Todas las caras del arquitecto Enric Miralles
Barcelona se vuelca en el homenaje de una figura de la arquitectura contemporánea en el 21º aniversario de su muerte
El homenaje por el 20º aniversario del fallecimiento de Enric Miralles, uno de los arquitectos catalanes más notables del panorama contemporáneo a escala internacional, tenía que haber sido el año pasado. El covid lo impidió. “La idea principal de la Fundación Enric Miralles era más sencilla pero se fue haciendo más amplia y compleja”, explicaba ...
El homenaje por el 20º aniversario del fallecimiento de Enric Miralles, uno de los arquitectos catalanes más notables del panorama contemporáneo a escala internacional, tenía que haber sido el año pasado. El covid lo impidió. “La idea principal de la Fundación Enric Miralles era más sencilla pero se fue haciendo más amplia y compleja”, explicaba Benedetta Tagliabue, compañera profesional y personal de Miralles. La implicación del Ayuntamiento de Barcelona -que decidió que la ciudad le rendiría un homenaje- y de la Generalitat y el enrolamiento en el proyecto del también arquitecto Joan Roig (Batlle i Roig) para comisariar el programa junto con Tagliabue, ha dado como resultado final un completo programa de exposiciones y actividades con el nombre de Circuit Miralles. Un circuito que se prolongará a lo largo de todo el año en diferentes centros culturales, el Saló del Tinell (MUHBA), el Centre d’Arts Santa Mònica y el Disseny Hub; y académicos de la ciudad, como el Colegio de Arquitectos y la Escola de Arquitectura (ETSAB).
Un conjunto de actividades que persigue acercar el proceso creativo de un arquitecto que ha dejado una huella importante en Barcelona —el mercado de Santa Caterina, el parque de Diagonal Mar o la sede de Gas Natural en la Barceloneta y una obra, las instalaciones olímpicas del Tiro al Arco, que fueron desmontadas por unas obras del metro y reposan entre zarzas- a los interesados en la arquitectura y también acercar esa disciplina al gran público.
La exposición central es Miralles. A quarts de quatre, una espectacular muestra del Miralles arquitecto, su faceta más conocida, en el Saló del Tinell del Museo de Historia de Barcelona. Donde en 1956 se hizo una primera exposición antológica dedicada a Antoni Gaudí. “No paré hasta conseguirlo porque como Gaudí, Miralles también fue un gran personaje. Los dos destacaron en sus épocas en la arquitectura. Los dos colaboraban en sus trabajos con artistas. Los dos fueron rupturistas y se saltaban las reglas del momento”, destacó Roig en la presentación de las actividades.
En esa muestra se pueden ver —casi disfrutar— el conjunto de maquetas de cuatro grandes proyectos de la vida profesional de Miralles: el Cementiri de Igualada (1985)—donde está enterrado— el Pabellón de Baloncesto de Huesca (1994) del que destaca una de sus señas de identidad, las grandes cubiertas como elemento arquitectónico que se hizo más espectacular en el Mercado de Santa Caterina de Barcelona (1997) y una de las obras más populares y singulares de Miralles al utilizar cientos de baldosas de cerámica de 65 colores distintos para la cubierta, como si fuera una inmensa huerta. El cuarto proyecto de esa exposición es el Nuevo Parlamento de Escocia en Edimburgo (2004), todo un desafío, ya que suposo encajar un antiguo edificio preexistente, con la complejidad de los volúmenes de la nueva cámara, en un punto de la ciudad que abraza la naturaleza.
Maquetas, dibujos, esbozos y collages han convertido el Salón del Tinell en un inmenso estudio de arquitectura que muestra buena parte del proceso creativo de Miralles y que se completa con unas proyecciones sobre cada uno de los proyectos que se exhiben.
“No paraba de dibujar y de tomar elementos para probar, cualquier cosa era susceptible de convertirse en una idea, o para probar un material o una textura”, apuntaba Tagliabue. Un arquitecto en el que su profesión y su vida privada se fundían en muchas ocasiones. “Era individualista pero siempre trabajaba en equipo, con sus colaboradores”, proseguía Tagliabue y ponía como ejemplo los dos tándems profesionales y personales que Miralles tuvo en su vida: primero con Carme Pinós y luego con ella misma.
Muebles y fotos
Fue un profesional que en solo 26 años desarrolló decenas y decenas de proyectos que se conformaban tras una intensa obra intelectual de escritos, dibujos, esbozos, fotomontajes, libretas —como en la que pone punto y final al edificio del Parlamento de Edimburgo—y casi mil maquetas originales. Parte de ese material es del archivo privado de viajes familiares o profesionales que se podrán ver por primera vez en el Centre d’Arts Santa Mònica en la muestra Miralles. Photo & Collages que recoge 170 composiciones del arquitecto. Otra de las muestras singulares del programa es la que se podrá ver en el Disseny Hub con el título Miralles. Perpetuum Mobile que enseña la faceta de Miralles diseñador. Con la particularidad de que algunos de los muebles son los que el arquitecto diseñó para su propia casa. Destaca entre ellos la mesa Inestable que tiene 20 posiciones diferentes de tal manera que un objeto inerte como una mesa parece ponerse en movimiento.
Miralles recibió 62 premios—como el Nacional de Arquitectura o el León de oro de la Bienal de Arquitectura de Venecia— y tuvo una intensa vida académica que también se abordará en actividades que se desarrollarán en el Colegio de Arquitectos, en formato de conferencias públicas en Miralles. Converses, en las que intervendrán arquitectos y socios colaboradores, como Rafael Moneo, Carme Pinós y Tagliabue.
Y en la escuela de Arquitectura (ETSAB), donde Miralles fue profesor, se organizará otra exposición, Miralles. A l’escola, que enseñará el trabajo académico del arquitecto catalán, que también fue profesor de la Universidad de Harvard.