Absuelto por “falta de pruebas” el fotoperiodista de EL PAÍS Albert García
El juez niega que forcejeara con un policía: “Más bien es un agarrón del agente para detenerle”
El fotoperiodista de EL PAÍS Albert García ha sido absuelto por “falta de pruebas” del delito de resistencia a la autoridad que le atribuía la Fiscalía. El titular del Juzgado de lo Penal número 8 de Barcelona, Jorge González Ibarburen, concluye que hay “serias dudas” de que García forcejease con un agente del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) mientras cubría las protestas por la sentencia del procés en 2019 y de que le c...
El fotoperiodista de EL PAÍS Albert García ha sido absuelto por “falta de pruebas” del delito de resistencia a la autoridad que le atribuía la Fiscalía. El titular del Juzgado de lo Penal número 8 de Barcelona, Jorge González Ibarburen, concluye que hay “serias dudas” de que García forcejease con un agente del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) mientras cubría las protestas por la sentencia del procés en 2019 y de que le causara lesiones en una mano. La Fiscalía, que aún podría recurrir ante la Audiencia de Barcelona, solicitaba para García el pago de una multa de 4.800 euros.
La sentencia da credibilidad al relato de García y de otros testigos presenciales de los hechos frente a la versión del policía que presentó la denuncia y de sus compañeros. No hay “pruebas fehacientes”, señala el texto, de que el fotógrafo propinara un empujón al policía antidisturbios. Pese a lo manifestado en el juicio por el agente, el forcejeo “no es tal, más bien es un agarrón de un agente de la autoridad a una persona con el fin de proceder a su detención”, señala el juez.
El episodio que ha culminado con la absolución de García se produjo alrededor de las 22.30 del 18 de octubre de 2019 en la plaza de Urquinaona de Barcelona. El fotoperiodista de EL PAÍS estuvo todo el día cubriendo la quinta jornada de protestas por la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes independentistas. Hubo episodios de extrema violencia, pero a esa hora y en ese lugar el ambiente estaba ya más calmado. Pese a todo, dos antidisturbios golpearon a un joven en el suelo y García decidió fotografiar la escena.
El agente 11.171, la supuesta víctima del empujón, explicó en el juicio que indicó a los periodistas que se apartaran de la zona para facilitar la detención. Fue entonces cuando García le propinó “un empujón”, lo que dio inicio a un forcejeo que le hizo caerse al suelo y le causó lesiones leves en una mano, siempre según su relato, que ahora se ha visto desmentido en los tribunales.
Una de las claves de la absolución son los vídeos del suceso, que arrojan “diferentes conclusiones según el espectador”. En el que recoge con más claridad el incidente “se ve un desequilibrio del agente presuntamente lesionado y una posición defensiva del acusado”, resume el juez, pero no “un forcejeo”. “Lo que aparentemente se ve”, sigue, “es un agarrón del agente de la autoridad al acusado de la muñeca y el antebrazo”, tras lo cual cae al suelo.
Los testigos del juicio, que dieron versiones opuestas según se tratase de periodistas o policías, tampoco avalan el relato de la acusación. Un policía dijo que vio el empujón pese a que estaba de espaldas a su compañero. Pero su testimonio queda “contradicho” por un testigo directo (otro fotoperiodista) que afirmó que el agente lesionado les empujó a García y a él mismo.
Lesionado y trabajando
Como no le empujó, García tampoco pudo causarle las lesiones. El policía 11.171 explicó que, dolorido por el golpe, pidió ayuda a sus compañeros. No consta parte médico de ese día y el agente siguió trabajando con normalidad en los días posteriores y hasta el 25 de octubre, cuando por primera vez fue visitado por un médico. “El hecho de estar de alta, interviniendo en una situación tan compleja como la del procés, con la violencia existente, es ciertamente incompatible con una lesión” como la que describió.
La Fiscalía solicitaba inicialmente un año y medio de cárcel para García por dos delitos de atentado a la autoridad. Uno de ellos, por un incidente de unas horas antes que nunca ocurrió y que fue archivado de plano por la Audiencia de Barcelona. El otro, por el supuesto forcejeo de plaza Urquinaona. Al finalizar el juicio, sin embargo, la Fiscalía rebajó sus pretensiones y pidió solo una pena de multa por resistencia a la autoridad.
Las asociaciones profesionales de periodistas consideraron el proceso contra Albert García como un “juicio a la prensa”. Creen que el origen de la detención y posterior investigación fue el rechazo de la Policía a que los fotoperiodistas captasen imágenes de la agresión al joven de la plaza de Urquinaona. El juez, sin embargo, cree que el juicio no va sobre la libertad de prensa, sino que “se trata de dilucidar si efectivamente existió o no una resistencia activa grave del acusado a un agente de la autoridad y si la misma provocó lesiones”. Y la respuesta es que no.