Barcelona se emplaza a poner orden al turismo este verano

El debate sobre la masificación en Ciutat Vella irrumpe de nuevo en el pleno del Ayuntamiento

Turismo en la Rambla de Barcelona, esta semana.Massimiliano Minocri (EL PAÍS)

El debate sobre las consecuencias de la presión turística que sufren algunos puntos del distrito de Ciutat Vella de Barcelona ha vuelto este viernes al pleno del Ayuntamiento después de las imágenes de masificación que han vuelto durante la pasada Semana Santa. ERC ha presentado una proposición que pide un plan en vistas al próximo verano, con medias como las que sigue...

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El debate sobre las consecuencias de la presión turística que sufren algunos puntos del distrito de Ciutat Vella de Barcelona ha vuelto este viernes al pleno del Ayuntamiento después de las imágenes de masificación que han vuelto durante la pasada Semana Santa. ERC ha presentado una proposición que pide un plan en vistas al próximo verano, con medias como las que siguen: que vuelvan los inspectores de pisos turísticos (para cazar a ilegales), un nuevo plan estratégico de turismo, descentralizar la oferta, no promocionar zonas saturadas, un informe sobre la capacidad de carga de la ciudad, avanzar para limitar los grupos de turistas con guía oficial a 15 personas o acciones en espacios de gran afluencia. El texto de los republicanos ha salido adelante con los votos del gobierno de comunes y el PSC.

Ha sido el socialista Jaume Collboni quien ha tomado la tomado la palabra en nombre del gobierno de Ada Colau. Se ha mostrado muy crítico con el jefe de filas de ERC, Ernest Maragall, a quien ha acusado de rozar el discurso “turismofóbico” con su propuesta y sus palabras. Pero ha votado a favor de la propuesta. Collboni ha recordado que el turismo emplea a 115.000 personas y que supone el 15% del PIB de la ciudad. Y ha recordado que el gobierno municipal ya trabaja para “desconcentrar espacios turísticos, desplegar imaginarios descentralizados, gestionar espacios de gran afluencia y pidiendo instrumentos a la Generalitat par ver cómo hacerlo”.

En el pleno no ha tomado la palabra el concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, que esta semana ha alertado de los problemas de la masificación y se ha mostrado partidario de limitar el número de turistas de los grupos guiados. Fuera del pleno, Rabasa ha explicado que ha pedido a los servicios jurídicos del distrito que estudien tres cuestiones muy concretas: cómo limitar los turistas de los guías oficiales a 15 personas; cómo prohibir los free tours (guías no oficiales que se ofrecen en la calle y cobran las propinas que les dan los turistas) que actúan sin regulación; y cómo “proteger espacios” muy masificados. En este sentido, se muestra contrario a la fórmula de Venencia, que ha decidido cobrar una tasa.

Maragall ha insistido en la necesidad de “gobernar” el turismo: “Queremos una ciudad con turismo, no que dependa del turismo: ni turismofobia ni masificación, no podemos aceptar el retorno del crecimiento ilimitado ni que se imponga la ilusión del decrecimiento”. Junts y el PP se han abstenido. Y Ciutadans, Valents y la concejal no adscrita han votado en contra del texto.

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