Dos mil policías protestan en Barcelona para exigir respeto y el fin de la politización de la seguridad

Mossos y policías locales culpan a los partidos de la actual falta de autoridad de los agentes

Unos 2.000 policías se manifiestan por el centro de BarcelonaJoan Sanchez

Unos 2.000 mossos d’esquadra, policías locales y vigilantes de seguridad se han manifestado este sábado por el centro de Barcelona —según el recuento efectuado por la Guardia Urbana— reclamando que se acaben las agresiones perpetradas contra los agentes en las últimas semanas, ...

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Unos 2.000 mossos d’esquadra, policías locales y vigilantes de seguridad se han manifestado este sábado por el centro de Barcelona —según el recuento efectuado por la Guardia Urbana— reclamando que se acaben las agresiones perpetradas contra los agentes en las últimas semanas, exigiendo respeto por parte de la ciudadanía y las instituciones y pidiendo que se acabe la “utilización” partidista que realizan las diferentes formaciones sobre las fuerzas de seguridad. Pese a que los agentes advierten de que la situación que sufren es consecuencia de las injerencias de todos los partidos políticos, diputados y regidores del PP y Ciudadanos se han unido a la manifestación de policías.

La protesta ha comenzado a las 19.00 en las cercanías del Parlament y ha concluido en la plaza Sant Jaume frente a la Generalitat. Los centenares de agentes han desfilado con una pancarta unitaria y sin símbolos sindicales en la que se podía leer: “Por la seguridad pública”. Los organizadores (los sindicatos de los Mossos d’Esquadra SAP-FEPOL, USPAC, SPC, SME, CAT-ME, SEIME-FEPOL, SICME, AFITCME y SEI, de las Guardias Urbanas y Policías Locales -SICPOL, SFP-FEPOL, SAP-PL y SAPOL- así como por la asociación profesional APME) han considerado que la protesta, dado los ataques de las últimas semanas, ha sido un éxito y ha servido para mostrar la indignación que sufren diariamente.

En el manifiesto conjunto han asegurado que los policías sufren “ataques directos que han provocado una falta de autoridad y deslegitimación” de su profesión. “La politización constante de nuestra profesión, la utilización partidista para desgastar al gobierno de turno y la falta de valentía política para defender al cuerpo de los Mossos d’Esquadra, a las respectivas policías locales, a los vigilantes municipales y a las guardias urbanas ante según qué sectores, así como también las agresiones -demasiado continuadas- que hemos ido sufriendo, nos han llevado hoy a la calle”, sostiene el manifiesto.

Los policías consideran que la situación es “insostenible”. Imma Viudes, portavoz del sindicato SAP-FEPOL, ha reclamado a los políticos que “condenen todas las agresiones perpetradas contra los agentes”. Viudes pide que se “proteja” a los cuerpos policiales y acusa a los políticos de utilizar a los policías para los intereses de las formaciones. El portavoz del Sindicato de Policías de Cataluña, David Miquel, advierte: “La situación que vivimos ahora en las calles y la agresividad de los ataques a la policía es excepcional, no habían pasado nunca”. Miquel sostiene que en los botellones se están llevando a cabo conductas muy violentas. “No es normal que en un botellón haya apuñalamientos, agresiones sexuales… hay una sensación de impunidad fruto de que nos han mermado el principio de autoridad. Los que mandan tienen que reaccionar ya”, recrimina el sindicalista. “Lo que no es normal es que pegar a un policía salga más barato que te lleve un coche la grúa o que te pille un radar con exceso de velocidad. No se entiende”, lamenta Miquel. Albert Palacio, portavoz de USPAC, espera que los “políticos reaccionen” porque “esta inseguridad la pagará el ciudadano de a pie”.

Los manifestantes, que no cantaban proclamas a su marcha por el centro de Barcelona, han prendido una traca de petardos frente a la Generalitat y han dado por concluida la protesta. La marcha ha transcurrido pacíficamente. El viernes el mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, denuncio en el Dia de les Esquadres, el aumento de “comportamiento preocupantes de intolerancia” contra los agentes y exigió “respeto” al cuerpo.

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