Un millar de personas protestan en Barcelona contra los desahucios durante la pandemia

Los mossos desalojan la plaça Sant Miquel después de que manifestantes rompieran con piedras los cristales del edificio Novísimo del Ayuntamiento

Una imagen de la protesta, esta tarde, en la plaza de La Catedral, en Barcelona.

Un millar de personas, según fuentes policiales, se han concentrado esta tarde en la plaza de la Catedral, en Barcelona, en contra del desalojo de la Casa Buenos Aires, en Vallvidrera y el desahucio de una familia en Ciutat Meridiana. La CUP se ha sumado a esta movilización que se celebra en medio de fuertes medidas de seguridad después de los graves disturbios que se produjeron este viernes en Barcelona y que se ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Un millar de personas, según fuentes policiales, se han concentrado esta tarde en la plaza de la Catedral, en Barcelona, en contra del desalojo de la Casa Buenos Aires, en Vallvidrera y el desahucio de una familia en Ciutat Meridiana. La CUP se ha sumado a esta movilización que se celebra en medio de fuertes medidas de seguridad después de los graves disturbios que se produjeron este viernes en Barcelona y que se saldaron con 14 detenidos. La marcha se ha dirigido a la plaça de Sant Miquel donde varios manifestantes han arrojado piedras y roto los cristales de las puertas del edificio Novísimo del Ayuntamiento, realizado pintadas y provocado una hoguera al prender fuego en cuatro palés. Agentes antidisturbios han procedido a desalojar la zona.

Más información

Agentes antidisturbios han procedido a desalojar la plaza y se han producido carreras en algunas calles adyacentes. Los mossos han lanzado foam. Los manifestantes han lanzado piedras también contra los cristales del Ayuntamiento de la calle Templers. La protesta, de hecho, se ha dirigido contra el gobierno municipal cuando ha sido el único que se había mostrado en contra del desalojo de la Casa Buenos Aires.

Bajo el lema “Si la Buenos Aires va a terra, Cassoles en peu de guerra”, la concentración se ha desarrollado inicialmente sin altercados. Varios participantes han encendido bengalas y el colectivo se ha dirigido a la plaça de Sant Miquel, ignorando la de Sant Jaume, fuertemente blindada. La protesta ha coincidido además con otra convocatoria de un grupo de ultraderecha que ha tenido escasa respuesta. Agentes de los Mossos d’Esquadra han blindandolas dos plazas y han procedido a revisar las mochilas de los participantes de las dos protestas. Los agentes han localizado una porra extensible en la mochila de un joven que quería participar en la concentración de carácter ultra.

Un puñado de manifestantes ha vuelto a arrojar piedras pasadas las 20.00 horas en contra del Consistorio. Además de estas dos movilizaciones, también se ha convocado otra a la misma hora en la plaza de España y un botellón a medianoche en la de Cataluña. . Los servicios de información han catalogado el rosario de protestas como de riesgo, y se ha activado un centro de coordinación (CECOR), algo que no existió el día anterior, ante la posibilidad de que se repitan incidentes. Un helicóptero ha sobrevolado el centro de la ciudad desde las 19.00 horas.

La movilización se inscribe en las protestas que se han desencadenado en los últimos días contra las medidas para contener la Covid-19 en la que se han confluido antisistemas, negacionista, simpatizantes de extrema derecha y colectivos afectados económicamente por la pandemia. La protesta, el viernes, comportó la detención de 14 personas, dos de ellas menores. Una treintena (la mayoría policías) resultaron heridos. Los altercados arrojaron imágenes de jóvenes saqueando una tienda de ropa deportiva.

El director de los Mossos, Pere Ferrer, atribuyó los altercados a un “grupo minoritario muy violento y organizado de extrema derecha” que se “infiltró” en la protesta, y no descartó que estuviesen coordinados con personas de otras ciudades italianas, donde se han producido también incidentes los últimos días. “La violencia de esta noche en el centro de la ciudad no se puede permitir”, ha condenado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en las redes sociales. “Estamos en un momento complicado y lo que más necesitamos es cuidarnos y cooperar para mejorar la situación”, ha añadido. El Ayuntamiento cifra en una treintena los contenedores quemados el viernes por la noche en los disturbios, lo que supone unos 30.000 euros.

El Ayuntamiento ha anunciado también que denunciaron las pintadas antisemitas que se hicieron en algunas paredes de Via Laietana, donde tuvieron lugar parte de los disturbios. “Este es el rastro de la presencia de grupos neonazis en las protestas de ayer. Hemos ordenado limpiarlo inmediatamente y lo denunciaremos a la Fiscalía”, afirmó en las redes sociales el concejal Marc Serra.

Archivado En