Llibrestiu se planta en julio con alguna sombra

110 librerías de Cataluña organizan más de 300 actividades para intentar consolidar una fiesta del libro justo antes de las vacaciones de verano

Parada de libros y rosas frente a una librería el 23 de julio de 2020 en Barcelona.Albert Garcia (EL PAÍS)

En 2020 no hubo diada de Sant Jordi por la pandemia y la ciudadanía se solidarizó con las librerías, a las que tomaron como símbolo del sufrimiento del comercio de proximidad. Esa combinación facilitó, el 23 de julio pasado, una especie de Día del Libro de verano que, pese a las limitaciones pandémicas, fue un inopinado éxito. Pero que este año sí se haya celebrado ya un Sant Jordi “muy satisfactorio”, como admite el sector, y que las ayudas para actividades ahora sean “escasas”, según algunos libreros, proyectan alguna sombra...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

En 2020 no hubo diada de Sant Jordi por la pandemia y la ciudadanía se solidarizó con las librerías, a las que tomaron como símbolo del sufrimiento del comercio de proximidad. Esa combinación facilitó, el 23 de julio pasado, una especie de Día del Libro de verano que, pese a las limitaciones pandémicas, fue un inopinado éxito. Pero que este año sí se haya celebrado ya un Sant Jordi “muy satisfactorio”, como admite el sector, y que las ayudas para actividades ahora sean “escasas”, según algunos libreros, proyectan alguna sombra sobre Llibrestiu, iniciativa de la Cambra del Llibre de Catalunya para este jueves 15 de julio con la que institucionalizar una fiesta del libro justo antes de las vacaciones estivales, con actividades y firmas en 110 librerías (un tercio de las de toda Cataluña) de 40 municipios, desde las 17 a las 23 horas.

“Me parece una campaña un poco forzada y casi un caramelo envenenado si no tienes una plaza o un buen espacio delante de tu tienda”, apunta un librero de Barcelona, donde 54 librerías (poco más de la mitad de las existentes) se han unido a Llibrestiu programando algunas de las más de 300 actividades vespertinas previstas en toda Cataluña, que pueden consultarse desde un micro-site de la web del Gremi de Llibreters. “Este año, esta convocatoria no tiene tanto sentido porque ya ha habido un 23 de abril, aunque es cierto que las ventas de mayo sobre todo y de junio han sido flojas”, admiten desde otra librería. En ambos casos, coinciden en las dificultades para despejar las aceras en Barcelona para instalar sus paradas o bien organizar actividades que permitan mantener las tiendas abiertas hasta la noche, uno de los supuestos atractivos de Llibrestiu.

También confluyen los consultados en la escasa cuantía, unos 200 euros, de las ayudas con las que se subvencionarán a las librerías por las actividades. “Si no tienes alguna y de notable, no tiene sentido aguantar la tienda abierta hasta tan tarde: los costes se disparan para nada”. En Barcelona, fruto del rebrote en plena quinta oleada de la pandemia, las actividades deberán acabar a las 22 horas; el aforo interior, en todos los casos, será limitado al 70%.

La mirada es un poco distinta desde fuera de la capital catalana, con más espacios públicos abiertos y mayores facilidades de permisos, lo que ha estimulado que las librerías se unan para celebrar la jornada conjuntamente. Ocurre, por ejemplo, en Vic y Girona. En el primer caso, en la Rambla del Passeig, con nueve expositores, y en la segunda, en la plaza de la Independència, donde una decena de librerías se instalarán con una propuesta monotemática de novela negra, firmas de autores y actuaciones musicales. “En Barcelona, una cita así no es viable porque con los índices de la pandemia y una trama urbana tan estrecha es difícil hallar espacios libres; pero es que hay también la voluntad de mostrar y potenciar la existencia de las librerías de barrio”, ha apuntado hoy en la presentación del acto el secretario técnico del Gremi de Llibreters, Marià Marín, que recalca que hay librerías apuntadas en casi todos los distritos de la capital catalana.

Alcanzar los 3,5 millones de euros

“No sabemos cuál será la facturación; pero ese no es el motivo fundamental de la creación de Llibrestiu, con el que queremos en realidad reivindicar y reforzar el vínculo que se creó el año pasado entre ciudadanía y librerías, para que sean vistas como espacios y agentes culturales de proximidad”, ha puntualizado el presidente de la Cambra del Llibre de Catalunya, Patrici Tixis, avanzando que ha sido recibida con “entusiasmo” por sus homólogos de Valencia y Galicia. Fuentes del sector, sin embargo, se conforman con que este año se alcancen los 3,5 millones de euros, la mitad de lo que se recaudó el 23 de julio de 2020, que según los cálculos fue entre un 25% y un 30% de un Sant Jordi clásico de abril.

“La intención de los libreros es que Llibrestiu se consolide”, asegura su presidenta, Mari Carme Ferrer, que quiere desmarcar la cita de la del 23 de abril. “Esto no es un Sant Jordi de verano, como se dice”. En esa línea, por ejemplo, en Llibrestiu no se aplicará el tradicional 10% de descuento que sí se hace en primavera.

En cualquier caso, algunos libreros tienen dudas sobre la idoneidad y el futuro de Llibrestiu, al considerar que la iniciativa responde más a los intereses de los editores, que así darían continuidad estratégica a la promoción libresca en Cataluña uniendo el Sant Jordi clásico de abril con la Setmana del Llibre en Català de septiembre, que deja encarada la rentrée y la campaña navideña. “Las ventas para las lecturas de verano siempre han existido y se aceleran pasado Sant Joan, por ello los libreros ya tenemos en esas fechas el premio Llibreter, por ejemplo”, recuerdan desde otra librería, que, ante el nuevo Llibrestiu hacen memoria de que el pasado julio en Barcelona había también “un reclamo colectivo, el espacio perimetrado de un paseo de Gràcia cortado al tráfico”, que no se pudo plasmar por un rebrote de la covid, pero que fue el formato adoptado finalmente este abril para Sant Jordi. La jornada del 23 de julio pasado funcionó sin él, pero no había habido diada previa.

“Esto del Llibrestiu debería montarse desde ahora como una especie de revetlla: la de Sant Joan, la de Sant Pere y la de los libros, si no… Pero bueno, nunca se sabe”, apunta otro librero. Y es que la resiliencia del sector es de libro.

Sobre la firma

Más información

Archivado En