Cinco playas nudistas en Cataluña para disfrutar
La Cala de l’Illa Roja, en Begur, está señalizada por primera vez desde este verano como espacio nudista
Aquellos que quieran disfrutar del sol y el mar en libertad y en total contacto con la naturaleza disponen en Cataluña de más de 60 playas de uso nudista. Los 580 kilómetros del litoral catalán, desde el Alt Empordà al Montsià, cuentan con playas y calas ubicadas en plena naturaleza o semiurbanas y más o menos concurridas, en las que se practica el nudismo. La mayoría de ellas, no obstante, son mixtas, es decir, que conviven los nudistas con los “textiles”, que es como se denomina a los usuarios de la playa que llevan b...
Aquellos que quieran disfrutar del sol y el mar en libertad y en total contacto con la naturaleza disponen en Cataluña de más de 60 playas de uso nudista. Los 580 kilómetros del litoral catalán, desde el Alt Empordà al Montsià, cuentan con playas y calas ubicadas en plena naturaleza o semiurbanas y más o menos concurridas, en las que se practica el nudismo. La mayoría de ellas, no obstante, son mixtas, es decir, que conviven los nudistas con los “textiles”, que es como se denomina a los usuarios de la playa que llevan bañador.
El nudismo no está prohibido y, por lo general, puede practicarse en todas las playas, a excepción de en aquellos municipios como Platja d’Aro, que lo han vetado explícitamente en sus ordenanzas. Los nudistas reivindican su manera libre de relacionarse con la naturaleza. Lo que antes llamaban “playas de tradición nudista”, ahora, explica Segimon Rovira, presidente del Club Català de Naturisme, prefieren llamarlas “de uso nudista”.
Los naturistas reivindican que el nudismo no debe limitarse exclusivamente a lugares señalizados como nudistas, porque legalmente se puede practicar en cualquier espacio público desde 1989. Luchan por defender su presencia en lugares que hace años que frecuentan y lamentan que a veces las masificaciones, con muchos bañistas no nudistas, les hacen sentir que se falta respeto a su tradición. Un gran paso se ha dado este verano en Begur, donde el Consistorio, escuchando las reivindicaciones de los naturistas y siguiendo las consideraciones del Síndic de Greuges, ha consensuado una señalización con discriminación positiva hacia ellos en la Cala de l’Illa Roja. “Aquí empieza un espacio nudista” dice un gran cartel que pide además “civismo y respeto a la diversidad” y recuerda que es un espacio de interés geológico. “Estamos muy contentos de haber conseguido que finalmente que haya una señalización, es una buena noticia”, sostiene Rovira.
1. Cala Illa Roja. Begur (Baix Empordà)
Por primera vez en la historia este junio ha sido señalizada como “espacio nudista”. Es quizás la más internacional y pionera de las playas nudistas de Cataluña, ya que cuando apenas empezaba el nudismo a asomar en los años 70, sus casi 180 metros de largo y 15 de ancho de arena fina y dorada, en pleno corazón de la Costa Brava, acogían ya a los primeros adeptos. Esta aislada cala debe su nombre a un islote rocoso que la preside y se tiñe de tonos rojizos a la salida y puesta del sol. Se encuentra protegida por una gran pared rocosa agrietada y una zona de pino mediterráneo; y por este entorno natural, pasa el camino de ronda que la bordea y que ofrece unas espectaculares vistas del acantilado y también de las Illes Medes. Sus aguas cristalinas atraen a muchos extranjeros, sobre todo franceses. El año pasado instalaron un chiringuito que atrajo a más visitantes no nudistas y generó cierta polémica. El establecimiento acabó perdiendo la licencia por incumplir las condiciones de servicio, pero este verano tiene previsto volver a abrir gracias a un permiso judicial. Los nudistas quieren un chiringuito, pero “más pequeño que el anterior y más respetuoso” con la tradición naturista. El acceso a la cala puede hacerse desde Begur por la playa de Sa riera o desde la playa del Racó, que linda con la playa de Pals. En ambos casos hay que caminar un poco.
