El Liceo reabre con la mitad del aforo y estrictos controles

Las voces de Sondra Radvanovsky y Piotr Beczala protagonistas del primer concierto tras el cierre por la pandemia

Barcelona -
Medidas anti-covid en el teartro Liceu de Barcelona con el aforo reducido a la mitad.MASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)

El Liceo levantará el telón el próximo domingo, después de seis meses de inactividad en el teatro desde el estallido de la pandemia, con la mitad de su aforo (1.144 butacas) y estrictas medidas de seguridad. La “tranquilidad” del espectador y que tenga la sensación estar en un espacio seguro son las prioridades de la nueva temporada, según ha explicado su director general, Valentí Oviedo. El domingo el teatro acogerá un concierto...

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El Liceo levantará el telón el próximo domingo, después de seis meses de inactividad en el teatro desde el estallido de la pandemia, con la mitad de su aforo (1.144 butacas) y estrictas medidas de seguridad. La “tranquilidad” del espectador y que tenga la sensación estar en un espacio seguro son las prioridades de la nueva temporada, según ha explicado su director general, Valentí Oviedo. El domingo el teatro acogerá un concierto a cargo de dos de las grandes voces de la lírica internacional, la soprano Sondra Radvanovsky y el tenor Piotr Beczala, junto con la Orquesta del Liceo. Los dos se muestran ansiosos e ilusionados por protagonizar la reentrée a la vez que aseguran que se sienten “seguros” de actuar en España pese a su situación en la evolución de la pandemia.

En platea y el resto de los pisos del teatro ya se han colocado las cintas que marcan qué localidades se podrán ocupar y cuáles no. El público que entre en el teatro pasará por un control de máquinas termográficas, si detectan que alguien sobrepasa los 37.5 grados un técnico de prevención le tomará la temperatura para asegurar si entrar o no. Los pasillos del teatro ya están marcados con los recorridos de entrada y salida. Una entrada que se intentará hacer de forma más gradual -por mail se enviará la hora aconsejada de acceso- y una salida que se hará por orden siguiendo las indicaciones que se darán. “El catering del descanso de las funciones se limita a 80 plazas en el Salón de los Espejos y 200 en el Foyer -todos sentados- que se tendrán que adquirir previamente en un punto de compra en lo que era el guardarropía”, ha detallado Oviedo al explicar las novedades de una reapertura en plena pandemia.

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Hay más: para evitar demasiado movimiento en los entreactos el cambio de escena en las óperas se hará con el telón abierto: “Creemos que es una actividad que puede resultar interesante”. Tanto los servicios como los ascensores funcionarán de forma más reducida. La mascarilla es obligada y los dispensadores de gel estarán distribuidos por el teatro. Habrá más personal de seguridad y del Servicio al Abonado y al Espectador en cada piso del teatro.

El Liceo ya avanzó, en la presentación de la temporada el pasado mes de junio, que el objetivo en la reapertura era garantizar la seguridad sanitaria del público, músicos y artistas. Sin criticar el incidente del Teatro Real de Madrid la semana pasada que acabó con la suspensión de una función por protestas del público de los pisos superiores por no tener distancia, Oviedo concreta que las normas que se aplican en los diferentes teatros son las que marcan las respectivas autoridades sanitarias. “Estamos a la espera de conocer el nivel de control de Barcelona, según el Procicat el límite de aforo sería de 1.000 personas en el caso de nivel 3 y si eso es así, hemos solicitado la posibilidad de aumentar esa restricción al 50% del aforo total”, ha añadido Oviedo. Con la actual resolución del 21 de setiembre de Salud, el aforo del Liceo podría ser del 70% pero el Liceo lo rebaja al 50% aplicando un criterio más restrictivo y, a la vez, afrontar de una forma estable a lo largo de la temporada la distribución de los abonados y de los que compren entradas. Con el 50% del aforo, ya hay dos turnos que exceden las localidades por lo que el teatro “incentivará” el cambio de turnos.

La pandemia le ha supuesto al Liceo un descenso de abonados de un 11% (1.500 abonados menos) frente al 20% que habían calculado en las previsiones de un presupuesto que se tuvo que corregir a la baja. Según Oviedo, la sostenibilidad de las cuentas está asegurada hasta marzo con un 50% del aforo.

El Liceo ya programó un arranque de temporada más fácil de gestionar con un concierto -el del domingo- y dos óperas en versión concierto -Il trovatore que dirigirá Gustavo Dudamel-que requieren menos artistas y más espacio para la orquesta que se situará en el escenario. En esas tres primeras citas, la distribución será de dos butacas juntas, siempre de grupos de contacto habitual, y una vacía. Las individuales tendrán una butaca vacía a lado y lado. La primera ópera escenificada con coro y la orquesta al completo será Don Giovanni, el 22 de octubre. Los cantantes del coro-excepto los solistas- lo harán con mascarilla, al igual que toda la orquesta, excepto los instrumentos de viento. Y será a partir de ese título-y hasta el fin de la temporada- cuando la configuración de las localidades será siempre la misma: en asientos alternos, siempre individuales.

Vuelta especial al Liceo

A la soprano Sondra Radvanovsky se le han saltado las lágrimas al hablar de su regreso al Liceo -un coliseo que la aplaude con entusiasmo y que ella define como su casa en teatro- y de la situación que afecta, especialmente, a los cantantes jóvenes. Ella y el tenor Beczala -otra voz muy querida en el Liceo- han preparado un recital “con piezas que nos llegan muy hondo, porque lo que pretendemos es ofrecer una brizna de esperanza” en este momento “difícil”.

Los dos han tenido unos meses de descanso forzoso y ahora afrontan el concierto del domingo “con muchísima ilusión”, ha afirmado el tenor que puede cantar en Barcelona porque el Metropolitan Opera de Nueva York, donde él debía estar este mes de septiembre, ha cancelado toda la temporada.

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