Ecologistas contra molinos de viento “insostenibles”
El Ayuntamiento de la Jonquera es contrario a un plan que contempla la construcción de 10 molinos de viento
Las montañas de las comarcas de Girona no tienen a día de hoy ni un solo molino de viento. Pero esa situación podría cambiar después de que la ponencia de que la Generalitat aprobara el 19 de octubre la viabilidad del emplazamiento del parque eólico Galatea (4,9 megavatios), en el término municipal de La Jonquera (Alt Empordà). El proyecto ubica 10 aerogeneradores de 200 metros de altura —125 metros de soporte y 150 metros de diámetro del rotor— en 740 hectáreas de zona boscosa de la Jonquera y una pequeña parte en Cantall...
Las montañas de las comarcas de Girona no tienen a día de hoy ni un solo molino de viento. Pero esa situación podría cambiar después de que la ponencia de que la Generalitat aprobara el 19 de octubre la viabilidad del emplazamiento del parque eólico Galatea (4,9 megavatios), en el término municipal de La Jonquera (Alt Empordà). El proyecto ubica 10 aerogeneradores de 200 metros de altura —125 metros de soporte y 150 metros de diámetro del rotor— en 740 hectáreas de zona boscosa de la Jonquera y una pequeña parte en Cantallops. El Ayuntamiento es contrario al proyecto y 13 entidades piden una planificación comarcal que “vele por el interés público de las energías renovables y no permita que inversiones de todas partes se apoderen de un territorio a cambio de migajas de pan”.
El decreto ley 16/2019 de 26 de noviembre, de medidas urgentes para la emergencia climática y el impulso a las energías renovables, según los ecologistas, deja abiertos los criterios para la implantación de estas energías en Cataluña, y es “impreciso” al determinar en qué zonas se permite la instalación de plantas de generación con fuentes renovables. “Esta falta de concreción —dice— está generando una avalancha de proyectos en todo el Alt Empordà y convirtiéndose en una amenaza insostenible para la conservación del territorio y su uso racional”. Por eso piden “la redefinición de los objetivos generales de la implantación de estas energías en l’Empordà, poner freno y plantear de forma consensuada una planificación racional antes que sea tarde”.
Exigen criterios que optimicen el aprovechamiento de todos los recursos, el uso de las tecnologías más adecuadas de acuerdo a criterios técnicos, económicos, de conservación, de respeto a la calidad de vida y la consideración de un justo reparto para el territorio de la riqueza generada. “El futuro energético debe ser 100% renovable y el desarrollo de estas no debe afectar desproporcionadamente al actual bienestar y patrimonio natural de Cataluña” sostienen. Recuerdan además que, “del bandazo de proyectos de hace 10 años tenemos muchos autorizados que pueden representar un centenar de molinos”.
En la Jonquera, al conocer el proyecto que promueve Enel Greenpower España para construir un parque eólico en parajes boscosos al este del núcleo urbano, con la modificación de 7,86 km de caminos existentes y la construcción de 3,64 km de nuevos y la construcción de una línea eléctrica de evacuación de la energía de 132 kV y una longitud 20,6 kilómetros hasta conectar con la subestación de Figueres, se mostraron en contra.
Territorio “trinchado”
Mediante acuerdo del pleno municipal, mostró su rechazo al proyecto y presentó una alegación a su totalidad motivada en una afectación general. Tanto a terrenos forestales y a espacios naturales protegidos, como por el impacto sobre paisaje, corredores ecológicos y rutas migratorias de aves, por la erosión por la construcción de accesos, afectación a la vegetación en fase de obras, impactos sobre el patrimonio monumental, histórico y de arquitectura tradicional y por afectación al sendero GR-11. La alcaldesa, Sonia Martínez, que avanza que lo recurrirán, asegura no estar en contra de las renovables siempre que tengan en cuenta al territorio. “Un territorio que nosotros ya tenemos trinchado”, sostiene.
El pronunciamiento favorable no garantiza que, en la tramitación del proyecto, no surjan elementos que afecten a su autorización. La promotora tiene dos años para presentar el proyecto de autorización del parque, sino deberá hacer de nuevo la consulta previa.