2. Cala sa Boadella. Lloret de Mar (Selva)
En la Costa Brava sur, a las afueras del casco urbano, entre la playa de Santa Cristina y la de Fenals, está esta cala de arena blanca y gruesa. Se trata de un arenal tradicionalmente de uso nudista, sin embargo, en los últimos años el aumento de turistas ha hecho que también haya aumentado la fluencia de los bañistas textiles. Así, la parte derecha es donde se practica mayoritariamente el nudismo y en la otra mitad, por donde se accede y donde están los servicios públicos, es para el resto de bañistas. Destaca por su tranquilidad y un entorno que por el momento ha conseguido mantenerse muy virgen. Los servicios de transporte marítimo, que hacen ruta por distintas calas de Lloret y localidades colindantes permitiendo a los turistas ir de una playa a otra mientras admiran el litoral, no entran en esta cala por su composición rocosa. En varios puntos hay zonas rocosas que unen la arena, 250 metros de largo y unos 40 de ancho, con el mar. Está rodeada de acantilados y de un espeso pinar. Se accede por un camino de tierra de unos 200 metros, desde donde se puede dejar el vehículo.
3. Playa de la Musclera. Arenys de Mar (Maresme)
Es una playa semiurbana de unos 670 metros de longitud y entre 50 y 80 metros de arena de grano entre fino y medio, que dispone de paseo marítimo y limita con el municipio de Caldes d’Estrac. Su ambiente es familiar, dispone de todo tipo de servicios como duchas, pasarelas para personas con problemas de movilidad, un servicio de vigilancia y cuenta, en el sector de levante, con unos 200 metros en los que se practica el nudismo y está señalizado. Dispone de un Espacio de Interés Natural, hecho que ha llevado al municipio a llevar a cabo actuaciones para preservar la vegetación autóctona del litoral de arena. Se puede acceder dejando el vehículo en el puerto de Arenys de Mar o desde un paso subterráneo que hay en la estación y que atraviesa la carretera N-II. Es la playa a la que acostumbran a ir los bañistas de la misma comarca y también de los dos Vallès.
4. El Torn. Vandellós i l’Hospitalet de l’Infant (Baix Camp)
La playa de El Torn, de renombre internacional, es considerada por los naturistas “probablemente la mejor playa naturista de España”, gracias a que durante años la Associació d’Amics de la Platja Naturista del Torn ha cuidado de ella y de su entorno. Forma parte de un espacio de interés natural y gracias a su situación relativamente aislada, mantiene sus aguas transparentes y sus valores paisajísticos, con zonas de vegetación dunar y formaciones arbustivas secas donde destacan las pinedas naturales. Prueba de la calidad del agua son los herbazales de posidonia que hay en su entorno marítimo. Es un lugar idóneo para la práctica del nudismo y para la contemplación del medio natural. Tiene una extensión de 1.600 metros de largo y un centenar de ancho de arena oscura y es la playa que está más alejada del núcleo urbano. Se accede a ella por la carretera N-340, un trayecto lleno de unas buenas vistas.
5. La Bassa d’Arena. Deltebre (Baix Ebre)
Sus tres kilómetros de arena fina y dorada la convierten en una de las playas más extensas del Delta. Se encuentra de forma continua a la playa de Riumar y flanqueada por un pequeño sistema dunar natural. Hace unos años se regularon sus usos y dispone de una zona de unos 500 metros apta para mascotas durante todo el año, otra donde está permitida la pesca y otra de cerca de 1.500 metros de largo y 40 metros de ancho para hacer nudismo. A esta parte se accede por la playa de la Marquesa. Reúne las características típicas de los paisajes del Delta de l’Ebre. Se trata de una zona prácticamente virgen y poco masificada cuyo gran protagonista es el viento, que es el artífice de la fisonomía de la playa con dunas móviles que cambian a menudo de lugar y de aspecto. Está situada a unos 10 kilómetros del núcleo urbano y dispone de aparcamiento a unos 50 metros.
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