34.000 personas participaron en la Nit dels Museus
El horario restringido restó encanto y público a la convocatoria
Un total de 34.000 personas participaron en la Nit dels Museus, celebrada en 74 espacios de las ocho ciudades del área metropolitana entre las 18 y las 22 horas del sábado, según datos del Institut de Cultura de Barcelona (Icub).
La tradicional Nit dels Museus, con entrada gratuita y oferta de diversas actividades lúdicas y culturales, pudo celebrarse por fin esta vez de manera presencial tras la pasada edición que tuvo que ser puramente virtual. Condicionada eso sí por las limitaciones de aforo y horario a las que aún obliga la pandemia. La franja horaria determinada provocó que pese ...
Un total de 34.000 personas participaron en la Nit dels Museus, celebrada en 74 espacios de las ocho ciudades del área metropolitana entre las 18 y las 22 horas del sábado, según datos del Institut de Cultura de Barcelona (Icub).
La tradicional Nit dels Museus, con entrada gratuita y oferta de diversas actividades lúdicas y culturales, pudo celebrarse por fin esta vez de manera presencial tras la pasada edición que tuvo que ser puramente virtual. Condicionada eso sí por las limitaciones de aforo y horario a las que aún obliga la pandemia. La franja horaria determinada provocó que pese al nombre de la convocatoria, la mayor parte de la actividad se desarrollará a la luz del día y tuviera escaso tiempo de esa nocturnidad que proporciona identidad y gracia especiales a la iniciativa. Pese a la recuperación de público la cifra de visitantes quedó muy lejos de los 170.000 de la edición normal de 2019.
La experiencia de visitar los museos de noche, con lo que tiene de mágico y diferente de un día cualquiera (y de parecido a los filmes de Ben Stiller), se redujo prácticamente a media hora escasa, pues muchos centros, como el Picasso, dejaron de permitir la entrada ya a partir de las 21.30 horas. Tampoco fue fácil acceder libremente, dado que la mayoría exigían cita previa. De todas formas, resultó revitalizador que el público en los museos volviera a ser abundante.
A las seis y media del sábado reinaba una gran animación a la entrada del Museu de Arqueologia de Catalunya (MAC) en Barcelona. Una veintena de soldados romanos bajo el mando de un legado y un centurión, hacían una musculada demostración de la forma de luchar de las legiones. La escena era de un gran realismo, si no se tenían en cuenta las mascarillas que llevaban los legionarios. Decenas de personas, incluidos dos mossos d’esquadra que habían detenido el coche patrulla frente al centro (intentando acaso evaluar cuántas burbujas componen una cohorte), seguían atentamente las evoluciones de la tropa.
Era la actividad más vistosa de las programadas por el centro con motivo de la Nit dels Museus. También se ofrecían visitas guiadas a la estupenda exposición en cartel L’enigma iber, arqueologia d’una civilització (hasta enero de 2022). Para acceder al MAC había que hacer un poco de cola, muy llevadera gracias a los legionarios. Dentro, los visitantes disfrutaban de un recorrido con sorpresas como poder oír hablar en íbero o escuchar el barritar de los elefantes de Aníbal. “Está muy animado, pero con el aforo reducido y grupos de 30 personas cada media hora no vamos a conseguir las cifras de antes de la pandemia”, avanzaba el director del museo, Jusèp Boya, que admitía que la Nit dels Museus pierde parte de su encanto al no poder celebrarse en horario nocturno.
En la Fundación Miró había una pequeña cola para entrar. Acudir sin cita previa no suponía un problema. “Nos están sobrando entradas”, señalaban en la puerta. Dentro, el museo, que lo ha pasado realmente mal durante la pandemia, estaba bastante concurrido, incluidas la tienda y la cafetería, ofreciendo una imagen reconfortante. De Nit, por eso, nada. La terraza ofrecía una vista fantástica de la ciudad con el cielo azul y mucha luz.
Algo más tarde, en el Macba, cuyas calles y terrazas de alrededor estaban muy concurridas, se podía acceder directamente si habías reservado cita; de no haberlo hecho, tenías que esperar en una pequeña cola lateral. La luz seguía sin bajar.
En el Picasso, a las nueve y media en punto sí que era oscuro, pero ya no dejaban entrar, o sea Nit, pero sin Museus. Peor era delante, donde el Museu Etnològic i de Cultures del Món (sede Moncada) estaba cerrado a cal y canto. Afortunadamente en el Marés, aunque llegaras a las 21.45 aún te dejaban entrar, con mucha amabilidad, para una visita rápida. ”Es cierto que es una pena que se pierda la magia de las visitas nocturnas”, reconocía una joven vigilante., “pero peor fue el año pasado, es lo que hay, esperemos que el año que viene todo vuelva a ser normal”.
Paradójicamente, mientras los museos echaban el cierre apenas anochecido, el resto de la ciudad parecía en estado de efervescencia, con mucha gente en las calles y la restauración abierta. El arte fue el primero en irse a dormir, con horario infantil.
Macba, castillo y MNAC, los más visitados
El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), el castillo de Montjuïc y el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) fueron los centros más visitados en la Nit dels Museus, de seis de la tarde a diez de la noche, según el Icub.
En total los diez más visitados han sido el Macba, con 3.661 visitantes; el Castell, 3.605; el MNAC, 1.376; el Born Centre de Cultura i Memòria, 1.368; el Museu d’Arqueologia y sus romanos e íberos, 1.325; Sant Pau Recinte Modernista, 1.200; CosmoCaixa, 1.183; el Museu d’Història de Barcelona (MUHBA), 1.070; el Museu de Ciències Naturals (Blau), 1.008 y el Museu Marítim 861.