Sindicatos de Mossos critican los controles de alcoholemia de la verbena de Sant Joan
El Servei Català de Trànsit asegura que se priorizará a personas con síntomas de embriaguez
La Trisindical de los Mossos d’Esquadra —formada por el SME, CAT y el SPC— critica la campaña de controles preventivos que se desplegará durante la noche de Sant Joan. Está previsto que 256 agentes trabajen en 42 controles de alcoholemia y drogas en las carreteras catalanas. “Nadie nos garantiza que no estemos transmitiendo el virus”, asegura María José Dávila, portavoz de la Trisindical. Explica que se han puesto en contacto con la compañía que fabrica los aparatos con los que hacen los controles, Draeger, y que no...
La Trisindical de los Mossos d’Esquadra —formada por el SME, CAT y el SPC— critica la campaña de controles preventivos que se desplegará durante la noche de Sant Joan. Está previsto que 256 agentes trabajen en 42 controles de alcoholemia y drogas en las carreteras catalanas. “Nadie nos garantiza que no estemos transmitiendo el virus”, asegura María José Dávila, portavoz de la Trisindical. Explica que se han puesto en contacto con la compañía que fabrica los aparatos con los que hacen los controles, Draeger, y que no les ha dado esa garantía. Y añade que el Departamento de Interior tampoco ha aclarado sus dudas, que afirma que les han transmitido por escrito.
La jefatura de los Mossos d’Esquadra ha elaborado un protocolo específico para los test de alcoholemia, que incluye la limpieza de los aparatos, y las medidas que deben cumplir tanto los Mossos como las personas que se someten al control, manteniendo las distancias, con guantes y evitando tocar los etilómetros. Las boquillas, añaden, solo permiten expulsar aire, no absorberlo. El Servei Català de Trànsit indica que los controles se harán de manera más “selectiva”, seleccionando de manera prioritaria a personas que den señales de embriaguez.
Durante el estado de alarma decretado por la crisis del coronavirus, los Mossos d’Esquadra suspendieron los controles de alcoholemia preventivos. Se hacían únicamente en casos puntuales, como puede ser un accidente de tráfico, o cuando se detectaba a una persona que podía ir al volante con señales claras de embriaguez, explica una portavoz de Trànsit. Esas fueron también las recomendaciones dadas por el Ministerio de Sanidad durante la pandemia. Desde el lunes, con la llegada de la nueva normalidad, la policía catalana ha retomado los controles preventivos.
“Pedimos que los controles se hagan, pero que se hagan con la seguridad de que no propagaremos la pandemia. Y lo primero es garantizar que los aparatos no propagan la pandemia”, insiste Dávila, de la Trisindical. El Departamento de Interior afirma que con los controles, que los agentes deben hacer manteniendo las distancias y con mascarilla, no hay un mayor riesgo para la propagación del virus. “¿Qué hacemos si alguien alega que no quiere hacer el test por temor a contagiarse?”, añade la portavoz de la Trisindical. En esos casos, una negativa a hacerse un test se convierte directamente en una sanción por la vía penal. La otra opción es trasladar a la persona a un hospital para que se someta a una prueba en sangre.
“Si las pruebas se hace dentro del coche, con una distancia del policía que la hace fuera, ambos con mascarilla, el riesgo es bajo o prácticamente inexistente”, asegura Antoni Trilla, jefe de Medicina preventiva del Hospital Clínic de Barcelona. En el caso de las personas que pasan a hacerse la prueba denominada “evidencial”, en el interior de la furgoneta, Trilla recomienda que se lleve a cabo con las puertas abiertas, y también manteniendo las distancias y con protección. En ambos casos, insiste, el riesgo es menor.
Sí señala que esos controles no se hagan de manera sistemática, sino que se intente seleccionar a las personas en función del riesgo de que hayan bebido. Una instrucción que, según afirma Trànsit, ya se ha dado a los agentes, aunque los sindicatos policiales lo niegan. También advierte Trilla de extremar las precauciones cuando no se pueda cumplir los requisitos de distancia y de seguridad porque la persona a la que se somete al control no esté en condiciones.