Cáritas multiplica por tres las ayudas para alimentos y alerta de una crisis sin precedentes
La entidad constata que una de cada cuatro familias atendidas en Barcelona se han quedado sin ingresos a causa de la pandemia
Veníamos de un aumento de las desigualdades, y la pandemia de Covid-19 nos lleva hacia una crisis social “sin precedentes”. Este es el diagnóstico de Cáritas Diocesana de Barcelona, que este viernes ha presentado su memoria anual de 2019 y sus previsiones para 2020. El año pasado, la entidad atendió a 16.639 hogares con 32.729 personas, lo que ya supuso un aumento del 26% con respecto al año anterior. Pero la actual situación de emergencia sanitaria y el parón de la economía ...
Veníamos de un aumento de las desigualdades, y la pandemia de Covid-19 nos lleva hacia una crisis social “sin precedentes”. Este es el diagnóstico de Cáritas Diocesana de Barcelona, que este viernes ha presentado su memoria anual de 2019 y sus previsiones para 2020. El año pasado, la entidad atendió a 16.639 hogares con 32.729 personas, lo que ya supuso un aumento del 26% con respecto al año anterior. Pero la actual situación de emergencia sanitaria y el parón de la economía ha disparado las cifras: en los meses de abril y mayo de 2020 la entidad ha atendido el doble de personas que en los mismos meses del año anterior, y el 50% de ellas han acudido a pedir ayuda por primera vez en su vida.
La entidad, que atiende la zona de Barcelona, su área metropolitana, y el Maresme, ha tenido que multiplicar por tres las ayudas para alimentos ante la imposibilidad de llenar la nevera (el 84% de las demandas venían motivadas principalmente por la falta de alimentos), y ha duplicado las ayudas para hacer frente a los pagos de la vivienda. El parón de la actividad, según ha detallado el director de Cáritas Barcelona, Salvador Busquets, ha hecho que uno de cada cuatro hogares atendidos se haya quedado sin ningún ingreso, y dos de cada cinco no puede afrontar los pagos de la vivienda. Antes de la pandemia, la proporción de familias sin ingresos era de uno de cada diez.
“Estas cifras nos hablan de la debilidad del sistema de protección social, que no puede dar cobertura a la demanda que surge cuando se para la actividad. Hacía muchos años que no veíamos un crecimiento tan fuerte en la atención a las personas”, ha explicado Busquets en la rueda de prensa telemática para presentar el informe. En opinión del director, la crisis social que ya es palpable, y que se desarrollará en los próximos meses, “será mucho peor que la de 2008”. El motivo es que el parón de la actividad económica y la incertidumbre en los próximos meses ante la posibilidad de un rebrote ha dejado sin trabajo a un 21% de ocupados que están afectados por un expediente de regulación temporal de empleo. “Pero tenemos mucha economía sumergida e informal, gente que vive al día y sin ahorros, y se han quedado sin ningún ingreso”, ha apuntado.
Este crecimiento de las necesidades ha llegado en un momento en el que todavía no se había superado la anterior crisis. Busquets ha hecho referencia al informe Foessa sobre las desigualdades en Cataluña, donde se indicaba, antes de la pandemia, que 1,15 millones de personas estaban consideradas como la parte de la sociedad que está “estancada” y no mejora en sus necesidades, mientras que 350.000 personas se calificaban como “sociedad expulsada”, la que vive al día y sin prácticamente ingresos.
“Ya en 2019 hubo un aumento en las personas atendidas, y el 53% de los hogares que acudían a Cáritas lo hacían por primera vez. Esto indica que veníamos de una crisis social no resuelta”, ha explicado Míriam Feu, responsable del estudio. El año pasado también notaron un aumento de las personas de origen extranjero que acudían a la entidad, y las personas en situación administrativa irregular aumentaron en 2019 diez puntos porcentuales, hasta un 44%.
“Esta crisis ha impactado especialmente sobre las personas más vulnerables”, ha dicho Busquets, que destaca las dificultades para conseguir ayudas y tener trámites con la administración de las personas que están en situación irregular. El director también ha hecho referencia a las dificultades del confinamiento para las personas que viven en una habitación realquilada: “Nos ha sorprendido mucho la cantidad de gente que vive en habitaciones con varias personas”. La pandemia, según ha explicado el director, ha hecho que los hogares con pobreza severa (aquellos que tienen unos ingresos inferiores a los 457 euros al mes) han aumentado 20 puntos porcentuales, hasta el 67%.
El Cardenal Joan Josep Omella, presidente de Cáritas Diocesana de Barcelona, ha considerado que “existe una solución de esperanza, pero solo si administración y sociedad trabajan juntos". En este sentido, Busquets ha realizado una serie de demandas a las administraciones, a la vez que ha mostrado el apoyo de la entidad con medidas ya tomadas, como el Ingreso Mínimo Vital. “Tenemos que asegurarnos de cubra a todos los que lo necesitan, y que sea compatible con las rentas del trabajo y con las ayudas a la vivienda, y se tienen que agilizar los trámites”, ha afirmado. La entidad también pide agilizar y permitir el empadronamiento para poder acceder a ayudas, así como regularizar a las personas en situación administrativa irregular. Busquets ha insistido en la necesidad de tener un parque público de viviendas en alquiler y un refuerzo en las ayudas a la vivienda, y ha pedido políticas para garantizar “el derecho al trabajo decente”. “Estas medidas son posibles, no tenemos que estar siempre en esta situación”, ha concluido.