Barcelona celebrará Sant Jordi en media docena de espacios
Las paradas serán sólo para libreros, editores y floristas y las firmas se repartirán para evitar gentío
Una zona acotada con acceso restringido y medidas de protección sanitaria en la calzada de un paseo de Gràcia cortado al tráfico parecía ser el formato hacia el que se encaminaban el sector del libro y el Ayuntamiento para celebrar el próximo Sant Jordi en Barcelona. Era el patrón nonato que estuvo a punto de aplicarse el pasado 23 de julio cuando el Sant Jordi de verano, que había de compensar la tradicional diada que no se celebró.
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Una zona acotada con acceso restringido y medidas de protección sanitaria en la calzada de un paseo de Gràcia cortado al tráfico parecía ser el formato hacia el que se encaminaban el sector del libro y el Ayuntamiento para celebrar el próximo Sant Jordi en Barcelona. Era el patrón nonato que estuvo a punto de aplicarse el pasado 23 de julio cuando el Sant Jordi de verano, que había de compensar la tradicional diada que no se celebró.
Siete meses después, la experiencia de lucha contra la pandemia hace prever que los índices de contagios serán todavía muy altos en Cataluña y que por ello lo mejor es no generar grandes aglomeraciones de público, ni que sea al aire libre. Por ello, Consistorio y mundo del libro ultiman un formato “lo más desconcentrado posible”, según afirmó ayer el teniente de alcalde de Cultura, Joan Subirats, en la Comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deportes. Con esa misma filosofía, aseguró que la concesión de paradas en las calles quedaría “restringida a profesionales del sector”, es decir, a editores, libreros y floristas, excluyéndose las que suelen permitirse a entidades sociales y agrupaciones estudiantiles.
“El modelo del paseo de Gràcia debió desestimarse en julio con unos índices de pandemia que eran bastante inferiores a los actuales; hay que ser realistas y, como hay ganas este año de celebrar el Sant Jordi, trabajamos en un modelo que evite concentraciones y esponje la afluencia de público”, admite Patrici Tixis, presidente de la Cambra del Llibre de Catalunya.
En esa línea, se trabaja en la búsqueda de “media docena de espacios carismáticos, muy reconocibles, repartidos por la ciudad, al aire libre, con jardín o zonas verdes próximas y que sean relativamente fáciles de acotar”, apunta Tixis. En ellos se repartirían los autores para que pudieran firmar sus ejemplares, una de las razones de ser más carismáticas de la fiesta, pero también la actividad que genera mayores concentraciones.
Si bien aún no se han concretado esos escenarios, Tixis pone como modelo de potenciales ubicaciones el Palau Robert o el paseo de Lluis Companys. Adaptándose a cada localidad, el modelo de Sant Jordi descentralizado podría extenderse a toda Cataluña.