LA CRISIS DEL CORONAVIRUS

Terapias psicológicas para acabar con la “fatiga pandémica”

Barcelona reúne grupos terapéuticos para curar los daños provocados por la covid

Grupo de apoyo emocional en el casal de barrio Trinitat Nova.Albert Garcia (EL PAÍS)

“Necesitas que las personas crean en ti. Cuando estás sola y angustiada no tienes herramientas”, así de contundente se mostraba ayer una de las seis mujeres participantes en los llamados grupos de apoyo emocional. Media docena de mujeres se reunió en una sala del casal de barrio de Trinitat Nova. Todas tienen dos cosas en común: la crisis económica provocada por la covid les ha llevado a una mayor precariedad social y les ha impactado tanto emocionalmente ...

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“Necesitas que las personas crean en ti. Cuando estás sola y angustiada no tienes herramientas”, así de contundente se mostraba ayer una de las seis mujeres participantes en los llamados grupos de apoyo emocional. Media docena de mujeres se reunió en una sala del casal de barrio de Trinitat Nova. Todas tienen dos cosas en común: la crisis económica provocada por la covid les ha llevado a una mayor precariedad social y les ha impactado tanto emocionalmente que ha afectado su salud mental. La segunda variable que comparten es que todas pidieron ayuda al Ayuntamiento que es la administración que, junto con el Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, ha puesto en funcionamiento estos grupos de apoyo emocional.

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“Lo cierto es que no es lo mismo estar en una situación u otra. Esta pandemia nos afecta a todos. Hay que saber no solo reiniciar, sino también reanimar”, remarca Dolors Liria, la psicóloga que modera este grupo. Liria admite que la covid ha afectado a toda la sociedad. “El impacto emocional ha sido a todo el mundo pero la angustia derivada de la situación de precariedad social y el malestar, unido a la supervivencia económica, afecta más a unos cuantos que ven un futuro incierto por la falta de trabajo, ingresos, las pérdidas...”, destaca la psicóloga en una pausa de la terapia.

La concejal de Salud, Gemma Tarafa, recordaba ayer los cinco grupos de apoyo, cada uno para media docena de personas, con los que la ciudad ha iniciado este proceso de ayuda a algunos de los que han quedado afectado psicológicamente tras la declaración de pandemia. “El la primera ola, en marzo, había mucho miedo e incerteza. Ahora, además hay sensaciones de rabia, angustia, tristeza. La OMS ha llegado a hablar de fatiga pandémica. En la ciudad tenemos que acompañar a todo aquel que lo necesite”, defiende Tarafa.

Montserrat Poch es una de las asistentes al grupo. No quiere detallar mucho su problema que resume de forma fácil: “Yo hace unas semanas me encontraba en una situación precaria. La covid me había dejado fuera de banda”. Tras asistir a algunas sesiones, Poch advierte que se siente tranquila: “Hay que pedir ayuda, ahora estoy tranquila, no puedes vivir continuamente con el miedo en el cuerpo”.

Los problemas económicos nunca vienen solos y algunas de las asistentes al grupo de apoyo emocional pronto se centran en animar a otra que confiesa mantener muchos más problemas. “Lo que más me duele cuando explico a alguien todo lo que me ha pasado es que me digan: ‘¿No entiendo como has podido aguantar tanto?’”. Otra de las asistentes aconseja: “Con el tiempo verás que todo pasó. Y podrás explicarlo con una sonrisa”.

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