FESTIVALES

Una cooperativa programará por primera vez el BAM

L’Afluent apostará por un festival más abierto y plural así como por la toma coral de decisiones

La cooperativa L'Afluent, que programará el festival BAM los próximos cuatro años, durante el acto de presentación el miércoles.ICUB (Europa Press)

“Ver a los Residents en el BAM me impresionó de chaval, me hizo entender la música y los festivales de una manera diferente”. Lo aseguraba Dani Granados, delegado de Drets Culturals del Ayuntamiento de Barcelona, tras presentar la propuesta que ha ganado la dirección artística del festival BAM (Barcelona Acció Musical, incluido en las fiestas de la Mercè) para los cuatro próximos años. Por primera vez en su historia la dirección del BAM se ha decidido por concurso.

Queda claro que ofrecer p...

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“Ver a los Residents en el BAM me impresionó de chaval, me hizo entender la música y los festivales de una manera diferente”. Lo aseguraba Dani Granados, delegado de Drets Culturals del Ayuntamiento de Barcelona, tras presentar la propuesta que ha ganado la dirección artística del festival BAM (Barcelona Acció Musical, incluido en las fiestas de la Mercè) para los cuatro próximos años. Por primera vez en su historia la dirección del BAM se ha decidido por concurso.

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Queda claro que ofrecer propuestas que continúen el trabajo público hecho por un festival que ayudó a definir la independencia musical, el indie, en los años 90 y que sin duda abonó el terreno a los múltiples festivales que después se han instalado en la ciudad, es parte del trabajo que se le abre por delante a la Cooperativa L’Afluent, ganadora de un concurso en el que se presentaron otras 18 propuestas y cuyo jurado estuvo en parte compuesto por profesionales de la cultura independientes del Ayuntamiento.

El primer punto que significaron los nuevos responsables del BAM resulta inevitable, y lo verbalizó uno de sus componentes, Sergi Egea: “Si bien es cierto que el concepto alternativo tiene la misma relevancia que en los años 90, es evidente que se ha de redefinir porque ya no es solo una opción estética”. Precisando aún más uno de los adjetivos que ha definido históricamente al BAM, Aida Camprubí, otra de las componentes de L’Afluent, sentenció: “Ser independiente o alternativo es hacerse preguntas, y comienza por la transgresión y la autogestión, por lo que ser punk o hacer música urbana no define tanto el término como la relación del artista con su contexto y con el desarrollo de su carrera”. La misma Camprubí destacó otro aspecto fundamental de la propuesta de L’Afluent al señalar: “No queremos solo hacer un buen festival, sino una buena ciudad y evitar que se vuelva al pasado, a que una sola persona decida una programación. Las decisiones han de ser plurales”, enfatizó.

Y si plural es la ciudad y plural el equipo que tomará las decisiones a partir de ahora, plurales son los objetivos del BAM desde este año, entre los que se citaron dar carta de naturaleza a la diversidad cultural que alberga la ciudad, acentuar la descentralización y luchar para que el trabajo en los barrios no quede limitado a un escenario de quita y pon durante las fiestas, así como apostar por un feminismo “interseccional”, que en palabras de Camprubí significa “ecológico, no clasista, implicado en las reivindicaciones LGBTIQ+ y que lucha para que todos los colectivos minoritarios tengan su espacio”.

El mantenimiento de las buenas prácticas en la contratación de los nombres del cartel es otra línea conceptual del BAM, en el que habrá presencia artística extranjera todo y que uno de los puntos importantes consistirá en reforzar la escena local y sus dinámicas. En realidad esta declaración de intenciones, que dadas las circunstancias pandémicas no se plasmará por completo en una programación que se hará pública a finales de julio, está vinculada con el trabajo que ya desarrolla L’Afluent desde su fundación en el año 2017 y que se ha traducido en múltiples programaciones tanto en salas como en festivales, así como en la extensión de la red de cooperativas culturales. Dado que el cartel de este año no podrá exponer todas las líneas a las que aspira la nueva dirección dadas las circunstancias sanitarias y la presión de las fechas, Dani Granados señaló que no necesariamente el período de duración del compromiso será de 4 años, sino que “es posible que en función de la situación se estudie un margen de ampliación para que este ideario pueda ser expuesto adecuadamente en la programación del BAM”.

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