada), cajeros automáticos, máquinas de vending o intercambio de baterías y recarga de vehículos eléctricos. Son los principales usos que contempla el plan espec...

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Plazas de aparcamiento subterráneo de rotación que se usen para almacenar pequeña paquetería (centros de microdistribución), taquillas para recoger compras hechas por internet (incluso comida refrigerada), cajeros automáticos, máquinas de vending o intercambio de baterías y recarga de vehículos eléctricos. Son los principales usos que contempla el plan especial urbanístico que prepara Barcelona para dar nuevos usos a los parkings, tanto si son públicos como privados, y liberar espacio público en superficie. Lo han explicado este martes las tenientes de alcalde de Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, y de Agenda 2030, Laia Bonet. El Ayuntamiento tiene la intención de aprobar el plan en comisión de Gobierno esta semana, que esté en exposición pública y aprobarlo en febrero o marzo.

“Es un win-win clarísimo poner estos nuevos usos a disposición de los aparcamientos de la ciudad” ha celebrado Bonet, que como concejal de Movilidad capitanea la estrategia DUM (Distribución Urbana de Mercancías) de la ciudad. “Hay que cambiar la cultura del reparto de mercancías a la recogida en consignas, lo que contribuirá a liberar espacio público y tráfico”, ha añadido. Sanz ha hablado de cómo se puede pasar “de los aparcamientos del siglo XX al siglo XXI” y de utilizar el urbanismo para “pensar en actividades complementarias en el subsuelo”.

En realidad, empresas como SABA (privada), BSM o BAMSA (públicas) ya destinaban espacio a estos usos, pero hasta ahora se ubicaban en espacios que no eran plazas de aparcamiento o eran rincones, han explicado las dos concejales. El plan especial contempla además condiciones para que estas actividades sean “complementarias” a la actividad principal de garaje. No podrá haber más de 10 plazas de aparcamiento destinadas a los nuevos usos; siempre tendrá que haber 40 plazas destinadas a la rotación; y los usos complementarios tendrán que ubicarse en la primera planta subterránea.

Xavier Ferrer, presidente del Gremio de Garajes, ha destacado que los equipamientos que representa evitan que haya coches en la vía pública y ha asegurado que los nuevos usos liberarán todavía más espacio. “No todos los aparcamientos se podrán adaptar pero para los que sí puedan hacerlo supondrá también una nueva fuente de ingresos”, ha señalado. Entre aparcamientos públicos y privados, Barcelona tiene 620 establecimientos. Sobre los privados, Ferrer ha detallado que, de media, un 70% de las plazas son de abonados y el 30% de rotación. No ha precisado cuál es porcentaje medio de ocupación de las de rotación.

Ferrer ha explicado que los aparcamientos con plazas de rotación están vigilados (con personal físico o con cámaras de videovigilancia) y el plan prevé que los negocios establezcan una regulación horaria para acceder a las nuevas actividades. Las plantas subterráneas en las que se ubiquen (siempre la primera en el subsuelo) deberán tener acceso directo desde la calle.

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Barcelona está diseñando una estrategia de distribución urbana de mercancías (DUM), la llamada última milla, con el horizonte del año 2030. Para la microdistribución de compras por internet ya hay 17 pruebas pilotos de centros DUM en aparcamientos, explicó el consistorio el pasado mes de febrero, pero ya entonces apuntaron que el potencial es mucho mayor porque en la ciudad hay cientos de aparcamientos. Los centros de microdistribución almacenan a diario paquetes que llegan en furgonetas y se distribuyen por los barrios en vehículos más limpios, eléctricos o bicis de carga.

La estrategia DUM también pasa por la distribución de comida fresca en mercados municipales, que tienen gran capilaridad por la ciudad. El año pasado había seis que contaban con taquillas: el de La Concepció, Lesseps, Provençals, Ninot, Llibertat y Sants. Y los mercados de La Boqueria, Sant Antoni, Sagrada Familia y Guinardó las tenían las taquillas en aparcamientos junto al mercado. Otras iniciativas de la estrategia pasan por convertir locales en planta baja que eran tiendas y han cerrado en centros de distribución, o potenciar la distribución que realizan grandes vehículos en la franja de noche. En este caso, no se trata de compras en línea, sino de la carga y descarga de grandes volúmenes en supermercados.

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