Las bases de Junts votan sobre la permanencia en el Gobierno catalán en pleno cisma del partido

Aragonès advierte de que no tolerará nuevas deslealtades si su socio se mantiene en el Ejecutivo

La expresidenta del Parlament, Laura Borràs, sigue el pleno desde el palco de invitados, este miércoles.Albert Garcia

Clima de cisma en la cúpula de Junts per Catalunya. Los socios de ERC en el Ejecutivo empiezan este jueves la consulta a sus bases sobre la continuidad o no en la coalición de Gobierno y la cita de participación interna comienza con un mensaje contradictorio por parte de su cúpula. Mientras que la presidenta Laura Borràs ha comunicado a través de Twitter que votará en contra de mantenerse en la Generalitat, su ...

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Clima de cisma en la cúpula de Junts per Catalunya. Los socios de ERC en el Ejecutivo empiezan este jueves la consulta a sus bases sobre la continuidad o no en la coalición de Gobierno y la cita de participación interna comienza con un mensaje contradictorio por parte de su cúpula. Mientras que la presidenta Laura Borràs ha comunicado a través de Twitter que votará en contra de mantenerse en la Generalitat, su número dos, Jordi Turull, ha optado por no hacer público el sentido de su voto, argumentando que sigue así las recomendaciones apelando a la neutralidad de los cargos orgánicos e institucionales del partido hecha este miércoles por la sindicatura que garantiza la transparencia del proceso. El pasado viernes, Turull se había comprometido a hacer público su posicionamiento. “No me puedo poner de perfil”, había dicho. Antes del comunicado de la sindicatura, decenas de cargos habían anunciado su intención de voto.

Desde que se convocó la consulta, el pasado lunes, las redes sociales y los grupos de mensajería entre militantes arden con mensajes a favor de cada una de las opciones. Las dos posiciones más esperadas, la de Borràs y la de Turull, han llegado este miércoles pero han llevado al desconcierto entre las filas del partido y empujan a la formación al abismo. En los pasillos del Parlament, donde se ha celebrado la sesión de control al president Pere Aragonès, el tema más recurrente en los corrillos era el recuento sobre qué primeras espadas de Junts se ubicaban en qué bloque. El portavoz del partido, Josep Rius; dos de sus vicepresidentes, Aurora Madaula y Francesc de Dalmases o el diputado Jaume Alonso Cuevillas, ya habían expresado la misma posición. Puigdemont no lo ha hecho directamente, pero sí ha retuiteado mensajes en ese sentido.

Pero esas cábalas han sido interrumpidas por un comunicado de la sindicatura electoral de Junts. En ellas recomendaban a los altos cargos orgánicos e institucionales que se abstuvieran de utilizar esas tribunas para hacer campaña por una u otra opción. Pese a ello, Borràs ha hecho público su rechazo a seguir compartiendo coalición con ERC. Lo ha comunicado en las redes sociales, argumentando que prefiere dejar el Ejecutivo por “coherencia y respeto a los votantes de Junts y a los votantes independentistas del 14-F”. “Votaré No a quedarnos en un Govern que hemos certificado que no avanza nacionalmente y por tanto tampoco garantiza nuestro progreso como sociedad”, ha ahondado en un tuit con una foto que la mostraba hablando desde un atril con el logo del partido. La líder comunicaba el sentido de su voto en la consulta poco después de que Pere Aragonès, el presidente de la Generalitat, hubiera reiterado durante la sesión de control su voluntad de mantener el pacto con Junts en el Ejecutivo.

Tras ese mensaje, la sindicatura ha enviado un nuevo comunicado, en el que ha pedido que no se usaran los logos y colores de Junts, asegurando que eso podía generar confusiones entre la militancia y se diera a a entender que era una posición oficial y no personal. Y, posteriormente, también vía Twitter, Turull ha explicado que finalmente no comunicará qué votará, para respetar lo que ha determinado el órgano de garantías de la consulta. “La neutralidad reclamada por la sindicatura electoral la pongo al servicio de la cohesión y el fortalecimiento de este gran proyecto colectivo que es Junts”, ha escrito. El pasado lunes, en la presentación de la consulta, el número dos del partido había sido vehemente al afirmar que se posicionaría. “Un secretario general no se puede poner de perfil”, había asegurado. El posicionamiento de ambos líderes alienta los aires de ruptura también en el seno de Junts. Borràs lo tendrá muy complicado para continuar como presidenta si su opción sale derrotada. Turull, al no haberse pronunciado públicamente, lo tendrá más fácil para sobrevivir al bache gane la opción que gane.

La crisis entre los socios del Govern ha planeado en toda la sesión del pleno “Quiero que este Govern continúe y lo digo con toda claridad: ha hecho muy buen trabajo en poco tiempo”, ha afirmado el president tras la intervención de Albert Batet, jefe de filas de Junts. Con todo, el líder del Govern ha exigido a su socio una entrega al 100% y que esa disposición no se limite únicamente a los consejeros. “Se debe apoyar con toda la voluntad de corresponsabilidad, respeto mutuo y máxima lealtad institucional que nunca podemos perder”, ha apostillado, un día después de que Borràs se refiriera a la coalición como un “Gobierno fraudulento”.

Conciliador

Durante su intervención en la sesión de control, Aragonès se ha mostrado conciliador con sus socios y con sus reivindicaciones como, por ejemplo, la de coordinación en el Congreso en asuntos que conciernen al Govern, aunque ha vuelto a reiterar que no se puede imponer nada. “Necesitamos poder abordarlo en condiciones. Evidentemente, no serviría de nada un acuerdo y que dentro de 15 días volvamos a estar igual”, ha avisado de forma concisa a una formación en plena vorágine y en medio de una campaña espontánea en la que muchos de sus cuadros se han posicionado a favor de seguir o no en el Govern.

Aragonès ha dado esa imagen de acercamiento, pero paralelamente está preparando todos los escenarios por si Junts deja el gabinete. No es esa la intención de la mayoría de los seis consejeros afectados, que han intervenido en la sesión (Victòria Alsina, de Acción Exterior, o Lourdes Ciuró, de Justicia) sin mencionar la crisis desatada por la petición de Junts de que el president se sometiera a una cuestión de confianza y este respondiera destituyendo al vicepresident Jordi Puigneró. Solo la consejera de Investigación y Universidades, Gemma Geis, que ha asumido la cartera de Territorio que dejó vacante Puigneró tras ser destituido, se ha negado a responder a una pregunta del PSC sobre el transporte en la comarca de la Anoia.

Geis le ha dicho a Alba Vergés, presidenta en funciones de la Cámara, que ya había anunciado que no respondería a esa pregunta de la sesión de control al Govern ante la ausencia de Puigneró. La consejera, afín a Puigdemont, ha despejado un poco el paisaje al revelar después que si no hay coordinación en el Congreso entre los dos socios no se ve con ánimo de seguir siendo consejera de Universidades porque no podrá hacer su trabajo con garantías. A preguntas de su propio grupo, Geis ha advertido de la necesidad de defender la ley de universidades catalana. “Como consejera, si no cumplimos con los pactos de Govern y no puedo asegurar que vamos a Madrid con la fuerza de defender el sistema universitario catalán, trabajando en complicidad, no me veo capaz de seguir con mi tarea como consejera”, ha rematado.

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