La falsa retirada de Quim Torra
El expresidente de la Generalitat mantiene una intensa agenda política desde que abandonó el cargo
“Ni abandono ni me resigno”, proclamó Quim Torra dos días después de dejar el cargo tras la sentencia del Tribunal Supremo que lo condenó a 18 meses de inhabilitación y lo cierto es que aquel anuncio se ha hecho realidad, porque el expresidente de la Generalitat no ha dejado de prodigarse en todo tipo de actos desde que abandonó la Generalitat.
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“Ni abandono ni me resigno”, proclamó Quim Torra dos días después de dejar el cargo tras la sentencia del Tribunal Supremo que lo condenó a 18 meses de inhabilitación y lo cierto es que aquel anuncio se ha hecho realidad, porque el expresidente de la Generalitat no ha dejado de prodigarse en todo tipo de actos desde que abandonó la Generalitat.
A la espera de abrir oficina de exjefe de Govern en Girona y de empezar a disfrutar de los beneficios económicos que le corresponden y que ya ha solicitado oficialmente, Torra tiene una agenda muy variada y nada hace pensar que vaya a rebajar ese ritmo en los próximos días, sino que aprovechará todos los altavoces a su alcance para propagar su discurso contra “la represión del Estado”.
La misma tarde en que se dictó la sentencia, el 28 de septiembre, y cuando ya no era presidente, Torra realizó una declaración desde la galería gótica del Palau de la Generalitat, rodeado de todo el Govern y después se dio un pequeño baño de masas en la plaza de Sant Jaume, pese a las restricciones sanitarias acordadas por la Generalitat. Dos días después, el 30 de septiembre, regresó al Parlament para participar en un inédito pleno de despedida acordado por Junts per Catalunya y Esquerra Republiacana en el que tomó la palabra para insistir en su discurso.
Al día siguiente, 1 de octubre, Torra participó en un acto político organizado por Junts per Catalunya en Cornellà de Terri (Girona), para celebrar el tercer aniversario del referéndum ilegal bajo el título de “1-O,: el mandato continúa vigente”. En ese encuentro también intervino por videoconferencia el expresidente de la Generalitat huido en Bélgica Carles Puigdemont; el secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Sànchez, que envió un vídeo desde la cárcel de Lledoners, y la alcaldesa de Girona y diputada de Junts en el Parlament, Marta Madrenas.
El domingo 4 de octubre por la noche fue entrevistado por el director de TV3, Vicent Sanchis, en prime time durante hora y cuarto y se puso “a disposición” de los partidos independentistas para alcanzar un acuerdo estratégico sobre qué hacer si las fuerzas secesionistas superan el 50% en las urnas en las próximas elecciones autonómicas.
Al día siguiente, 5 de octubre, Torra mantuvo una "entrevista institucional” con el Sindic de Greuges, Rafael Ribó, según la expresión utilizada por este organismo en la convocatoria de prensa. El objetivo del encuentro fue “abordar la situación y comentar las actuaciones llevadas a cabo tras la sentencia del Tribunal”, que Ribó ha trasladado a “instancias europeas” y que calificó de “desproporcionada”.
El Síndic señaló en su día que la exhibición de pancartas y símbolos políticos en edificios públicos está amparada por el derecho a la libertad de expresión, aunque le parecía que “en periodo electoral resulta necesario extremar la neutralidad de este tipo de edificios institucionales”. Torra fue condenado por desobedecer a la Junta Electoral Central y negarse a retirar la pancarta en favor de los “presos políticos y exiliados” cuando fue requerido para ello.
La intensa agenda de Torra se ha completado este viernes con una rueda de prensa en Perpiñán en la que también han participado Carles Puigdemont y Artur Mas. Los tres se han declarado “represaliados” del Estado por hacer efectivo, han dicho, el mandato de las urnas y del Parlament.
Torra ya ha solicitado formalmente a la Generalitat que se le abonen los 10.200 euros mensuales que le corresponden por su condición de expresidente, al margen del despacho oficial, escolta, coche oficial y tres asistentes del que también disfruta Mas. Puigdemont salió elegido eurodiputado en los comicios de 2019 y percibe un salario de 6.824 euros mensuales, a los que se suman otros 4.513 euros en concepto de dietas. En cuanto a Mas, cumplirá 65 años el próximo mes de enero y la ley catalana establece que a partir de esa edad tiene derecho a percibir una pensión vitalicia equivalente al 60% del salario de presidente de la Generalitat, una cifra que precisamente incrementó Torra al llegar a la presidencia, hasta situarla en los 153.00 euros anuales.