Salón de oficios, matrícula gratis para chicas o simplificación de la burocracia: algunos de los 10 retos para prestigiar la FP en Cataluña
La Generalitat despliega un decálogo de medidas para ordenar la oferta de Formación Profesional, mejorar la orientación o reducir los trámites administrativos
“Esta será la legislatura de la Formación Profesional [FP]”, acostumbra a repetir el consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray. La Generalitat planea dar un vuelco a la FP para corregir las disfunciones actuales y lograr prestigiar unos estudios que hasta hace pocos años eran vistos como una vía a los alumnos con peores notas. “Queremos que el sistema sea más eficiente; poner a la persona en el centro para que a través de ventanas únicas pueda elegir la mejor opción para proyectar su itinerario formativo y...
“Esta será la legislatura de la Formación Profesional [FP]”, acostumbra a repetir el consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray. La Generalitat planea dar un vuelco a la FP para corregir las disfunciones actuales y lograr prestigiar unos estudios que hasta hace pocos años eran vistos como una vía a los alumnos con peores notas. “Queremos que el sistema sea más eficiente; poner a la persona en el centro para que a través de ventanas únicas pueda elegir la mejor opción para proyectar su itinerario formativo y profesional”, resume Fabián Mohedano, presidente de la Agencia Pública de Formación y Cualificación Profesionales de Cataluña, un organismo donde están representados Govern, patronales y sindicatos, y que ha elaborado un decálogo de medidas.
1. Integración FP y formación ocupacional. Hace tiempo que los diferentes actores debaten sobre la necesidad de fusionar dos ámbitos formativos que hasta ahora caminan de espaldas: la FP (que depende de Educación) y la formación ocupacional (adscrita a Trabajo). Según el horizonte 2030 en que trabaja la Agencia, la idea es crear un único sistema que recoja toda la oferta. Un primer paso se verá a principios de 2023 con la creación de 40 institutos —fruto de la reforma de los ya existentes— que integrarán ambas ofertas.
2. Prospección de la oferta. Uno de los mantras más repetidos es la necesidad de casar la oferta de títulos con las necesidades del mercado. La Agencia planea tener listo para finales de año un informe con las demandas de las empresas de los diferentes territorios para diseñar la oferta formativa a una década vista. “Esto significa que Educación no puede planificar sola las plazas. No se puede ofertar 400 plazas de Vídeo disc-jockey, aunque los alumnos lo pidan”, subraya Mohedano.
3. Orientación y promoción. Otro de los pilares, con mucho margen de mejora, es la orientación de los alumnos y la información sobre los títulos, para evitar, como pasa ahora, que muchos abandonen durante el primer año. La idea es poner el foco en explicar los oficios y utilizar de altavoz las ferias. “Hasta ahora un alumno salía de una feria cargado de trípticos. Pero tenemos que transformar el Saló de l’Ensenyament en un Saló d’Oficis, traer una línea de montaje de la Seat o enseñar a ordeñar una vaca”, ejemplifica Mohedano.
4. Perspectiva de género. La nueva orientación también debe introducir una perspectiva de género. Aunque casi hay paridad en el volumen de estudiantes, lo cierto es que las profesiones de uno y otro sexo están muy marcadas, unas barreras que se pretende eliminar. De momento ya se ofrece la matrícula gratis para las chicas que opten por estudios industriales como instalación de energías renovables, electrónica o mecánica, entre otros.
5. Preinscripción. Sin duda, uno de los eslabones que ha fallado este curso es el proceso de inscripción y matrícula. La complejidad del proceso, la novedad en dar prioridad de acceso a los alumnos de 4º de ESO y el adelanto del inicio del curso se han plasmado en una lentitud y un retraso que han provocado que casi 3.800 alumnos se incorporen más de dos semanas después del inicio de las clases. Educación se ha comprometido a corregirlo y que el año próximo el proceso se cierre antes de agosto. Pero la Generalitat también trabaja, con el horizonte en 2024, para unir la oferta de FP superior y de la universidad en un solo proceso de preinscripción.
6. Acreditación. Mohedano abunda en que actualmente existe un doble problema, aunque parezca una paradoja: la sobrecualificación (“hay demasiados universitarios y algunos acaban en trabajos por debajo de su nivel”) y la baja cualificación (personas sin título, pero con experiencia y habilidades para ciertas tareas). La meta de la Generalitat es reducir la población con alta cualificación del 46% actual al 40% óptimo marcado por Europa, aumentar los de nivel medio del 24% al 45% y reducir la franja baja del 30% actual al 15%. La agencia considera que este 30% no es real porque muchas personas tienen buenas habilidades, pero no están acreditadas. “Puedes tener a un joven trabajando en la hostelería, con dotes de liderazgo y que sabe francés o inglés, pero no tiene un título”, tercia Mohedano. La Generalitat ha puesto en marcha un programa para acreditar a estos trabajadores. En lo que va de año, cerca de 10.000 personas ya lo han tramitado, mayoritariamente mujeres de mediana edad y de sectores como el cuidado de las personas, la limpieza o la animación turística.
7. Impulso de la FP dual. Todos los sectores coinciden también en dar empujón a la FP dual —donde ganan peso las prácticas en empresas—, pero sindicatos e institutos advierten de que hay que asegurar que se mantiene la calidad de la enseñanza.
8. Profesorado. A las propuestas de la Generalitat, los centros añaden otras deficiencias del sistema, como la falta de profesores en algunas especialidades. “Encontrar a un informático o a un especialista en mecatrónica es difícil, porque ya tienen trabajo en el sector privado, cobrando el doble. No podemos competir. Pero no se puede crear un montón de plazas en informática sin pensar en quién va a formar a los alumnos”, se queja José Luis Duran, director del instituto Escola del Treball de Barcelona, quien propone crear un cuerpo de profesores parecido al de los profesores asociados de las universidades (con trabajo en empresas, pero que imparten unas horas de clase).
9. Inversión. Los centros reclaman más dotación para equipamientos y renovación de maquinaria. “La Generalitat no tiene un plan de inversión. Si se quiere crear un título sanitario es necesario crear un espacio de simulación para hacer prácticas. Y los equipos no duran tota la vida”, constata Duran.
10. Enseñanza a distancia. Desde CC OO piden el impulso de la FP en línea, especialmente a través del IOC. “Es urgente porque hay una mucha privatización, especialmente en cuanto a la formación a lo largo de la vida”, destaca Rosa Villaró, responsable de Políticas Educativas y FP del sindicato.
La lista no se acaba aquí. La reducción de las ratios, el tomarse en serio la escuela inclusiva o fomentar la movilidad internacional son otros elementos que escuelas y sindicatos reclaman para dar un giro a la imagen que se tiene de estos estudios. “La FP tiene que convertirse en una opción atractiva y que las familias la vean como una primera opción. Hay mucho desconocimiento y es necesario darla a conocer ya desde primaria”, remacha Duran.
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