TEATRO

Incertidumbre, flexibilidad y creación, palabras clave de la temporada del TNC

28 espectáculos componen la última programación de Xavier Albertí como director del teatro

Un momento de 'Malditas plumas' de Sol Picó.MAY ZIRKUS

Incertidumbre, flexibilidad y, por supuesto, creación y arte son las palabras clave de la nueva temporada del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), la última de Xavier Albertí como director del centro, pues de la siguiente ya se hará cargo su sucesora nombrada Carme Portaceli. Incertidumbre, porque nadie sabe que va a deparar el futuro, flexibilidad porque el TNC pone todos los instrumentos para facilitar las cosas al público en este t...

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Incertidumbre, flexibilidad y, por supuesto, creación y arte son las palabras clave de la nueva temporada del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), la última de Xavier Albertí como director del centro, pues de la siguiente ya se hará cargo su sucesora nombrada Carme Portaceli. Incertidumbre, porque nadie sabe que va a deparar el futuro, flexibilidad porque el TNC pone todos los instrumentos para facilitar las cosas al público en este tiempo atribulado, y creación, porque es la piedra angular sobre la que se alza el edificio físico y ético del teatro.

Albertí, que recordó que el lema de la temporada es “Respostes e incerteses”, expresó su idea de que “el teatro, como ritual colectivo, actúa siempre para ampliar nuestra perspectiva frente a la vida, para reforzar nuestra capacidad de responder ante el mundo”. En ese sentido, el TNC y su director quieren trasladar al público “la necesidad, y sobre todo la posibilidad de reforzar nuestro compromiso con la vida”, además de contribuir a “crear comunidad” en un momento de mucha soledad y aislamiento, de forma que se puedan compartir “los miedos pero también las esperanzas”.

La programación definitiva, presentada ayer, se compone de 28 espectáculos y arrancará el 1 de octubre como se había anunciado ya con una versión del Decamerón de Boccaccio, obra pertinentemente pandémica, pasada por Pasolini (su película sobre el clásico) y escrita por diferentes autores: Carnevali, Comadira, Cunillé, Dimitriades, El Hachmi, Luri, Marin-Dòmine, Morales, Novarina y Perejaume.

En la Sala Gran, el telón no se alzará hasta el 3 de diciembre, con L’hèroe, de Santiago Rusiñol, una obra sobre la “masculinidad tóxica”. La tercera sala del TNC, la Tallers comenzará funciones el 15 de octubre con un espectáculo interdisciplinar de circo, Ahir, de Animal Religion. En la programación, títulos que se han recuperado de la temporada anterior al haber tenido que suspenderse (cinco de los 11 que se cayeron, el resto podrán ser recuperados más adelante) y espectáculos nuevos. A destacar Billy’s violence, espectáculo de Jan Lauwers basado en las 13 tragedias de Shakespeare; La nit de l’iguana, de Tennessee Williams, puesta en escena por Carlota Subirós; Galatea, de Josep Maria de Sagarra, por Rafel Duran; L’emperadriu del Paral.lel, de Lluïsa Cunillé, por el propio Albertí; Monroe-Lamarr, de Carles Batlle con dirección de Sergi Belbel; Solitud, de Victor Català, por Alicia Gorina; Testimoni de guerra, de Pau Carrió, dirigida por él mismo; De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda, por La Calòrica; Hidden, de Lali Ayguadé; Opening night, de La Verona; Heroïnes o res, de Iván Morales o Malditas plumas, de Sol Picó.

Los aforos en el TNC serán del 50 %, como estipula la normativa, y al comprar cada butaca individual se bloquearán automáticamente las que la rodean. No obstante, en sintonía con lo reclamado el lunes por el presidente de Focus, Daniel Martínez, en la presentación de la temporada de los teatros del grupo, la directora ejecutiva del TNC, Mònica Campos, manifestó ayer que tiene la esperanza de que en los próximos días se flexibilice este porcentaje.

El TNC ofrecerá máxima transigencia en la compra de entradas generales, que se podrán anular, “sin tener que dar muchas explicaciones”, hasta dos horas antes de la representación por motivos de inseguridad en relación con la covid. Los espectadores deberán comprobar la hora de entrada de su localidad, porque se intentará hacerlo escalonadamente y ello requerirá la colaboración del público.

Portaceli, ya se ha incorporado como programadora de la próxima temporada y Albertí continuará ligado a al TNC durante el 2021 para hacer seguimiento de la última programación diseñada por él. Ya ha anunciado que próximamente se incorporará como dramaturgo a la Compañía Nacional de Teatro, que dirige en Madrid su estrecho colaborador y amigo Lluís Homar, con el que formaron un gran tándem creativo en el TNC.

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