Barcelona trasladará a los sin techo alojados en los pabellones de la Fira a tres hoteles

El Ayuntamiento de Barcelona ha alcanzado un acuerdo con tres hoteles y residencias de la capital catalana con la capacidad para acoger -a partir del 15 de diciembre y, por lo menos, hasta abril- a 221 personas sin hogar. Con este acuerdo la teniente de alcalde de derechos sociales, Laura Pérez, asegura que se podrá trasladar a las 170 personas que siguen acogidas en uno de los pabellones de Fira de Barcelona y desmantelar así la infraestructur...

El Ayuntamiento de Barcelona ha alcanzado un acuerdo con tres hoteles y residencias de la capital catalana con la capacidad para acoger -a partir del 15 de diciembre y, por lo menos, hasta abril- a 221 personas sin hogar. Con este acuerdo la teniente de alcalde de derechos sociales, Laura Pérez, asegura que se podrá trasladar a las 170 personas que siguen acogidas en uno de los pabellones de Fira de Barcelona y desmantelar así la infraestructura provisional abierta al principio de la pandemia.

Los hoteles están ubicados en Gràcia, Sant Martí y Sarrià. Pérez ha defendido que el traslado a estos hoteles permitirá ofrecer a los sin techo “un espacio más seguro ante posibles contagios, con más autonomía y más privacidad”. La teniente de alcalde ha defendido que los dos pabellones de Fira de Barcelona con capacidad para 500 personas se abrieron en un momento de emergencia que se ha ido modulando.

Los tres hoteles y residencias que sustituirán el espacio de Fira suman 221 plazas y supondrán un coste de dos millones de euros, del total de 3,5 millones que la Generliat aseguró que destinaría a atender la situación de las personas sin hogar en Barcelona y el Área Metropolitana. Pérez ha recordado a la administración autonómica que esta inversión no es suficiente y ha pedido que saquen “del cajón las políticas para combatir el sinhogarismo”.

La teniente de alcalde ha recordado que el Ayuntamiento de Barcelona destinará, “solo este año y en solitario”, 45 millones de euros a atender a las personas sin hogar. “Es un máximo histórico y un incremento del 30% respecto al año anterior y que nos ha servido para pasar de 2.200 plazas a 2.700 fijas para personas sin hogar”, ha señalado.

Desde que se decretó el Estado de Alarma el pasado marzo hasta octubre en los equipamientos “extraordinarios” que se abrieron en la Fira de Barcelona y en otras infraestructuras se han atendido 1.522 personas de las que 1.286 son hombres, 232 mujeres y cuatro se identificaron como “no binarias”. El equipo municipal del Servicio de Inserción Social en Medio Abierto (SISMO en catalán) han detectado 982 personas durmiendo en la calle. “La cifra más baja de los últimos tres años”, ha destacado Pérez. En noviembre de 2018 eran 1.050 y en noviembre del año pasado 1.091. El máximo de personas detectadas por el SISMO durmiendo en la calle fue en julio de 2019 cuando se localizaron 1.112.

Los servicios sociales municipales mantienen que la pandemia ha precipitado que personas con poca red social, vivienda precaria e ingresos procedentes de actividades económicas irregulares hayan acabado en la calle. De los 1.522 atendido el 58% no son comunitarios y solo el 29% son de nacionalidad española. Desde marzo, en los equipamientos para personas sin hogar se han realizado 121 aislamientos preventivos y 33 derivaciones a hospitales u hoteles habilitados durante la pandemia como centros de salud. Se han detectado 38 positivos en covid-19 de las 331 pruebas PCR realizadas. El 70% de los asistidos son menores de 50 años y el 18% son jóvenes de entre 18 y 25 años.

Fronteras invisibles

Por otro lado, Càritas ha hecho público esta mañana el informe Fronteras in-visibles donde denuncian que los migrantes de nacionalidad extracomunitaria sufren cuatro veces más riesgo de pobreza que los españoles y están tres veces más expuestos a la exclusión social, una tónica que se ha agudizado a raíz de la pandemia de coronavirus.

Tal y como ha explicado la responsable de análisis social e incidencia de la entidad, Míriam Feu, éstas son las principales conclusiones del estudio, que se ha llevado a cabo entre personas con distintas situaciones administrativas.

De acuerdo con Feu, las personas de origen no comunitario sufren mayor vulnerabilidad: el 51 % de ellas está en riesgo de exclusión social y el 23,1 % en exclusión severa, frente al 18 % y el 6,5 %, respectivamente, de quienes tienen nacionalidad española, lo que demuestra la amplia brecha social que se ha ido agravando con la emergencia sanitaria.

Pero, más allá, el 39 % de los migrantes de fuera de la Unión Europea sufre exclusión laboral, el 27 % exclusión de la salud, el 66 % de la política y el 69 % exclusión del mercado de vivienda, lo que les lleva a residir en habitaciones realquiladas, infraviviendas, locales o subterráneos.