Aragonès exhibe el apoyo de los agentes sociales a los Presupuestos para presionar a sus posibles socios en el Parlament
ERC recurre a la foto con sindicatos, entidades y patronal en un intento de compensar la imagen de minoría en la Cámara y apuntalar el relato del Govern transversal
El Govern monocolor de ERC que encabeza Pere Aragonès trata de alcanzar acuerdos con los partidos de la oposición para hacer más llevadero lo que queda de mandato y, en primera instancia, aprobar los Presupuestos autonómicos del próximo año. Pero en paralelo, intensifica su acercamiento con sindicatos, entidades sociales y patronales para no solo llenar de contenido su idea de Ejecutivo transversal sino también como una herramienta que disimule su minoría de solo 33 de los 135 diputados del Parlament. Hace dos semanas su consejero de Empresa, Roger Torrent, se hizo una fotografía con los máxim...
El Govern monocolor de ERC que encabeza Pere Aragonès trata de alcanzar acuerdos con los partidos de la oposición para hacer más llevadero lo que queda de mandato y, en primera instancia, aprobar los Presupuestos autonómicos del próximo año. Pero en paralelo, intensifica su acercamiento con sindicatos, entidades sociales y patronales para no solo llenar de contenido su idea de Ejecutivo transversal sino también como una herramienta que disimule su minoría de solo 33 de los 135 diputados del Parlament. Hace dos semanas su consejero de Empresa, Roger Torrent, se hizo una fotografía con los máximos representantes de Foment del Treball, Pimec, CC OO y UGT para presentar un nuevo marco sobre políticas de empleo y este lunes ha hecho lo mismo Aragonès para exhibir un acuerdo inédito que supone incluir propuestas de los agentes sociales en una ley presupuestaria de Cataluña. El monte total se eleva a más de 1.400 millones de euros. Tradicionalmente, el contenido de las cuentas que salían de la Cámara se explicaba a esos sectores pero a posteriori.
Aragonès, desde que se embarcó en la aventura del Ejecutivo en solitario tras la partida de Junts, no para de hacer llamamientos a la “responsabilidad” de los otros partidos para aprobar las cuentas. Su argumento es que es imposible no arrimar el hombro con las cuentas en un contexto de incertidumbre como el actual, con un encarecimiento de la vida que no se veía en décadas y el mundo productivo haciendo malabares ante los precios de la luz y las materias primas. De ahí que dentro de la relevancia que dice querer darle este mandato al diálogo social justificara que se diera más juego a los agentes sociales. De hecho, se acuñó la idea de “Presupuestos de país” para precisamente querer cargar a la oposición la culpa en caso de no lograr que las cuentas salieran adelante.
Los posibles socios para las cuentas (Junts, PSC y En Comú Podem), sin embargo, se quejan de que ese llamamiento no se acompañara de una negociación real y que ahora se quiera presionar el cierre del acuerdo. Los tres coinciden en que los republicanos, con soberbia, actúan como si tuvieran una mayoría absoluta. Con todo, el acuerdo con las cúpulas patronales y sindicales pone aún más el énfasis en ese discurso de la responsabilidad. Pero también supone un buen argumento para defender el apoyo de los exsocios, socialistas y comunes más allá de las batallas partidistas y con tinte electoral.
La maniobra no solo implica réditos para unos republicanos que cada pleno experimentan la amargura de la minoría parlamentaria sino también para los agentes sociales. El total de las partidas de gasto aprobadas asciende a más de 1.400 millones de euros. Entre sus éxitos figura elevar un 8% (hasta los 615 euros) el Indicador de Renta de Suficiencia de Cataluña (IRSC), con el que se miden quién puede cobrar determinadas ayudas sociales y que reclamaban los sindicatos. Llevaba más de 10 años congelado. La Mesa del Tercer Sector considera que para compensar la falta de actualización sería necesario que el incremento fuera del doble, pero la nueva situación ya es todo un logro tras años de reivindicaciones. El borrador de cuentas que había dejado listo Junts antes de abandonar el Ejecutivo, en octubre pasado, ya incluía la mejora en el IRSC y los ahora miembros de la oposición también la incluyen en su propuesta de pacto con los republicanos.
El Pacto Nacional para la Industria, el ejemplo más paradigmático del diálogo social y que ERC está determinado a replicar en otras áres, también logra que se concreten 680 millones de euros de inversiones. “Para nosotros era una oportunidad para aprovechar su debilidad; pero ellos lo aprovechan para negociar [con los partidos], está claro”, señala el secretario general de CC OO en Cataluña, Javier Pacheco, quien celebraba el hecho de que por primera vez se introduzcan medidas en el anteproyecto presupuestario que deberá aprobar el Govern antes de su aprobación.
Fuentes de Fomento del Trabajo defienden una idea similar. ERC está intentando de aproximarse a los principales agentes económicos para dar la idea de que están centrados en la gestión del día a día, pero también porque son conscientes de la relevancia de presionar para sacar adelante las cuentas de 2023 y facilitar la gestión de la tesorería de la Generalitat. El presidente de la patronal, Josep Sánchez Llibre, ha aprovechado para instar a las formaciones parlamentaria a buscar un acuerdo para poder hacer realidad las cuentas. El Govern aspira a tener “el mayor apoyo posible”, pero de momento solo ha llegado a concreciones con los comunes. Es necesario al menos el sí de Junts o de PSC o que ambos se abstengan.
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