Carles Ribas

La oposición en pleno tumba la hoja de ruta de Colau en un pleno con duras críticas a su gestión

La alcaldesa se compromete a “intensificar el diálogo” con los partidos del Ayuntamiento

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su gobierno se han llevado este viernes en el pleno municipal dos reveses de la oposición en poco más de dos horas. Primero, en el debate anual sobre el estado de la ciudad, todos los partidos han sido durísimos al valorar negativamente la gestión del ejecutivo de los comunes y el PSC, recordando que durante el año de la pandemia han a...

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La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su gobierno se han llevado este viernes en el pleno municipal dos reveses de la oposición en poco más de dos horas. Primero, en el debate anual sobre el estado de la ciudad, todos los partidos han sido durísimos al valorar negativamente la gestión del ejecutivo de los comunes y el PSC, recordando que durante el año de la pandemia han aumentado la pobreza, la desigualdad, el paro o los problemas de falta de vivienda. La alcaldesa ha respondido comprometiéndose a “intensificar el diálogo”. En segundo lugar, en la votación del Plan de Actuación Municipal (PAM), que es la hoja de ruta del mandato el ejecutivo municipal, ha visto como se lo tumbaba la oposición en pleno: ERC, Junts, Ciutadans, PP y Barcelona pel canvi han votado en contra. En el mandato pasado Colau tampoco logró aprobarlo, en la que fue la primera vez que un gobierno no lo lograba.

El concejal de Presidencia, Jordi Martí, ha señalado el esfuerzo realizado por el Gobierno en adaptar el PAM inicial a la situación de pandemia. “Decidimos reorientarlo con medidas que pueden ser palanca de recuperación ante la situación de emergencia social y actuaciones orientadas a mitigar la emergencia social y dotarnos de para la recuperación económica de la ciudad”, ha dicho.

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Pero incluso ERC, socio preferente de Colau, con quien esta misma semana presentaron un paquete de inversiones de 30 millones en los barrios, ha dado la espalda al PAM de Colau. En el debate sobre el estado de la ciudad el líder de los republicanos en el Ayuntamiento, Ernest Maragall, ha acusado a la alcaldesa y su ejecutivo de “ser un freno” y ha reprochado que “la ciudad no va bien y por eso sufre más que otras ciudades europeas”. Los republicanos han exigido, por boca del edil Jordi Coronas, mayor “ambición y concreción” al PAM, que consideran que se ha convertido en “un trámite” para los gobiernos municipales.

Por parte de Junts per Catalunya, Elsa Artadi se ha referido a una ciudad “que se ha parado y merece una reflexión”. “Nos debe hacer reflexionar las políticas de decrecimiento que se han impuesto para que Barcelona sea una ciudad donde no venga nadie ni pase nada”, ha afirmado, mientras acusaba a Colau de dar las culpas a la Generalitat, tapar las vergüenzas del Gobierno español y eludir sus responsabilidades”. El concejal de Junts Jordi Martí ha criticado además las políticas urbanísticas y de movilidad de la ciudad, como la apuesta por el urbanismo táctico o la unión de los dos tramos del tranvía por la Diagonal, que ha tachado de “proyecto faraónico”.

Muy dura ha sido también la portavoz de Ciutadans, Luz Guilarte: “Han dejado la ciudad en los huesos y no hay liderazgo”, ha dicho y ha recordado las críticas que recibe el ejecutivo de los sectores económicos. “Hay más asentamientos ilegales, personas durmiendo en la calle, desigualdad, su ascensor social baja porque ustedes han desmantelado el estado del bienestar”, ha dicho. Su compañero Paco Sierra ha criticado la elevada cantidad de contratos menores que hace el Ayuntamiento y ha arremetido contra el “sablazo fiscal” que, a su juicio, suponen las subidas de tasas e impuestos. Desde el PP, Josep Bou, ha sido el más conciliador, aunque ha lamentado “que la pobreza ha disparado la pobreza, el desborde de las entidades o la falta de pisos en la mesa de emergencia”.

Por parte de Barcelona pel canvi, Eva Parera ha asegurado que “el estado de la ciudad es para llorar” y ha acusado al ejecutivo de “declarar la guerra a los coches, los hoteleros, el sector automovilístico, las grandes empresas, el turismo, las escuelas concertadas, las guarderías privadas y hasta a la carne roja”. “Tienen una visión de la política muy pequeña y no son capaces de salir de su marco ideológico”, ha espetado para acabar recordando a Colau que necesitó los votos de Manuel Valls para ser investida alcaldesa: “Nuestro grupo tiene más derecho a ser exigente porque ustedes están sentados aquí gracias a nosotros”.

“Un año excepcional que no olvidaremos”

Ada Colau y su socio Jaume Collboni, abrieron el debate sobre la ciudad. “De un año excepcional con mucho sufrimiento que no olvidaremos”. “De un año con una situación excepcional con mucho sufrimiento que no olvidaremos nunca, con una crisis sanitaria y social y económica”, arrancó la edil, “que se suma a una crisis de desigualdad y climática que ya teníamos antes”.

La alcaldesa y su número dos repasaron las cifras del impacto de la pandemia: 100.000 infectados, 4.500 personas fallecidas, una caída del PIB del 10%, un paro del 12,6%, 88.000 personas atendidas en los servicios sociales.

La alcaldesa agradeció la respuesta ciudadana y de los servicios municipales y agradeció el papel de la oposición antes de recordar que hay malestar social. “Esto interpela a la política, porque la ciudadanía percibe la política como parte del problema y no de la solución”, dijo y se comprometió a “encarar debates en clave propositiva evitando peleas cuando no sea necesario”. Collboni a su turno defendió que el gobierno “ha velado por protegido a los vulnerables, reactivar la economía y relanzarla ciudad” y cerró: “Barcelona conserva atributos para salir de esta, con todo y a por todas”.

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