Detenido en Castelldefels el capo de la mafia calabresa al que la Audiencia Nacional dejó libre por error
La policía local del municipio barcelonés ha parado en un control rutinario a Vittorio Raso, que iba con documentación falsa
Agentes de la policía local de Castelldefels (Barcelona) han detenido la pasada noche a Vittorio Raso (Turín, 43 años), un supuesto capo de la mafia italiana al que la Audiencia Nacional dejó libre por error en octubre de 2020 en Barcelona. Raso ha sido parado este martes en un control rutinario, y conducía con documentación falsa, según fuentes policiales consultadas por EL PAÍS. Cuando los agentes han comprobado sus huellas, han sal...
Agentes de la policía local de Castelldefels (Barcelona) han detenido la pasada noche a Vittorio Raso (Turín, 43 años), un supuesto capo de la mafia italiana al que la Audiencia Nacional dejó libre por error en octubre de 2020 en Barcelona. Raso ha sido parado este martes en un control rutinario, y conducía con documentación falsa, según fuentes policiales consultadas por EL PAÍS. Cuando los agentes han comprobado sus huellas, han saltado diversos requerimientos, entre ellos la orden europea de detención que emitió Italia por ser un supuesto cabecilla de la ‘Ndrangheta, la mafia calabresa.
Raso ha permanecido fugado casi dos años. La Policía Nacional le buscaba desde octubre de 2020, cuando la Audiencia Nacional le dejó en libertad por error. El juzgado alegó que desconocía que, además de por un delito de extorsión, Italia lo buscaba por ser un capo de la ‘Ndrangheta. Pero su arresto había salido en todos los medios, solo un día antes, cuando la Policía Nacional difundió una nota de prensa en la que informaba de la detención de Raso como un cabecilla de la mafia calabresa. Le definía como un vangelo: una “figura destacada de la organización calabresa” dedicada al “tráfico de drogas y de armas”.
Entonces la Audiencia Nacional explicó que en la detención inicial emitida por Italia solo constaba un delito de extorsión. El juez de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional, Alejandro Abascal, le escuchó por videoconferencia desde la Ciudad de la Justicia de L’Hospitalet (Barcelona), y decretó su libertad con cargos ante la estupefacción de policías y funcionarios. Fuentes policiales insistieron entonces en que el arresto de Raso iba acompañado de un atestado de más de tres páginas donde se detallaban las penas de 15 y 20 años por el delito de extorsión, y otros 20 por el de tráfico de drogas como miembro de la ‘Ndrangheta.
Solo dos horas después de su declaración, la policía italiana comunicó a la Audiencia Nacional que también se le buscaba por tráfico de drogas como cabecilla de la ‘Ndrangheta. Pero ya era demasiado tarde, Raso había salido de los calabozos de la Ciudad de la Justicia. Cuando la Policía Nacional acudió a detenerlo de nuevo a su piso de la avenida Diagonal, en una zona de alto standing en Barcelona, no había rastro de él.
A Raso se le acusa de extorsionar, en 2012 y 2016, a personas a las que la ‘Ndrangheta había prestado entre 40.000 y 50.000 euros, con un 10% de interés mensual. Para cobrar, no dudaba en recurrir a la violencia, según la policía italiana. Además, se le atribuye un delito de tráfico de hachís entre Italia y España. La detención de Raso en España fue seguida de una operación en Turín contra “particulares estrechamente vinculados” con él. La policía italiana halló más de 360.000 euros, 13 kilos de drogas y armas: una pistola, una carabina y una metralleta.
Su puesta en libertad provocó un gran malestar en la Policía Nacional, que vio cómo volvía a escaparse al hombre al que seguía los pasos desde 2018. Inicialmente, se le ubicó en Málaga, donde gozaba de la protección de la mafia calabresa, según la Policía. Posteriormente, constataron que se había trasladado a Barcelona. En su primer arresto, el 10 de octubre de 2020, ya usaba documentación falsa.
La ‘Ndrangheta es la mafia más poderosa de Italia, con capacidad para mover unos 43.000 millones de euros al año, según datos de la Fiscalía de Catanzaro (sur de Italia). Se trata de la organización con más filiales repartidas por el mundo. El dinero que presuntamente cobraba Raso iba destinado a alimentar de nuevo la organización criminal.
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