Cataluña vuelve a clase bajo amenaza de huelga de los profesores

El consejero de Educación, Josep Bargalló, insiste en que los centros son seguros, mientras todos los sindicatos amenazan con movilizaciones ante la falta de recursos

Un millón y medio de alumnos en Cataluña vuelven al colegio después del parón provocado por la pandemia.Foto: EFE | Vídeo: Joan Sanchez

El día más esperado ha llegado. Las escuelas e institutos de Cataluña han reabierto este lunes de forma masiva para un millón y medio de alumnos después del parón provocado por la pandemia de coronavirus el pasado mes de marzo. En estos seis meses han ocurrido muchas cosas, y la comunidad educativa, una de las más afectadas por las medidas contra la covid 19, es una buena muestra de ello: mascarilla, colas en la entrada y en los patios, grupos más pequeños, menos especialidades… Mientras la Generalitat insiste en que los centros...

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El día más esperado ha llegado. Las escuelas e institutos de Cataluña han reabierto este lunes de forma masiva para un millón y medio de alumnos después del parón provocado por la pandemia de coronavirus el pasado mes de marzo. En estos seis meses han ocurrido muchas cosas, y la comunidad educativa, una de las más afectadas por las medidas contra la covid 19, es una buena muestra de ello: mascarilla, colas en la entrada y en los patios, grupos más pequeños, menos especialidades… Mientras la Generalitat insiste en que los centros son seguros, aunque admite que habrá incidencias, todos los sindicatos han amenazado con movilizaciones, sin descartar la huelga, ante la falta de recursos y de docentes. Dos de los 5.455 centros escolares de Cataluña han empezado cerrados por tener varios casos positivos.

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El primer día de curso siempre es un torbellino de emociones, una mezcla de nervios, lloros y alegría, pero este año, si cabe, lo ha sido más. Con la excepción de una breve vuelta a las clases en junio, los alumnos no se veían juntos en las aulas desde el mes de marzo, cuando la pandemia de coronavirus llegó a Cataluña y las escuelas e institutos fueron de las primeras instalaciones en cerrar. Esto, según ha asegurado una y otra vez la Generalitat, no volverá a pasar, al menos no de forma generalizada.

Al abrir las puertas esta mañana, las familias ya se han encontrado con las primeras medidas a las que deberán acostumbrarse. Con la mascarilla obligatoria a partir de los 12 años (y las dos primeras semanas de este curso, también a partir de los seis años), los niños y niñas tienen que entrar en el recinto de forma escalonada, algo que no se ha cumplido en todos los sitios, aunque el objetivo es precisamente evitar aglomeraciones en la calle. “Hemos llegado un poco antes por si acaso, y muchos igual que nosotros”, explica el padre de un alumno de la escuela Milà i Fontanals, en el barrio del Raval. Su hijo explicaba que había dormido poco por los nervios de reencontrarse con sus compañeros.

Ya en el interior, se mide la temperatura y, en muchos centros los alumnos se han organizado en el patio por cursos y, más importante aún, por “grupos burbuja”, el concepto más importante para este año. Según lo acordado por los departamentos de Educación y Salud en el Procicat, estos grupos serán estancos y no podrán tener relación con alumnos de otros grupos para evitar contagios. Si se detecta un positivo en una de estas “burbujas”, todos los alumnos y el profesor de este grupo harán cuarentena (pasando a la educación online) durante 14 días. Si se detectan dos positivos en grupos distintos, la cuarentena será obligatoria para todo el centro, que sin embargo no cerrará para mantener servicios como el de la cocina.

El consejero de Educación, Josep Bargalló, ha reconocido en declaraciones a Catalunya Ràdio que muy probablemente las medidas contra la covid 19 cambiarán a lo largo del curso “cuando la pandemia lo requiera”. “Sabemos que habrá incidencias, también sabemos cómo debemos tratarlas”. Las únicas dos escuelas que no han abierto al tener casos de coronavirus entre sus profesores son la Joan Juncadella de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona) y la Ridolaina de Martinet de Cerdanya (Lleida). Tampoco ha abierto la escuela Antoni Ubach de Terrassa (Barcelona) pero por una colmena de avispas que se ha formado durante el verano. El consejero también ha confirmado que algunos grupos burbuja están confinados por casos que provienen de la semana pasada.

Bargalló ha recordado las medidas de seguridad (higiene de manos, ventilar las aulas, distancia y mascarilla) y ha pedido responsabilidad a las familias. Pese al llamamiento a la calma, los sindicatos de profesores están en alerta máxima. En una acción conjunta frente al departamento de Educación, todos los sindicatos han leído un manifiesto en el que reclamaban más garantías para cumplir con las medidas de seguridad. Las organizaciones reclaman que las ratios de los grupos burbuja (que son de 20 alumnos en infantil y primaria, y de 30 en secundaria y demás ciclos educativos) tienen que bajar drásticamente. Su petición es que las ratios sean de 10 en infantil y de 15 en primaria, secundaria y el resto.

“Lo de los grupos burbuja es una entelequia, no existen, porque luego los niños tienen contacto entre ellos, con hermanos o amigos”, ha señalado Ramon Font, portavoz del sindicato Ustec. En opinión del profesorado, se tienen que contratar a 44.000 docentes para garantizar grupos más pequeños en los que se cumpla la distancia de seguridad. El departamento anunció un refuerzo de 3.200 maestros y profesores para no sobrepasar las ratios, y de momento solo se han incorporado 2.500. “Además el jueves a muchos profesores más vulnerables al covid 19 se les dijo que no fuesen a trabajar, y hoy no había sustituto para ellos. Se está haciendo muy a la ligera”, ha criticado Font. Los sindicatos, que no se han reunido todavía con el departamento, han anunciado que emprenderán movilizaciones, y no descartan una huelga.

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