¿Ha llegado el momento de vacunar a los niños contra la covid?
La capacidad de transmisión del virus en los menores es menor que en los adultos y su papel en la circulación comunitaria ha sido pequeño durante las olas pandémicas anteriores
La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha aprobado recientemente la vacuna de Pfizer-BioNTech para su administración a los niños de entre 5 y 11 años. Hasta ahora, las vacunas de ARN mensajero frente a la covid sólo estaban autorizadas para personas a partir de los 12 años.
La Comision de Salud Public...
La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha aprobado recientemente la vacuna de Pfizer-BioNTech para su administración a los niños de entre 5 y 11 años. Hasta ahora, las vacunas de ARN mensajero frente a la covid sólo estaban autorizadas para personas a partir de los 12 años.
La Comision de Salud Publica anuncio ayer la aprobacion de la inmunización de los menores de entre 5 y 12 años con la citada vacuna. Muchos padres de niños de esta edad se plantean estos días si es necesario que sus hijos se vacunen. Son varios los aspectos a considerar para dar respuesta a esta cuestión: el impacto de la enfermedad en los niños, su capacidad de transmisión de la infección, la eficacia y la seguridad de las vacunas, y algunos aspectos relacionados con su vida diaria.
Los niños tienen, en comparación con los adultos, un riesgo mucho menor de presentar formas graves, de requerir hospitalización, de ingreso en unidades de cuidados intensivos y de morir a causa de la covid. Hasta un 50% de casos en niños cursan de forma asintomática. En España, según datos del Ministerio de Sanidad, desde el inicio de la pandemia hasta el 1 de diciembre de 2021, fueron hospitalizados por covid 3.408 niños menores de 10 años, 185 requirieron ingreso en UCI y 17 fallecieron. La mayoría de niños que fallecieron tenían enfermedades de base importantes. A pesar de la baja frecuencia de complicaciones de la covid en los niños, hay dos entidades a considerar: el síndrome inflamatorio multisistémico, complicación muy infrecuente que puede aparecer a las 2-6 semanas de la infección, y la covid persistente que puede afectar al 5-10% de los casos.
La capacidad de transmisión del virus en los niños es menor que en los adultos y su papel en la circulación comunitaria del virus ha sido pequeño durante las olas pandémicas anteriores. No obstante, en el momento actual, la elevada cobertura vacunal en adolescentes y adultos, ha hecho que una gran parte de las infecciones se hayan desplazado a la edad pediátrica. En Cataluña, desde hace varias semanas, la incidencia en los niños menores de 10 años es el doble que la observada en adultos, con tasas superiores a 500 casos por 100.000.
La autorización de la EMA avala que la vacuna es segura y eficaz para esta franja edad. Se trata de la misma vacuna que la utilizada en adultos, pero la dosis que se administra a los niños es una tercera parte de la que reciben los adultos. La pauta vacunal es de 2 dosis con un intervalo de 21 días. Su eficacia para evitar la covid, según los datos de los ensayos clínicos realizados, es superior al 90 % Los efectos secundarios más habituales son dolor y enrojecimiento en la zona del pinchazo, y fiebre poco elevada. Un efecto secundario que se ha detectado en adolescentes y adultos jóvenes de 16 a 29 años, con una incidencia muy baja (1-5 casos por cada 100.000 vacunados), es la miocarditis (inflamación del músculo cardíaco), de evolución favorable en la gran mayoría de casos. Esta patología aparece con una frecuencia muy superior como complicación de la covid que asociada a la vacunación.
La menor cantidad de ARN mensajero de la vacuna pediátrica en comparación con la que contiene la del adulto podría minimizar aún más este posible riesgo. Por último, también hay que valorar los beneficios que puede aportar la vacunación en la normalización de la vida del niño y en su educación. El impacto de la vacunación de los adolescentes en el ámbito escolar ha sido muy importante, con una clara reducción en la necesidad de confinar grupos de alumnos y aulas.
La vacunación de los niños puede conllevar beneficios individuales y colectivos, pero no debemos olvidar que el mayor riesgo de hospitalización y muerte por covid lo tienen los adultos. La pérdida de la protección vacunal con el tiempo ha comportado la necesidad de administrar dosis de refuerzo (terceras dosis) a toda la población mayor de 60 años y a aquellos grupos más vulnerables. La prioridad ahora deber ser completar la vacunación de estas personas. La vacunación de los niños no puede ni debe retrasar esta estrategia.
Magda Campins es doctora y miembro del Grupo de Investigación en Epidemiología y Salud Pública del Vall d’Hebron Instituto de Investigación.