Un juez investiga por fraude fiscal al médico de confianza de Juan Carlos I en Barcelona
La Fiscalía acusa al doctor de ocultar ingresos por 1,3 millones y señala como cooperador a un magnate mexicano amigo íntimo del rey emérito
Un juez de Barcelona mantiene abierta una investigación por fraude fiscal contra dos personas cercanas a Juan Carlos I: el médico Manuel Sánchez Sánchez y el magnate mexicano Allen Sanginés-Krause. Sánchez es uno de los médicos de confianza del rey emérito, que se ha sometido en su clínica de Barcelona a tratamientos de medicina preventiva y contra el envejecimiento. Sanginés-Kraus...
Un juez de Barcelona mantiene abierta una investigación por fraude fiscal contra dos personas cercanas a Juan Carlos I: el médico Manuel Sánchez Sánchez y el magnate mexicano Allen Sanginés-Krause. Sánchez es uno de los médicos de confianza del rey emérito, que se ha sometido en su clínica de Barcelona a tratamientos de medicina preventiva y contra el envejecimiento. Sanginés-Krause es un amigo íntimo que pagó algunos de esos servicios, que la Fiscalía investigó y archivó tras la regularización extraordinaria presentada por el exjefe del Estado.
El proceso judicial abierto en Barcelona parte de una querella de la Fiscalía y se basa en el supuesto fraude fiscal cometido por el doctor ―con ayuda de su esposa y del empresario mexicano― que le permitió ocultar a Hacienda ingresos por 1,3 millones de euros entre 2016 y 2018. La Fiscalía sostiene que todos ellos simularon la ampliación de capital de la sociedad que gestiona el centro médico donde atiende al rey emérito desde 2017, en un palacete modernista (la Casa Alemany). El presunto fraude fiscal en esos tres años asciende a más de 604.000 euros, según recoge la querella.
Uno de los indicios que, según la Fiscalía, permite afirmar que la ampliación de capital fue simulada es el “perfil del inversor”. La sociedad que presuntamente llevó a cabo la operación financiera es propiedad de Sanginés-Krause, un ciudadano mexicano con pasaporte británico a cuyo nombre Sánchez emitió “facturas correspondientes a servicios prestados al rey emérito, cliente suyo desde hace muchos años”. Esa es la única alusión a Juan Carlos I en la querella, que fue presentada en mayo y admitida a trámite por el titular del juzgado de instrucción número 29 de Barcelona, tal como avanzó este lunes El Periódico de Catalunya.
La Fiscalía acusa a Sánchez como autor de tres delitos contra la hacienda pública por no incluir, en su declaración de IRPF, rentas por valor de 1,3 millones. Tanto su esposa como el magnate mexicano están considerados cooperadores necesarios, ya que su colaboración en la simulación de las ampliaciones de capital fue esencial para poder cometer el fraude. Sánchez y la mujer han defendido, en su declaración como investigados ante el juez, la bondad de las operaciones económicas. Sanginés-Krause aún debe prestar declaración, según fuentes judiciales.
La querella presenta a Sánchez como un “reputado médico especialista en medicina estética, preventiva y del antienvejecimiento”. Empezó a relacionarse con Juan Carlos I hace más de dos décadas, cuando trabajaba en la Clínica Planas de Barcelona como especialista en medicina estética y antienvejecimiento. En 2016 decidió abrir su propia clínica, que gestiona a través de una sociedad. Sánchez declaró, insiste la Fiscalía, una “mínima parte” de los ingresos que percibió entre 2016 y 2018 y destaca que sus retribuciones proceden de prestar servicios a “una clienta con elevada capacidad económica”.
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