Siete muertos por accidentes de tráfico en un fatídico fin de semana en Cataluña: “Distracciones y velocidad”

La movilidad supera por primera vez el registro de prepandemia y se dispara la siniestralidad

Los bomberos trabajan en el accidente en el que falleció un joven de Arbeca en una salida de vía en la C-233 a su paso por Les Borges, el sábado. / BOMBERSEL PAÍS

Isaac Martínez falleció el sábado por la noche en un accidente de tráfico en Callús, en el Berguedà (Barcelona). Tenía 38 años y era padre de una niña. En el gimnasio de Navàs donde se entrenaba para preparar competiciones de crossfit lo recuerdan como “una persona muy vitalista”. Jordi Comas, director del centro deportivo, señala que “tenía mucho carisma, era conocido en el pueblo y en la comarca entera”. A las once y media de la noche el coche de Isaac chocó frontalmente contra otro vehíc...

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Isaac Martínez falleció el sábado por la noche en un accidente de tráfico en Callús, en el Berguedà (Barcelona). Tenía 38 años y era padre de una niña. En el gimnasio de Navàs donde se entrenaba para preparar competiciones de crossfit lo recuerdan como “una persona muy vitalista”. Jordi Comas, director del centro deportivo, señala que “tenía mucho carisma, era conocido en el pueblo y en la comarca entera”. A las once y media de la noche el coche de Isaac chocó frontalmente contra otro vehículo. Unas horas antes, otros dos turismos habían colisionado de frente en la C-35 en Cardedeu (Barcelona), un suceso que dejó dos muertos y una herida crítica. Más tarde, Mossos y bomberos recibieron aviso de que un coche se había salido de la carretera en les Borges Blanques (Lleida). Al volante iba David Serra, un chico de 20 años vecino de Arbeca que falleció en el siniestro. El ayuntamiento de su pueblo decretó dos días de duelo.

Dos motoristas, uno en Cercs (Barcelona) el viernes y otro en Pratdip (Tarragona) el domingo, y un conductor de 75 años fallecido en un choque en Deltebre (Tarragona), elevaron hasta siete el registro de víctimas mortales de un fin de semana especialmente trágico en la carretera. El Servicio Catalán del Tráfico (SCT) considera que la cifra es “excepcionalmente alta”. La causa que se esconde detrás de cada percance es materia de investigación para la unidad de atestados de los Mossos d’Esquadra, pero por lo pronto el SCT constató este lunes que durante el fin de semana se habían disparado los desplazamientos por carretera. “La movilidad fue un 13% superior a la semana pasada”, revela Oscar Llatje, coordinador de SegurIdad Vial y Movilidad del SCT. Indica que “por primera vez se superan los registros de antes de la pandemia”.

El tráfico computado este fin de semana fue “un 5% del que hubo en un fin de semana equivalente de abril y mayo de 2019″. Llatje detalla que “la movilidad estaba mostrando una tendencia al alza, pero hasta ahora no había rebasado las cifras de 2019, al contrario, solía estar entre un 5 y un 10% por debajo”. Alcanzar semejante registro en una época que no implicaba ninguna operación salida extraordinaria plantea interrogantes sobre si se acerca un punto de inflexión de la dinámica del tráfico. “No tenemos una bola de cristal”, alega Llatje, pero presagia que el trajín será puntual: “En materia de movilidad manda la economía, y tenemos la inflación disparada y el precio del combustible muy elevado. En mi opinión, la capacidad de gasto de la gente es una limitación para grandes movimientos”.

En total, se cuentan 57 personas fallecidas desde principios de año en la red viaria catalana. Casi la mitad de muertes por accidente de tráfico ocurren durante los fines de semana o en días festivos, y las estadísticas del SCT revelan que el número de hombres fallecidos en la carretera prácticamente triplica al de mujeres.

Este año el mes de abril fue especialmente conflictivo y dejó ocho muertos más que los contabilizados en 2019, antes de la pandemia. El SCT afirma que mantiene “reuniones constantes” con los Mossos d’Esquadra para trazar qué estrategia es la más óptima de cara a reducir la siniestralidad. El aumento de tráfico por la autopista que ha comportado la gratuidad de los peajes ha obligado a desplegar más esfuerzos en las vías rápidas. Llatje destaca la utilidad de poner radares fijos en tramos identificados como puntos negros, pero pone de manifiesto que es menester “aumentar la concienciación” cuando se está conduciendo. “La teoría nos dice que cuando un motorista se sale de la carretera es que ha habido un exceso de velocidad o una falta de pericia, y en el caso de los coches, un choque frontal suele ser por una distracción”, analiza el coordinador de SegurIdad Vial y Movilidad del SCT.

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