Barcelona pretende que el 82% de los desplazamientos sean “sostenibles” en 2024
El Plan de Movilidad Urbana persigue reducir un 25% los movimientos en vehículo privado
El equipo de gobierno municipal ha presentado el Plan de Movilidad Urbana (PMU) con el objetivo de acabar, desde ahora y hasta el 2024, con el 25% de los desplazamientos en vehículo privado. Los desplazamientos en turismo son los únicos que el ...
El equipo de gobierno municipal ha presentado el Plan de Movilidad Urbana (PMU) con el objetivo de acabar, desde ahora y hasta el 2024, con el 25% de los desplazamientos en vehículo privado. Los desplazamientos en turismo son los únicos que el PMU pretende reducir y apuesta por mejorar las aceras, los carriles bicis y bus para que en 2024 el 82% de los trayectos sean utilizando “medios sostenibles”. Para llevar a cabo este plan se necesita un presupuesto de 7.000 millones de euros, que deberán abonar todas las administraciones.
La propuesta del PMU presentada ayer por la concejal de movilidad de Barcelona, Rosa Alarcón, deberá someterse a votación en la próxima comisión de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad y, tras un proceso de alegaciones, se aprobará definitivamente en el pleno del Consistorio.
Alarcón destacó ayer que el plan marca cuatro retos: “Garantizar el derecho a la movilidad, velar por la salud y seguridad de las personas, contribuir a la recuperación de la actividad económica y comercial, combatir la crisis climática y mejorar la calidad del aire”. Los únicos desplazamientos que se quieren reducir —un 25%— son los que se realizan en vehículo privado, el PMU apuesta por incrementar un 7,5% los trayectos a pie, un 15,7% los que se efectúan en transporte público y un 129% los que se realizan en bicicleta o patinete.
El equipo de gobierno de la alcaldesa Ada Colau ha urdido un plan para conseguir esos resultados. Un plan dividido en 600 líneas de actuación con 340 medidas específicas para, milimétricamente, ir consiguiendo los objetivos.
En cuanto a los peatones, el plan es ir eliminando de forma progresiva los aparcamientos de motocicletas y los carriles bici que todavía están trazados por encima de las aceras. “El peatón es sagrado”, resume Alarcón. El objetivo es aumentar en 32 kilómetros las zonas para peatones, mejorar la vigilancia y control disciplinario en las aceras, retirar palos y armarios de luz de las aceras y apostar por la “movilidad vertical”: la instalación de ascensores y escaleras mecánicas accesibles en el espacio público.
En cuanto al transporte público, el PMU pretende mejorar la eficiencia de la red de autobuses y se proyectan 67 nuevos kilómetros de carril bus, además de ordenar los autobuses supramunicipales e instalar autobuses disuasorios en la periferia de la ciudad que, junto con una mejor frecuencia de Metro y Rodalies, permitirán descongestionar el centro.
Las políticas relacionadas con las bicicletas, los patinetes y el resto de vehículos de movilidad personal pasan por incrementar la red actual de carriles bici en un 40% e incluir un carril donde no se permita superar los 30 kilómetros por hora en las calles con tres o más carriles de circulación. También se estudia la ampliación del número de bicicletas eléctricas del Bicing.
En cuanto a la distribución urbana de las mercancías, el plan estudia implantar microplataformas logísticas de distribución en cada distrito de la ciudad; promover la carga y descarga nocturna con vehículos silenciosos.
La concejal de movilidad apuesta por implantar la velocidad máxima de circulación a 30 kilómetros hora en toda la ciudad y priorizar el uso de “vehículos más sostenibles y menos ruidosos, preferiblemente eléctricos”. Otra de las líneas de actuación es regular el aparcamiento en el 90% de la ciudad, de tal forma que la mayoría de plazas sean o de residentes o área verde o azul.
El plan también prevé introducir nuevos radares y cámaras de tráfico para evitar infracciones y sancionar a los vehículos que sobrepasen las nuevas velocidades permitidas
La concejal subrayó ayer que se trata de un PMU que cuenta con unas actuaciones contempladas con un coste de 7,16 millones de euros, añadió que el proyecto está preparado para revisarse tras la covid-19 y que prevé un planteamiento posterior con un horizonte para 2030.
Una inversión del Estado y la Generalitat
“En las actuaciones del PMU hay mucho presupuesto que es del Ayuntamiento, pero cada estrategia es independiente. Algunas son casi gratuitas pero hay otras, como las infraestructuras de transportes, donde la Generalitat, el Estado y el Área Metropolitana de Barcelona deberán estar alineadas”, de esta forma, la concejal de movilidad, Rosa Alarcón, advirtió ayer que pese a que se ha cuantificado en 7.000 millones de euros la inversión necesaria no toda dependerá del Consistorio. La oposición todavía no se ha posicionado respecto al plan.