Los arqueólogos buscan los restos del poeta cubano Pablo de la Torriente en una fosa de Montjuïc

La operación ha comenzado este miércoles tras un acuerdo entre la Generalitat, el Ayuntamiento y el Consulado cubano

Apertura de las fosas frente a los nichos del cementerio de Montjuïc, en Barcelona.MASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)

Los arqueólogos han comenzado este miércoles a cavar el suelo junto a unos nichos de la llamada Via Sant Oleguer del cementerio barcelonés de Montjuïc, con la misión de encontrar los restos del poeta y periodista cubano Pablo de la Torriente. Los profesionales no saben qué se van a encontrar y han optado por cavar en este punto después de que a algunos trabajadores de Cementerios de Barcelona les llegaran informaciones de que el cadáver del poeta podría ...

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Los arqueólogos han comenzado este miércoles a cavar el suelo junto a unos nichos de la llamada Via Sant Oleguer del cementerio barcelonés de Montjuïc, con la misión de encontrar los restos del poeta y periodista cubano Pablo de la Torriente. Los profesionales no saben qué se van a encontrar y han optado por cavar en este punto después de que a algunos trabajadores de Cementerios de Barcelona les llegaran informaciones de que el cadáver del poeta podría estas allí.

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A la apertura de la fosa han acudido la consejera Justicia, Ester Capella; el concejal de Derechos de la ciudadanía, Marc Serra, y el cónsul de Cuba, Alain González. El diplomático cubano ha destacado la “vida revolucionaria” que llevó a cabo De la Torriente hasta su muerte en Madrid.

El periodista y poeta resultó preso en 1930 después de varias manifestaciones contra el dictador cubano Gerardo Machado. Fue exiliado y cuando comenzó la Guerra Civil viajó hasta España para ejercer como corresponsal de guerra y acabó formando parte del bando republicano como voluntario internacional. Murió en combate en la conocida como batalla de la niebla, en Majadahonda (Madrid). Fue enterrado primero en el cementerio de Chamartín de la Rosa pero sus familiares querían trasladar el cuerpo a Cuba, donde ya era conocido como El héroe de Majadahonda. La única opción que tuvieron fue la de embalsamar el cuerpo y trasladarlo a Barcelona con la intención de repatriar el cadáver en un barco. La guerra complicó el operativo y el poeta fue enterrado provisionalmente, el 13 de junio de 1937, en el nicho 3.772 de la vía de Sant Oleguer. Después de que Franco ganara la guerra, la operación de traslado del cadáver se complicó todavía más. En 1939, se acabó el tiempo de ubicación temporal de los restos y se exhumó el nicho y los restos fueron trasladados a una fosa común. Aun así, los familiares del difunto siempre han reclamado poder repatriar el cadáver.

Nadie sabe hoy dónde se encuentra esa fosa. Los pocos indicios que se tienen provienen de trabajadores del cementerio a los que alguien ha informado. Los arqueólogos han delimitado este miércoles un triángulo de entre tres y cinco metros de donde estaba el nicho, donde han comenzado la búsqueda. La consejera Capella ha advertido: “Creemos que en esta fosa hay enterradas otras 11 personas”.

En 2018 el Consulado de Cuba, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat firmaron un convenio para llevar a cabo los trabajos de recuperación y repatriación del poeta. De hecho, ya hay disponibles restos de ADN de De la Torriente para cotejar con los restos de los cadáveres que se encuentren en la fosa. Hasta ahora nunca se había excavado una fosa en el cementerio de Montjuïc.

Esta excavación es la 35ª actuación del plan de fosas con el que ya se han recuperado 393 restos mortales. 12 personas han sido identificadas gracias a perfiles de ADN.

Marc Serra ha destacado: “Hoy se inicia un acto de reparación de la memoria. La exhumación es una cuestión de justicia en un país que todavía tiene muchas víctimas en la cuneta”. El concejal de Derechos de la ciudadanía ha lanzado un mensaje a los movimientos ultras: “Ahora que se banaliza el franquismo y que la señora Ayuso asegura estar orgullosa de ser fascista y estar en el lado bueno de la historia. Es ahora cuando son necesarias las políticas de memoria histórica”.

El programa de identificación genética de los cadáveres localizados en fosas sigue abierto. Actualmente dispone de 2.500 muestras de donantes vivos y 300 de perfiles genéticos de restos de fosas. La donación de ADN por parte de familiares es gratuita y todos aquellos que quieran inscribir a algún familiar en el censo de personas desaparecidas deben acudir al hospital Vall d’Hebron a que le tomen, de forma indolora, una muestra de saliva. En el censo constan ya 6.000 casos pero se calcula que en Cataluña hay unas 20.000 personas enterradas en fosas de la Guerra civil.

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