Barcelona cambia el sistema de cálculo de la renta
Los nuevos datos que publica el Instituto Nacional de Estadística arrojan una foto más real
El Ayuntamiento de Barcelona lleva dos años sin publicar la renta de los 73 barrios de la ciudad. Se trata de un cálculo con una metodología propia del departamento de Estadística del Consistorio que comenzó a publicarse en 2000. Pero los nuevos datos que publica desde hace un par de años el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la renta de los hogares arrojan una foto más real. El inconveniente es que llegan con dos ...
El Ayuntamiento de Barcelona lleva dos años sin publicar la renta de los 73 barrios de la ciudad. Se trata de un cálculo con una metodología propia del departamento de Estadística del Consistorio que comenzó a publicarse en 2000. Pero los nuevos datos que publica desde hace un par de años el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la renta de los hogares arrojan una foto más real. El inconveniente es que llegan con dos años de retraso. Y que la serie anterior quedará interrumpida. Los primeros, con cifras de 2018, se conocerán en abril.
Los datos que publicaba (por distritos desde 20000 y por barrios desde 2008) la Oficina Municipal de Datos partían de un índice medio de la ciudad de 100 y estimaban la renta de cada barrio: algunos apenas llegaban a 50 y otros superaban la cifra de 270, seis veces más. El informe se basaba en datos del mercado de la vivienda, la formación de los vecinos, el parque automovilístico y el paro. Un informe anual que permitía observar la evolución de las desigualdades en la ciudad, y al que se podía recurrir para contrastarlo con otros indicadores, como el voto, la salud, los problemas de vivienda, o el tamaño de los pisos. Los últimos datos disponibles son los de 2017.
La decisión de cambiar la metodología es exclusivamente técnica, aclara, por si hubiera alguna duda, el director de la Oficina Municipal de Datos del consistorio, Màrius Boada. Porque hay nuevos datos y “mucho más precisos”. Boada explica la irrupción de la “estadística experimental”, que ha comenzado a elaborar la propia oficina municipal y también el Instituto Nacional de Estadística. “Estamos utilizando datos de fuentes que antes no existían pero que merece la pena tener en cuenta”, defiende Boada. Dos ejemplos: datos obtenidos de las compras con tarjetas de crédito o los desplazamientos que pueden conocerse gracias a la telefonía móvil.
El INE publica desde 2016 datos de la renta familiar a partir de fuentes de información de gran fiabilidad, como son la Agencia Tributaria y la Seguridad Social. “El Atlas de Distribución de la Renta de los Hogares se elabora con datos de Hacienda, de la Seguridad Social y otros registros administrativos que tienen un detalle brutal del nivel de renta de la población por sección censal en toda España”, indica.
El Ayuntamiento, pues, está esperando los datos de 2018 (que el INE publica por ciudades, distritos y secciones censales) y las trabajará para hacer el cálculo de renta por barrios, la fuente de los ingresos (si se trata de salarios, autónomos o prestaciones) y otros indicadores. Entre otras cuestiones, la nueva metodología permitirá cuantificar el efecto de la redistribución del sector público sobre los barrios de la ciudad y hasta qué punto las ayudas reducen las diferencias de renta. La pega, admite Boada, es el retraso, por el decalaje de más de dos años. Porque las declaraciones de la renta de 2018 se presentaron en 2019 y se trabajaron en 2020.
Diferencias entre barrios
Desde el mundo de la universidad y la investigación, los expertos aplauden el cambio de método. Toni López Gay, investigador del Departamento de Geografía de la UAB y del Centro de Estudios Demográficos, señala que “la valentía y creatividad que tuvo en su momento el Ayuntamiento de Barcelona de calcular la renta de los barrios con un método propio”, aunque valora que los datos de renta del INE bajan a las secciones censales “y permitirán analizar fenómenos como cambios en la población o transformación de barrios a un nivel muy fino”. “Por ejemplo”, dice, “no es lo mismo el Raval Norte que el Sur, o el barrio de La Ribera que el Born”, son zonas muy distintas dentro de un mismo barrio, donde pasan cosas muy diferentes. “No es común tener datos a un nivel tan detallado, que sean tan robustos y representen a una muestra tan enorme como la gente que hace declaración de la renta” como ofrece ahora el Instituto Nacional de Estadística
Los “valiosos” datos nuevos del INE
En el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB), el responsable del área de cohesión social y urbana, Sergio Porcel, subraya también la relevancia de que los nuevos datos del INE provengan de registros. “Son datos que nos permitirán hacer análisis de segregación territorial socioeconómica en la ciudad, el índice de vulnerabilidad… es una información de la que no disponíamos y será muy valiosa”.