La Filmoteca de Catalunya reivindica el legado de Segundo de Chomón, pionero del cine mudo europeo
Un ciclo programado hasta finales de año, en el que proyectará parte de su importante obra cinematográfica, conmemora los 150 años de su nacimiento
La Filmoteca de Catalunya conmemora el 150 aniversario del nacimiento de Segundo de Chomón con un ciclo de actividades que tendrán lugar hasta finales de año en memoria del técnico y cineasta para reivindicar su figura como “un elemento imprescindible para entender la historia y el recorrido de la industria del cine en Cataluña”, explicaba una de las comisarias de esta iniciativa, Mariona Bruzzo. La agenda se inauguró este martes con una ses...
La Filmoteca de Catalunya conmemora el 150 aniversario del nacimiento de Segundo de Chomón con un ciclo de actividades que tendrán lugar hasta finales de año en memoria del técnico y cineasta para reivindicar su figura como “un elemento imprescindible para entender la historia y el recorrido de la industria del cine en Cataluña”, explicaba una de las comisarias de esta iniciativa, Mariona Bruzzo. La agenda se inauguró este martes con una sesión de cine y música a la que asistió la consejera de cultura Natàlia Garriga y que contará con la participación de Josep M. Baldomà, que acompañará la proyección de DCP Chomon essencial y la actuación del grupo musical Les Lunatiques!
“El cine es ilusión y Chomón, también, lo que convierte a su figura en parte de nuestro ADN”, aseguraba Esteve Riambau, director de la Filmoteca, en la presentación del ciclo. De hecho, Año Chomón es un hito del empeño de la Filmoteca por reivindicar el legado del pionero del cine mudo. Desde 1995, el archivo cinematográfico ha trabajado en el proceso de recuperación de la obra del autor para situarlo en el eje vertebrador de la industria del cine en Cataluña. “Esta iniciativa es solo el punto de partida para continuar profundizando en el conocimiento y la divulgación de la obra de Chomón”, apuntaba la también comisaria del ciclo Rosa Cardona.
Además del esfuerzo de la Filmoteca por reconocer la trayectoria del cineasta y la relevancia de su obra en la historia del cine del país, el director de la Filmoteca celebraba que, este año, la Generalitat haya concedido a Segundo de Chomón una conmemoración oficial, puesto que es la primera vez que se reconoce en esta categoría a una figura perteneciente a la industria cinematográfica.
El ciclo se ha construido a partir de tres máximas: la importancia de Barcelona como ciudad en la que el autor empezó su actividad cinematográfica, el acercamiento de la obra a las audiencias actuales para vincular el cine de hoy con sus orígenes y la reivindicación del patrimonio cultural y fílmico de Segundo de Chomón. Para ello, la Filmoteca ha diseñado un calendario que incluye proyecciones de algunos filmes que se conservan del autor, actividades educativas para todos los públicos y colaboraciones con entidades internacionales para recuperar el legado histórico del técnico y cineasta.
“El trabajo incansable que hizo en la aplicación de color, animación y efectos especiales en las películas todavía está muy presente en el cine de hoy”, afirmaba Bruzzo, quien también destacaba la importancia de la colaboración con filmotecas y archivos de otros países con el fin de recuperar el mayor número posible de obras fílmicas en las que participó Chomón, muchas de las cuales han quedado dañadas debido a la fragilidad de los materiales de las películas.
Una de las aportaciones más preciadas para el Año Chomón es la que ha cedido para la ocasión la Filmoteca de Noruega; la cinta original de 35 milímetros y a color de la película Les Lunatiques. Aunque las películas que se conservan en sus materiales originales son muy pocas, el comisariado remarcaba la importancia de la digitalización de una buena parte de la obra de Chomón, que se ha llevado a cabo conjuntamente con filmotecas de varios países y que contribuye considerablemente a una mayor capacidad de divulgación.
“Es difícil establecer una filmografía sólida del autor, porque constantemente se van descubriendo nuevas películas que también se deben atribuir a su figura”, advertía Riambau y añadía que “su trabajo en colaboración con pequeñas productoras locales ha desaparecido prácticamente en su totalidad, mientras que su labor en grandes empresas cinematográficas se conserva en buen estado”.
La relevancia del trabajo realizado por el técnico y cineasta cruzó las fronteras de Cataluña. Chomón instaló un taller para el tratamiento de color en películas en Barcelona y se asoció con importantes personalidades de la capital catalana como Lluís Graner, quien fundó la emblemática Sala Mercè, un espacio de “arte total” que se convirtió en la primera sala de cine de La Rambla diseñada por Antoni Gaudí.
En 1906, la importante productora de cine francesa La Pathé lo contrató para participar en la creación fílmica mediante la coloración de las cintas y el desarrollo de efectos especiales y de animación. La fama de la productora en el panorama internacional permitió a Chomón convertirse en una figura de renombre, incluso se le conocía como “el Méliès español”, pese a su “clara voluntad de permanecer en el anonimato” según señalaba el comisariado.
Tras esta etapa en París, el cineasta se trasladó de nuevo a Barcelona para trabajar con la productora Ibérico Films y, más tarde, continuó su trayectoria en Turín de la mano de Italia Films. Su largo recorrido le convirtió en uno de los pioneros más destacados del cine europeo durante los primeros treinta años del siglo XX, una reputación que sitúa a Segundo de Chomón como figura elemental de la industria cinematográfica a nivel internacional.