La Fiscalía acusa de delito ambiental a los directivos de la química que provocó la contaminación del río Besòs
El vertido de 2019 en el cauce barcelonés supuso el desastre ecológico “de la mayor magnitud de los que se recuerdan en España”, según el Ministerio Público
La Fiscalía ha presentado una querella por un delito contra el medio ambiente y otro relativo a la protección de la flora y la fauna contra tres directivos de la planta de reciclaje Ditecsa, en Montornès del Vallès (Barcelona), por provocar un “desastre ecológico” en el río Besòs tras el vertido desencadenado por un incendio en la empresa. El día del accidente, el 19 de diciembre de 2019, algunos contaminantes superaron en más de diez veces las concentraciones permitidas, centenar...
La Fiscalía ha presentado una querella por un delito contra el medio ambiente y otro relativo a la protección de la flora y la fauna contra tres directivos de la planta de reciclaje Ditecsa, en Montornès del Vallès (Barcelona), por provocar un “desastre ecológico” en el río Besòs tras el vertido desencadenado por un incendio en la empresa. El día del accidente, el 19 de diciembre de 2019, algunos contaminantes superaron en más de diez veces las concentraciones permitidas, centenares de peces murieron y un fuerte olor pudo percibirse durante días entre una visible espuma tóxica. Más de un año después, en el tramo de 18 kilómetros más afectado (desde Montornès hasta la desembocadura en Barcelona), la población de peces sigue al 30%, según un informe del equipo de biólogos encargados de analizar el impacto facilitado a El País. En su querella, el fiscal Antoni Pelegrín describe el desastre ambiental como “el de mayor magnitud de los que se recuerdan en España”.
La denuncia ya ha sido admitida por el juzgado de instrucción 2 de Granollers (Barcelona) y va dirigida al director general de la empresa Ditecsa; a su delegado en Cataluña y al responsable de la planta de Montornés. El fiscal de medio ambiente resalta en el escrito que la “mezcla descomunal” de compuestos tóxicos que llegó al río causado por el incendio de la empresa causó un daño “muy grave para el equilibrio del ecosistema”. Fue un flashback del pasado y supuso un duro golpe a la progresiva recuperación en los últimos años de un río que en los años 70 y 80 se ganó el apodo de “cloaca a cielo abierto” y fue considerado uno de los más contaminados de Europa.
En su querella, Pelegrín advierte asimismo que será “muy difícil” la recuperación del estado ecológico del río. Los expertos que están estudiando la recuperación del cauce ya lo constatan en informes. “No se puede poner una fecha para la recuperación total de la fauna acuática”, explica a este periódico Dolors Vinyoles, doctora en biología de la Universidad de Barcelona (UB) y miembro del equipo encargado de analizar el impacto sobre la población de peces. El Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat concluyó en febrero de 2020 que los peces del río se recuperarían “en dos o tres años”. En un informe publicado por la Agencia Catalana del Agua (ACA) el pasado julio, la institución de la Generalitat competente en la gestión del agua revela la existencia aún de un foco tóxico latente en la zona más cercana a la planta química.
Sanciones año tras año
El fiscal utiliza muchas líneas del escrito de acusación para defender que los tres querellados eran perfectamente conscientes del peligro que suponía el progresivo incremento en la producción de disolventes. Para ello, cita las sucesivas sanciones que la empresa recibió de la Agencia de Residuos de Catalunya, entre 2011 y 2019, por infracciones en su sistema de almacenaje y seguridad.
La Generalitat multó a la empresa con sanciones de 3.000, 15.000, 48.000 y 10.000 euros en 2014, 2016, 2018 y 2019. Pese a ello, las irregularidades no fueron subsanadas, defiende el fiscal. En 2018, una inspección por sorpresa documentó que, como mínimo, la empresa almacenaba 612 toneladas de residuos de manera incorrecta. ·”Era muy superior a la permitida”, explica el Ministerio Público sobre la acumulación de residuos y productos peligrosos que Ditecsa había hecho acopio a escasos 300 metros del río. La Fiscalía también apunta que los trabajadores tampoco estaban correctamente formados para actuar en una situación como la ocurrida el día del accidente.