El 80% de la ayuda del Parlament a los grupos termina en los partidos

El PSC, el que menos dinero dedica a la actividad parlamentaria; ERC unifica las cuentas

El expresidente de la Generalitat, Quim Torra, en una intervención en el Parlament, la pasada legislatura.Quique Garcia (EFE)

La ley de financiación de los partidos permite que las formaciones se financien gracias a las subvenciones que entregan las diferentes cámaras legislativas, sin poner ningún límite. Los partidos se toman esa ventaja en serio. En el caso del Parlament, en la pasada legislatura, se entregó un total de 49,8 millones de euros en ayudas a las bancadas. Según las cuentas de los grupos que figuran en el portal de transparencia, más de 32 millones de euros (el 80% del total) terminaron en ...

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La ley de financiación de los partidos permite que las formaciones se financien gracias a las subvenciones que entregan las diferentes cámaras legislativas, sin poner ningún límite. Los partidos se toman esa ventaja en serio. En el caso del Parlament, en la pasada legislatura, se entregó un total de 49,8 millones de euros en ayudas a las bancadas. Según las cuentas de los grupos que figuran en el portal de transparencia, más de 32 millones de euros (el 80% del total) terminaron en las arcas de los siete partidos.

El reglamento del Parlament deja claro que las aportaciones que hace a los grupos parlamentarios buscan que se garanticen “los recursos humanos y de los medios materiales necesarios para ejercer con eficacia y eficiencia sus funciones, especialmente en el ámbito del asesoramiento técnico y el apoyo administrativo”. Pero, en la práctica, los balances de los partidos recogen una realidad muy distinta. La explicación que dan es la misma: que es dentro de los partidos donde se hace gran parte de la actividad parlamentaria en el territorio.

Las casuísticas de cada partido dificultan realizar el cálculo total. Pese a que todos tienen que seguir, teóricamente, la misma manera de presentar la información contable, algunos son más opacos que otros o la forma como se consolidan las cuentas impide establecer comparaciones. Por ejemplo, Esquerra Republicana envió íntegramente todo el dinero al partido. En 2018, 2019 y 2020 recibió 11,2 millones de euros. En ese mismo periodo, dedicó más de 501.000 euros a la “actividad corriente” aunque sin detallarla muy a fondo: catering, actos en el territorio y servicios jurídicos. En la CUP sucede algo similar y se alega que el dinero que se traspasa al partido es “en pago” por los servicios que presta al grupo parlamentario, dificultando conocer la radiografía del intercambio.

Un poco más transparentes son en Ciudadanos, entonces el grupo mayoritario de la Cámara y Junts. La bancada que lideraba Inés Arrimadas recibió en esos tres ejercicios más de 13 millones de euros y de esos, 2,3 millones pagaron a los asesores que tenían en el grupo parlamentario y otros gastos corrientes. Allí incluyen partidas destinadas a la logística, “reparaciones” y “servicios de profesionales independientes”.

En Junts destaca que durante los tres años una de las partidas más abultadas (más de 390.000 euros) sea la de viajes, pues se sufragaron parte de las reuniones en Bruselas con el expresidente Carles Puigdemont.´ También se dedicaron más de 108.000 euros en “gastos de representación”. Como la formación que lidera el también eurodiputado no fue partido oficialmente hasta julio de 2020, fueron el PDeCAT y la extinta Convergència los destinatarios del dinero. Junts recibió entre 2018 y 2020 un total de 12 millones de euros de la Cámara catalana y destinó más del 60% a los responsables de los derechos políticos de la coalición. El PDeCAT obtuvo 6,5 millones y Convergència, 1,09 millones. También se dio un millón adicional para hacer frente a una póliza de CDC.

La bancada socialista también dividió el dinero que le corresponde entre el PSC y su socio minoritario, Units per Avançar. Ese grupo parlamentario es, de hecho, el que menos declara haber gastado dinero en la actividad corriente del Parlament (en 2018, según el balance, gastó solo 1769 euros). De los 6,4 millones de euros que percibió en la pasada legislatura, el 77% terminó en las arcas de los respectivos socios y, según los documentos, desde allí se asumen costes de operación (como el diseño web) y de acción política.

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Más de 8,6 millones de euros para pagar personal

En la pasada legislatura, los grupos parlamentarios dedicaron más de 8,6 millones de euros para pagar a personal eventual y a asesores de cada bancada. Cada grupo se encargaba de contratar a su propio personal, con parte del dinero de la subvención que se entregaba proporcionalmente a la representación obtenida, pero con poco margen para el control por parte de la Cámara.

Una de las últimas reformas hechas por Roger Torrent fue crear un nuevo sistema, por módulos, que permite que haya sueldos más altos pero con topes y uniformar las retribuciones. Así, por ejemplo, se puede tener más asesores pero con salarios más modestos.

La manera como el Parlament audita las cuentas viene determinada por lo que establece el Tribunal de Cuentas. Las del último ejercicio de la legislatura pasada fueron registradas en junio del año pasado. Pasaron por la mesa en verano pero solo han sido públicas desde la semana pasada.




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