Mientras tanto
Algunas personas de mi generación, al leer estas dos palabras no podrán evitar recordar a Manuel Sacristán y su obra. Esta figura es una forma de actuación que no aborda las cosas únicamente pensando en su destino final
Algunas personas de mi generación, al leer estas dos palabras no podrán evitar recordar a Manuel Sacristán y su obra. Un pensamiento de raíz gramsciana, que se fue articulando y creciendo en las páginas de la revista Mientras tanto, encontrando en ella su vehículo de difusión más genuino. “Mientras tanto” vuelve ahora en otro contexto, en el de la arquitectura y la ciudad, como una figura de la expresión de un planteamiento sobre aquellos complejos urbanos o espacios en desuso pendientes de un destino adecuado o en proceso de proyecto. Esta figura es pues una forma de actuación que no a...
Algunas personas de mi generación, al leer estas dos palabras no podrán evitar recordar a Manuel Sacristán y su obra. Un pensamiento de raíz gramsciana, que se fue articulando y creciendo en las páginas de la revista Mientras tanto, encontrando en ella su vehículo de difusión más genuino. “Mientras tanto” vuelve ahora en otro contexto, en el de la arquitectura y la ciudad, como una figura de la expresión de un planteamiento sobre aquellos complejos urbanos o espacios en desuso pendientes de un destino adecuado o en proceso de proyecto. Esta figura es pues una forma de actuación que no aborda las cosas únicamente pensando en su destino final, según un objetivo, por expresarlo de un modo inequívoco, sino incorporando a ese destino, el proceso de su actividad transitoria y, creo yo, abierta a la posibilidad de que ese proceso pueda llevarnos a otro final. Esto último tal vez sea lo más interesante. “Mientras tanto” pues supone no sólo usar algo durante el período de tiempo en el que se planifica su nuevo destino, y lo que en su lugar puede construirse, sino que deja abierto un final distinto, motivado precisamente por el uso provisional de esos espacios, como ha ocurrido en Londres o en París, en donde el antiguo Hospital Saint-Vincens de Paul ha sido utilizado temporalmente y bautizado como Les Grandes Voisins. El uso de espacios e instalaciones sin más medios que lo que hay, sin diseños especiales, sin concursos internacionales, el uso que no necesita más que, parafraseando a los que activaron el espacio Matadero de Madrid: poner papel higiénico en los lavabos.
Este planteamiento pone al descubierto la desconfianza y la falta de ideas en proyectos como en La ModeloEste planteamiento pone al descubierto la desconfianza y la falta de ideas en proyectos como en La Modelo
“Mientras tanto” o “Urbanismo temporal”, como se conoce en Estados Unidos, es así un gran interrogante que se abre sobre el mismo corazón del proyecto, ya sea el que se anuncia en una campaña electoral o el proyecto urbanístico o arquitectónico programado en la ciudad. “Mientras tanto” también supone una severa llamada de atención sobre el gastado asunto de la participación ciudadana, que en el fondo no es mas que un entretenimiento ‘teórico’ sobre lo que se puede hacer en algunos lugares urbanos. “Mientras tanto” es poner la práctica de ese uso en el lugar de la máquina del tren y esa es su fuerza frente a las peticiones teóricas de los vecinos, que nunca habrán tenido en cuenta todo lo que los que se ocupan de pensar y dar forma a la ciudad hacen con cierta soltura.
La cuestión es el papel predominante de la práctica, como reclamaba Manuel Sacristán. Este planteamiento pone al descubierto en el fondo la desconfianza y la falta de ideas en proyectos como en La Modelo, en donde lo mejor sea tal vez el hecho de que ya tienen lugar allí algunas actividades educativas. “Mientras tanto” faltó claramente en la remodelación de la plaza de Les Glòries, en donde la miopía de las asociaciones de vecinos (¡que también se equivocan!), no dio ninguna opción a poder usar el viaducto con otros fines permitiendo, por ejemplo, explorar cómo se hubiera percibido aquel espacio desde el anillo convertido en una atalaya para pasear. Algo que los ciudadanos de Lugo siguen experimentando diariamente dando paseos por encima de la muralla que rodea su ciudad. “Mientras tanto” ha sido la opción de los artistas y creadores ligados a las artes escénicas, instalados en la fábrica Mobba en Badalona, aunque ese uso transitorio no ha podido con la opinión municipal de demolerla, pero “Mientras tanto” se ha usado, y tal vez esa sea la cuestión más importante.
La Fira en Montjuïc podría tal vez, ser un buen lugar para poner en práctica esta manera de hacerLa Fira en Montjuïc podría tal vez, ser un buen lugar para poner en práctica esta manera de hacer
Obviamente estas actividades temporales requieren planificar su proceso y especialmente buscar una figura contractual que permita establecer en qué condiciones y de qué manera se realizan esos usos mientras el nuevo destino se planifica adecuadamente. Ese uso provisional es la mejor forma de participación, la mejor manera de recabar opiniones. El espacio de La Fira en Montjuïc, cuya concesión expira ahora podría tal vez, dada su significación y su envergadura, ser un buen lugar para poner en práctica esta manera de hacer. Y no me refiero a buscar espacios sólo para reivindicaciones vecinales, sino también para que organizaciones, entidades e instituciones públicas o privadas, pudieran ensayar diferentes iniciativas mientras ese espacio se piensa para un futuro.
¿O cómo se va a pensar si no, en base a qué experiencias? El uso transitorio puede ayudar a poner a prueba ideas que de otro modo no contaran más que con imágenes con las que vender o convencer. El uso de un lugar “Mientras tanto” es probablemente el mejor test para cualquier lugar de la ciudad y para comprobar su inteligencia colectiva.