El Parlament retira el escaño a Juvillà (CUP) pese las promesas de Borràs

La presidenta de la cámara evita desobedecer y la secretaría general afirma que le despojará del acta por “imperativo legal”

La presidenta del Parlament, Laura Borràs (c), se dirige a la Comisión del Estatuto de los Diputados, acompañada de varios diputados de Junts.Quique García (EFE)

El Parlament anunció anoche que retirará el escaño al diputado de la CUP y tercer secretario de la Mesa, Pau Juvillà, condenado a seis meses de inhabilitación por un delito de desobediencia por no haber retirado unos lazos amarillos en su despacho del Ayuntamiento de Lleida durante una campaña electoral de 2019. El anticapitalista pierde así el acta pese a la escenificación de los grupos independentistas y la promesa de la presidenta de la Cámara Laura Borras de que conservaría el escaño hasta que el Tribunal Supremo no confirmara el fallo.

La secretaria general de la Cámara, Esther And...

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El Parlament anunció anoche que retirará el escaño al diputado de la CUP y tercer secretario de la Mesa, Pau Juvillà, condenado a seis meses de inhabilitación por un delito de desobediencia por no haber retirado unos lazos amarillos en su despacho del Ayuntamiento de Lleida durante una campaña electoral de 2019. El anticapitalista pierde así el acta pese a la escenificación de los grupos independentistas y la promesa de la presidenta de la Cámara Laura Borras de que conservaría el escaño hasta que el Tribunal Supremo no confirmara el fallo.

La secretaria general de la Cámara, Esther Andreu, comunicó oficialmente en una carta que por “imperativo legal” no dificultará la ejecución del mandado de la Junta Electoral Central (JEC), que pide el escaño del anticapitalista. La misiva se abordará en principio en una reunión de la Mesa. Andreu justifica en el texto, adelantado por RAC-1, que da cumplimiento a las órdenes de la JEC para evitar una causa por desobediencia contra ella u otros funcionarios de la cámara.

El contenido de la misiva, según explican fuentes de la Mesa, ya era conocido por Borràs antes del pleno que se celebró para votar por segunda vez un dictamen sobre el caso. La sesión extraordinaria tenía como objetivo escenificar la defensa del escaño de Juvillà por parte del independentismo y de los comunes, que el miércoles habían votado a favor de ese dictamen emanado de la Comisión del Estatuto del Diputado, dirigida por Jaume Alonso-Cuevillas, que establece que un diputado solo puede ser despojado de su acta con una sentencia firme y que el límite de la desobediencia del Parlament lo fijaría no poner en peligro a los funcionarios.

El texto salió adelante con 73 votos a favor, en una sesión convocada solo con dos horas de antelación. PSC, Cs, PP y Vox (53) se decantaron por el no y criticaron la “política de ficción” de los independentistas. El PSC, esta vez, votó en contra, muy molesto con la suspensión de la actividad parlamentaria esta semana. Los ocho diputados de la CUP y Juvillà no participaron en la votación, mostrando la división en el seno del independentismo. La estrategia conjunta para hacer frente al caso de Juvillà pasaba por aprobar ese dictamen donde, entre otras cosas, se establecía que el límite a la desobediencia a la JEC era la situación de los funcionarios. Y justamente por ahí ha venido el golpe final a las pretensiones de Borràs.

Según fuentes de Junts y de la Mesa, existía un acuerdo para que la CUP no pidiera ayer el voto delegado de Juvillà en la sesión de ayer, pero finalmente anunciaron que sí lo harían. La petición irritó a Junts que quería mantener la estrategia de tensión hasta la semana que viene. El diputado, sin embargo, ya no figuraba en la convocatoria de la sesión. Es decir, de facto, la presidenta del Parlament ya le quitaba su mayor prerrogativa. En Junts creen que esa maniobra buscaba echar a Borràs a los carros, pues el pacto era ganar tiempo con el relato de la desobediencia. Al comienzo de la sesión, Borràs argumentó que no se había aceptado la delegación de voto del anticapitalista —un trámite imposible para alguien que no ha sido convocado— en virtud de los casos de conflicto de intereses que figura en el reglamento de la Cámara.

La CUP criticó la actitud de Borràs. “A Pau Juvillà se le ha negado el derecho a votar y a delegar su voto. No ha sido convocado ni al Pleno”, lamento su portavoz. Eulàlia Reguant. “Esto no va del escaño de Juvillà. Va de si Borràs hacía un truco de magia para ver si hace lo que no se atrevió a hacer Roger Torrent con Quim Torra”, dijo David Cid (En Comú Podem). El PSC y la bancada de la derecha arreció en sus críticas a la oposición al acusar a los independentistas de hacer política ficción. “No son sinceros con ustedes mismos ni con la ciudadanía. Se mueven en el campo de las apariencias para no mostrar lo que realmente son y piensan”, les ha espetado Alícia Romero (PSC). Carlos Carrizosa, de Ciudadanos, ha criticado lo que considera un “subterfugio” legal para no aceptar que Juvillà ya no es diputado y acusó al PSC de haber votado a favor de presentar un recurso ante el Supremo. El popular, Alejando Fernández, ha acusado a Borràs de tener una conducta llena de “arrogancia” e “infantilismo”. “Quería usted cerrar el Pleno 15 días y hacer una semana blanca cobrando”, ha afirmado. La presidenta ha negado que esos fueran sus planes

La cuestión es que ni en ERC ni en Junts son claros sobre si aún Juvillà es diputado. Borràs no despejó la duda cuando grupos de la oposición se lo plantearon en el Pleno. Lo cierto es que en paralelo a la carta de la secretaria general de la Cámara, los funcionarios también tomaron partido. Por ejemplo, no prepararon el sistema de botones de votación al no saber qué pasaría con la delegación de voto y evitarse sanciones. La web del Parlament, anoche, señalaba que Juvillà no es parlamentario desde el pasado lunes. Sin embargo, el diputado votó el miércoles en la comisión del estatuto del Diputado a través del voto ponderado, es decir, el representante de la CUP lo hizo por los nueve miembros de su grupo, incluido por tanto Juvillà. El dictamen prosperó por 82 votos a favor y 53 en contra, que suman los 135 del Pleno.

Cartas a Parlamentos extranjeros

El frente internacional es la nueva zona de juego en la que Borràs quiere trasladar su gesticulación sobre la supuesta desobediencia. El lunes una carta a diferentes organismos internacionales y otras cámaras legislativas en la que termina por aceptar que el anticapitalista ya no tiene el acta y también denuncia la“grave indefensión”. La líder del Parlament pide a los destinatarios de la carta (entre ellos, por ejemplo, el Parlamento de Flandes o el de Dinamarca), si pueden “emprender algún tipo de acción para defender los derechos de los ciudadanos europeos que esta situación vulnera”. La misiva describe todo el proceso y reconoce que la autoridad electoral “ya le ha desposeído de su acta”. “Ni como presidenta ni como demócrata puedo aceptar que un órgano administrativo decida de forma unilateral quién es y quién no puede ser diputado habiendo sido escogido democráticamente por el pueblo de Cataluña”, dice. La nota del Parlament asegura que ya hay respuesta por parte de algunos de los destinatarios de la carta de Borràs ya han respondido. La Cámara de Flandes ha aprobado una propuesta de resolución sobre lo que sucede en Cataluña y que dirigirá a la Comisión Europea.











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