Los Mossos investigan el intento de quemar a una persona sin techo en Barcelona
Varios jóvenes han rociado con gasolina al hombre que dormía delante de un gimnasio que sirve como centro social
Los Mossos d’Esquadra investigan el intento de quemar a una persona sin techo hoy en Barcelona al lado del gimnasio social Sant Pau, un lugar que ha habilitado duchas, da ropa y sirve algunas comidas a personas sin techo. Tres jóvenes, con estética neonazi, según han contado los testigos de lo sucedido, han rociado con gasolina a Cucu (así le llaman los trabajadores del gimnasio), que se suele colocar a primera hora a dormir al lado del gimnasio. El vigilante de seguridad del centro ha visto lo que pasaba y ha impedido q...
Los Mossos d’Esquadra investigan el intento de quemar a una persona sin techo hoy en Barcelona al lado del gimnasio social Sant Pau, un lugar que ha habilitado duchas, da ropa y sirve algunas comidas a personas sin techo. Tres jóvenes, con estética neonazi, según han contado los testigos de lo sucedido, han rociado con gasolina a Cucu (así le llaman los trabajadores del gimnasio), que se suele colocar a primera hora a dormir al lado del gimnasio. El vigilante de seguridad del centro ha visto lo que pasaba y ha impedido que siguiesen adelante con la agresión.
“Mira, lo que hay en el suelo es gasolina”, dice Aurelio Vázquez, señalado la acera al lado del gimnasio, en lo que era la entrada de un establecimiento, ahora cerrado, donde descansaba Cucu. Aurelio llegaba a su puesto de trabajo, como vigilante en el gimnasio social Sant Pau, cuando ha visto a un grupo de tres jóvenes rociar con gasolina al hombre sin hogar. “Les he dicho que qué hacían. Dos han salido corriendo y un tercero se ha encarado”, explica. Los describe como tres jóvenes, con botas, chaqueta tipo bomber y rapados. “Era nazis”, afirma.
Ha pasado a las ocho de la mañana. A mediodía, Cucu, que suele pasarse toda la mañana en la zona, bien descansando, bien pidiendo delante de un supermercado Dia que hay a pocos metros, justo se ha ido a declarar ante los Mossos d’Esquadra. “Si no me llego a encarar con ellos, quién sabe lo que hubiesen hecho”, dice el vigilante. ”Es lo más grave que he vivido en mi carrera”, añade. El gimnasio social ha sido los primeros en contar lo ocurrido a través de Twitter.
“Soy cliente de la ducha, no tengo donde dormir y quiero dormir cerca de las duchas”, ha explicado Cucu, en un vídeo que han difundido en las redes sociales desde la Cup de Ciutat Vella. Los trabajadores del gimnasio conocen al hombre -que en realidad se llama Huossan y tiene 57 años- desde abril, cuando habilitaron el centro exclusivamente para ayudar en la pandemia a personas sin hogar. Cucu se ha despertado después de la intervención de Aurelio. “Estaba un poco nervioso, y con los medios luego yendo y viniendo...”, cuenta el vigilante.
“He hecho todo lo que he podido sin poner en riesgo mi vida”, repite Aurelio, sobre por qué no ha intentado detener a los atacantes. “No sabía si el que se ha encarado llevaba un pincho. Me ha empezado a gritar segurata de mierda, te voy a rajar, y cosas así. Y yo estaba solo”, explica. Ahora los Mossos están investigando lo sucedido, y esperan poder recuperar imágenes del ataque, que ha pasado en una zona céntrica de la ciudad, a pocos metros del mercado de Sant Antoni.
“Hace unos días ya atacaron el centro LGTBI aquí al lado y fueron unos neonazis”, se queja Santi González, trabajador del gimnasio social Sant Pau. “Esto es un delito de odio por parte de la extrema derecha”, repite. Y se queja de que “ni el Ayuntamiento ni la Generalitat” dedican suficientes recursos a las personas sin hogar. “Esa persona podría estar muerta, más vale que se pongan las pilas”, lamenta, y señala los discursos de partidos como Vox como responsables de ataques a personas migrantes sin techo.
El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que denunciará lo ocurrido ante la Fiscalía de delitos de odio. El concejal de Derechos de Ciudadanía, Marc Serra, ha asegurado que “el relato es coherente”, “los hechos son claros” y que lo que ha ocurrido “es una tentativa de asesinato con los agravantes de que lo querían llevar a cabo con fuego y por motivos puramente ideológicos”, ya que los agresores llevaban “símbolos y ropa que los identificaría como personas que forman parte del colectivo nazi”.
“Es una agresión cobarde y aporofóbica, de odio a los más vulnerables” y “es una agresión contra el conjunto de la ciudad y el modelo de convivencia, en el que caben las personas mas vulnerables. No puede quedar impune”, ha subrayado el concejal. En su cuenta de Twitter, el portavoz municipal de ERC, Jordi Coronas, ha sostenido que “los discursos que siembran el odio hacen que pasen cosas como esta”. También se ha pronunciado en las redes sociales la presidenta del grupo de JxCat, Elsa Artadi, que ha expresado su solidaridad con la víctima y ha dado las gracias al gimnasio social y “a las personas que trabajan para velar por la integridad de todos”.
La Fundación Arrels, que se dedica a ayudar a personas sin hogar, también ofrecerá apoyo legal al hombre, en el caso de que él lo desee. La fundación le conoce porque es usuario de su centro abierto. Su director, Ferran Busquets, lamenta lo sucedido, y alerta de que en los últimos días les han llegado más casos de agresiones a personas sin techo. Solo en Barcelona, más de 1.200 personas viven en la calle, según el último recuento de Arrels.